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» Elterritorio
Fecha: 08/06/2025 00:46
El defensor de Gustavo Cardozo apuntó que la autopsia no es contundente y que no se acreditó el horario de muerte de Soledad. La fiscalía pidió otra vez la prisión preventiva del imputado. sábado 07 de junio de 2025 | 23:45hs. Gustavo Cardozo (37) fue imputado como el presunto autor del femicidio de su pareja. //Foto: Marcos Isaac. La causa que investiga el presunto femicidio de Soledad Machuca, la preceptora de 35 años que fue hallada sin vida en la noche del martes 25 de febrero en su vivienda del barrio Acaraguá de Posadas, se encuentra en la etapa final de instrucción. Sin embargo, hasta el momento desde el Juzgado de Instrucción Tres no hizo formal la prisión preventiva, a casi cuatro meses del crimen. Sobre esta cuestión, El Territorio pudo saber que la fiscalía del caso volvió a solicitar la medida cautelar la última semana. Por lo que puede haber novedades importantes al respecto en los próximos días. En relación a la última etapa de recolección de pruebas del expediente, las fuentes manifestaron que una de las cuestiones a observar es una solicitud reciente por parte de la defensa de Gustavo Cardozo -pareja de la víctima y principal sospechoso del asesinato- y que está relacionada a la autopsia realizada. Es que, según mencionaron las fuentes, el abogado del imputado apuntó que la pericia está incompleta y que no es contundente, ya que no se determina el horario de muerte de la mujer lo cual podría considerarse algo clave para la correcta reconstrucción de los hechos. Por ello, desde la defensa pidieron que se acepte la incorporación de un perito de parte, considerando justamente que la autopsia realizada por el cuerpo médico forense no fue suficiente. A su vez, expresaron que este pedido de incorporación de un nuevo perito se debe a que el defensor reconoció que está acreditado que Soledad Machuca fue asesinada. Sin embargo, el responsable del crimen no está comprobado y sostiene que Cardozo no pudo serlo. Respecto a lo último, desde la defensa mantienen que el imputado no estuvo en el domicilio en el momento del presunto femicidio, porque estaba de guardia y no dan los tiempos entre que él llega a la vivienda y el rigor mortis de Machuca. Sobre la hora de muerte de la preceptora, adelantaron que es una cuestión que aseguraron que el perito de parte podría determinar a través de análisis a las fotos que fueron sacadas por parte de la División Científica en el cuerpo de la mujer. Esta nueva solicitud que debe analizar el magistrado Fernando Verón, titular del Juzgado de Instrucción Tres de Posadas, podría dilatar el cierre de la etapa investigativa. Aunque con una nueva solicitud realizada por la parte acusatoria, respecto a la prisión preventiva del acusado principal, esta medida podría tener luz verde en la próxima semana. Cronología del crimen De acuerdo a la reconstrucción que se tiene hasta el momento por parte de investigadores, el 25 de febrero pasado efectivos de la Seccional Vigésima arribaron al domicilio de la docente, cerca de las 22, tras el llamado del Sistema 911. Al llegar al lugar, se constató la muerte de la mujer. Por ello, la primera cuestión que se analizó fue una posible deshidratación producto de un virus que contrajo durante un reciente viaje a Brasil por parte de la fallecida. Aunque más allá de esto, como es de rigor, se solicitó autopsia por recomendación del médico policial y en averiguación del hecho el juez Fernando Verón -quien se hizo presente inmediatamente en el lugar- dispuso el secuestro preventivo del arma reglamentaria de Cardozo (37), hasta ese momento efectivo policial. Horas después, los resultados de la autopsia apuntaron a una muerte violenta, por lo que el juez ordenó una segunda visita al domicilio de Machuca en donde se secuestraron prendas de vestir de la mujer, dispositivos electrónicos y un nuevo levantamiento de huellas tanto en el inmueble como en el vehículo de la pareja. Posterior a esto, se dio intervención formal a la Secretaría de Apoyo en Investigaciones Complejas y se remitió el estudio genético con las muestras recogidas en el lugar y los resultados de la autopsia, con lo que después se imputó al efectivo policial la acusación formal por presunto femicidio. Se precisó que el deceso de la mujer fue producto de una muerte violenta por compresión cervical, es decir, asfixia mecánica por ahorcamiento. Ya el 5 de marzo, se realizó la pericia de luminol y barrido forense en la casa de la pareja, análisis que arrojó como resultado preliminar la existencia de rastros de sangre en la habitación donde fue hallado el cuerpo de Machuca. Segunda imputada Por otra parte, como informó este medio, en la segunda semana de mayo fue imputada Teresa Correa -suegra de la víctima- por ser considerada cómplice del crimen, siendo acusada precisamente de ser partícipe por ocultar evidencia de la escena del asesinato. La mujer, en su indagatoria -por recomendación de su abogado- decidió guardar silencio y no declarar, ni responder las preguntas del juez y de la fiscalía. En tanto, después de abstenerse de declarar el juez Verón le imputó a la mujer como partícipe del crimen. Respecto al motivo de la imputación, las fuentes judiciales mencionaron que se debió a la recolección de testimonios y resultados de pruebas -como la de luminol- que pusieron en la mira a la suegra de la víctima. Teresa, suegra de Soledad, fue imputada como partícipe. Foto: Joaquín Galiano En tanto, una cuestión que complicó a Teresa Correa por el femicidio de su nuera fue que se usó un trapo de piso para limpiar la escena del crimen, objeto que luego se enjuagó, por lo que se ocultó evidencia clave que no pudo ser detectada con las pericias realizadas como consecuencia de los productos utilizados para quitar los rastros de sangre. A esto hay que sumarle que fue el propio hijo de la mujer -hermano de Gustavo Cardozo- quien en su testimonio relató que fue su madre quien usó el trapo para limpiar la sangre de la habitación de Machuca, lugar donde yacía su cuerpo sin vida. Justamente, sobre el trapo de piso, las fuentes consultadas mencionaron que los rastros genéticos en ese objeto eran una prueba fundamental. Sin embargo, si bien se confirmaron rastros de sangre, en los resultados no se pudieron detectar las huellas de ninguna persona.
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