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Parana » AnalisisDigital
Fecha: 08/06/2025 04:23
De ANÁLISIS En el programa de televisión "Memoria Frágil" que se emite todos los sábados a las 20:30 por Canal 9 Litoral y que también está disponible en YouTube (http://www.youtube.com / @memoriafragiltv16), se rindió homenaje a Mario Alarcón Muñiz, uno de los periodistas más influyentes y queridos de Entre Ríos, que sigue presente en todos aquellos que lo conocieron y compartieron su pasión por la cultura y el periodismo. Se trata sin duda de un referente indiscutido de la radio, la prensa escrita y la cultura entrerriana. A través de los testimonios de quienes fueron sus amigos, colegas y familiares, como Carolina Alarcón (hija), Antonio Tardelli (periodista), Raúl Galanti (exlocutor), Aldo Rotman (docente), Roberto Romani (periodista), Manuel Lazo (periodista), Tirso Fiorotto (periodista), Santiago Rinaldi (locutor) y Soledad Castañares (actual conductora del programa “La Calandria”); se reconstruye un panorama profundo de su vida y su obra, rescatando su incansable labor para valorar el acervo cultural litoraleño. Mario Alarcón Muñiz dedicó su vida a la radio y al periodismo como pocas figuras lo hicieron en la provincia. Desde sus primeros pasos en la radio LT38 de Gualeguay y en el periódico Debate Pregón, hasta su consolidación en Paraná, se convirtió en un símbolo de respeto y seriedad informativa. Su voz fue sinónimo de contrapoder, un faro para aquellos que defendían la verdad y la integridad en tiempos de censura. Con programas emblemáticos como “La Calandria”, Alarcón Muñiz acercó a sus oyentes no solo las noticias, sino también la rica tradición cultural litoraleña, pasando por la poesía, la historia y la música. A través de su micrófono, los grandes temas de la región encontraron su espacio, y su crítica profunda hacia las injusticias resonó en la conciencia colectiva de su comunidad. El periodista y locutor entrerriano fue, además, un hombre de principios y valores, un intelectual comprometido con su tiempo. A lo largo de su carrera, Mario Alarcón Muñiz desafió a los poderosos, generó debates y abogó por una sociedad más reflexiva y crítica. No solo en su faceta de comunicador, sino también en su rol como funcionario de Cultura, dejó una marca indeleble, siendo siempre un defensor del arte y la identidad regional. Su vida, marcada por la honradez, la entrega y la lucha constante por la libertad de expresión, se apagó el 26 de octubre de 2019, pero su legado sigue vivo en el corazón de todos los entrerrianos. En el día del periodista, su memoria se erige como un homenaje a todos aquellos trabajadores de prensa que, como él, supieron honrar el oficio con coraje, dedicación y amor por la verdad. Ese periodista de pluma y palabra justa Mario Alarcón Muñiz era uno de los grandes periodistas de esta provincia. Pero iba más allá del periodismo. Fue también de los grandes animadores festivaleros de Entre Ríos, cultor de la poesía y la entrerrianía. Nacido en Victoria en agosto de 1933, transitó por varios lugares de esta provincia con su intensa actividad y terminó afincándose en Paraná, donde falleció un 26 de agosto de 2019. En el día del periodista, nuestro homenaje a Mario Alarcón Muñiz y en su persona, a tantos otros trabajadores de prensa que honraron el oficio en esta vida. Carolina Alarcón (hija) “Qué recuerdo de mi padre, se me vienen un montón de imágenes, siempre delante de la máquina de escribir o delante de un micrófono, profesión que abrazó desde muy chico. Ya cuando tenía apenas 11-12 años, iba al diario El Debate, donde su papá era uno de los directores. Y después, se fue a estudiar a Buenos Aires, en la Escuela Superior de Periodismo, y a partir de ahí abrazó siempre esta profesión. Siempre lo recuerdo en la radio, en Gualeguay, en LT 38, en su programa ´Espontánea´. Bueno, acá mismo en Paraná, en distintos medios de comunicación, televisivos, Canal 9, orales, la radio, su programa ´La Calandria´. Es decir, en realidad, si tengo que, profesionalmente, hablar de mi papá, todos los recuerdos que tengo son frente a un micrófono o escribiendo (…) Y en lo personal, a mí me dejó muchas enseñanzas, muchos valores. Tengo, por sobre todas las cosas, siempre reconozco en él su ética como persona, pero también su ética profesional. Fue alguien que defendió siempre el valor de la palabra, que es algo que también nos transmitió a nosotros, a todos sus hijos; el valor que tenía la palabra ético y además muy defensor de sus de sus ideas, de sus posiciones. No transaba con nadie. De hecho, bueno, eso le costó inclusive tener que dejar algunos lugares de trabajo que no le interesaron, porque bueno, de pronto él siempre quería ser libre en sus opiniones, en lo que pensaba, no quería estar condicionado ni políticamente ni por ningún gobierno de turno. Y esas cosas para mí fueron siempre muy muy valiosas”. Antonio Tardelli (periodista) “Fundamentalmente, como un periodista extraordinario. A mí me parece que se debe recordar como un como un profesional muy culto, muy riguroso, muy cuidadoso del empleo de las palabras. Porque me parece que en esa prolijidad formal sintetizaba toda su envergadura de gran periodista, ¿no? Mario tenía forma y tenía contenido. Era un tipo muy riguroso en su trabajo, muy seguro, creo, porque tenía una amplia cultura que lo que lo respaldaba, era un gran lector, era un tipo que había militado que había militado en política, que sabía mucho de la cultura universal, pero también y, fundamentalmente, de la cultura entrerriana. Y, al margen de sus atributos técnicos para el desarrollo de la profesión, me parece que también fue una persona que fue muy digna en el ejercicio del periodismo, ¿no? En la medida de sus posibilidades, supo emplear su pluma, sobre todo, porque él venía del periodismo gráfico, ¿no? En la en la época de los militares. Pero, también… esto a veces uno dice, qué cosa tan tremenda, sufrió reprimendas o castigos del poder en tiempos de democracia, ¿no?”. Raúl Galanti (exlocutor) “A Mario lo conocí en la terminal de ómnibus de aquí de Paraná. Llegó yo a la terminal, supongo que a sacar algún pasaje o alguna cosa así, y me encuentro con Rubén Cuesta, quien me lo presenta a Mario, estaba charlando con él. Y al cabo de hablar un rato con ellos, me comenta Rubén que Mario iba a radicarse definitivamente en Paraná y que tenía un proyecto que quería proponer a la radio para llevar adelante un programa. Yo, naturalmente, respondí rápidamente que sí, que fuera a la radio, que lo esperaba cuando él pudiera. Bueno, finalmente llega Mario. Viene acompañado de ´Tati´ Vieira, un hombre también del vinculado al folklore que iba a ser su productor. Estuvimos charlando un rato, yo ya sabía que le iba a decir que sí y que le iba a dar todas las posibilidades a mi alcance para que comenzara con su espacio. Pero, me enteré allí que su programa se llamaría ´La Calandria´ y hablamos del contenido, y realmente me pareció que iba a jerarquizar a ´LT 14´ contar con Mario en la programación. Habemos profesionales que nos prestigiamos por el medio al que pertenecemos. El caso de él no era así. Él en realidad prestigiaba al medio en el que estaba. Y yo valoré esto desde un primer momento. Así que empezó Mario a hacer su programa en LT 14 y tuvo la resonancia y el éxito que nosotros esperábamos; por cuanto inmediatamente hubo una trascendencia notable, no solo en la ciudad de Paraná, sino en toda la región. Te diría que primero desde el interior de la provincia hacia acá. Fue como creciendo el interés por el programa y por el contenido que Mario ofrecía”. Aldo Rotman (docente) “A Mario lo recuerdo con mucho cariño, con mucho afecto y con profundo agradecimiento. Mario ha sido una referencia para todos los que tuvimos la suerte de conocerlo y hemos podido apreciar su capacidad de trabajo, su generosidad. Son solo palabras de afecto, agradecimiento y profundo respeto (…) Eso era más o menos por el año 2013. Es difícil olvidarse porque fue un momento muy importante para las 3 radios de la universidad. En ese momento hacía muy poquito tiempo que las radios estaban al aire, y me acuerdo que hablábamos con José Trovato, la posibilidad remota de poder tenerlo en la radio”. Fue Gualeguay el lugar elegido para desarrollarse periodísticamente en sus inicios. Lo hizo en la radio LT38, como así también en el antiguo diario Debate Pregón, donde rápidamente se transformó en una referencia ineludible para los vecinos de toda esa región. La voz y el pensamiento de Alarcón Muñiz era sinónimo de respeto profesional y seriedad en el tratamiento informativo. Roberto Romani (periodista) “Tengo muchos recuerdos de Mario Alarcón Muñiz. Piensen ustedes que yo estaba en cuarto año en el Instituto Nuestra Señora, el Perpetuo Socorro de Larroque, y llegamos con una pequeña publicación que habíamos hecho con unos compañeros y nos recibió Mario Alarcón Muñiz, que acababa de comenzar su programa ´Espontánea´, porque se había fundado recientemente LT 38 Radio Gualeguay. Él había sido uno de los fundadores y de los que preparó a todos sus colegas para hacer frente a ese hermoso desafío, ¿no? Y Mario tenía un programa a la mañana, después hacía una audición de General Galarza y después los domingos al mediodía tenía un programa de música y poesía de Entre Ríos. Todos esos programas yo los heredé cuando volví de La Plata. Pero, digo, el momento en que lo conocí fue cuando él tenía 40 años y estaba al frente de la dirección artística de Radio Gualeguay. Quiso la vida, Dios… la profesión que, al recibirme en La Plata de licenciado de Ciencias de la Comunicación Social, después de un año en el diario Noticias de Gualeguay, ellos, los directivos de Radio Gualeguay, me invitaran a formar parte de ese hermoso equipo. Mario, al poco tiempo, asumió las responsabilidades de fundador y primer director del diario Concordia en la Capital del Citrus, así que yo de pronto quedé en la dirección artística y a cargo de todos los programas que había llevado adelante con tanta profesionalidad y tanto amor el querido Mario Alarcón Muñiz”. Manuel Lazo (periodista) “Mi vínculo con Mario comenzó cuando yo era muy muy pequeño, tendría 12 o 13 años, no más de eso, en un mundo maravilloso. El mundo que yo digo, es como el punto inicial de la cronología de del periodismo y su evolución. Porque yo empecé a trabajar como cadete en el diario El Debate (…) Y después me tocaba cebarle mate. Yo, el recuerdo que tengo de esa cebada de mate es que nunca se cansaba, y alguna vez le hice la picardía de cebarle un mate por la bombilla para que se quemara y me dijeran ´¡no quiero más!´. Pero, no… era un gran tomador de mate fue Mario… un gran tomador de mate. Todo el tiempo que estaba en la redacción, estaba tomando mate y yo cebándole (…) Era un buen compañero, después fue un buen compañero. Exigente, muy exigente. Todos tenían que tener rigor periodístico. Nos enseñó el chequeo de las fuentes, nos enseñó absolutamente todos los secretos vinculados al ejercicio del periodismo radial, todo. No era un hombre de sentarse a darnos indicaciones. Él actuaba de tal modo que nosotros sabíamos que teníamos que aplicar su misma forma de trabajo porque era un hombre exitoso. El programa ´Espontánea´ fue el programa que tenía una gran audiencia en todo el Departamento de Gualeguay y en los Departamentos vecinos. Eran radios de baja potencia, como siguen siendo aún muchas de la provincia… en crisis, la mayoría, pero en aquel tiempo no existían las radios de frecuencia modulada”. Tirso Fiorotto (periodista) “A Mario Alarcón Muñiz lo recuerdo como un amigo con el que compartimos tantas cosas y del que yo he aprendido mucho. Yo y muchos de mis colegas, chicas y muchachos jóvenes que hemos aprendido tanto de su prosa escrita como de su forma de hablar tan propia de Mario Alarcón Muñoz, porque tenía un talento muy especial. Era un periodista talentoso y estudioso, de manera que cerraba el círculo. Un criollo redondo, como decimos, pues además con su pañuelo al cuello, lo que era como profesional en el oficio, lo era también en la vida. Y hemos compartido, además de la actividad periodística, hemos compartido estudios sobre nuestro nuestro litoral, sobre la historia, sobre la biodiversidad nuestra, de manera que ha sido un maestro para muchos de nosotros que somos un poquito más jóvenes. Así que lo recuerdo por su talento, por su fraseo, por su dedicación a la cultura regional, por sus convicciones nacionales antiimperialistas, ¿no? Porque es un hombre muy estudioso, pero con serenidad. Es decir, en las reuniones, en el centro de estudio nuestro, él formó parte del primer día de la Junta de Abya Yala por los Pueblos Libres. Él fue uno de los que debatió con nosotros el cambio de nombres, porque decidimos que América se llama Abya Yala, ¿no? Porque eso fue todo un debate que tuvimos entre gente de toda la provincia. Además, él estudió eso del guaraní. Vos recordás que en su programa solía saludar a la gente: ´Ñande gente porá´ … Entonces, en cada reunión que teníamos, sea de periodistas o de gente de la cultura, si estaba la voz de Mario Alarcón Muñiz, estábamos en un escalón superior, era otra dimensión, porque él tenía una condición especial, pero natural, para realzar la cosa, ¿no? Así fuera el acordeonista, el guitarrista, el poeta, la poesía tenía otra dimensión en la voz de Mario. Y después un hombre de palabra, ¿no? Y de cumplir con las cosas de él, de después un hombre de palabra, ¿no? Y de cumplir con las cosas del dedicado. Si la reunión es a las 7, a las 7 está Mario Alarcón. Esa condición que por ahí se ha perdido un poco, ¿no?”. Santiago Rinaldi (locutor) “Lo recuerdo como un gran maestro, como un compañero de ruta, de escenarios, de muchos años de compartir intimidades, aparte de la profesión, de intercambiar pensamientos, de coincidir; de no coincidir a veces… pero, fundamentalmente, como un ser humano íntegro, una persona íntegra en todo, en sus principios de vida, en los principios profesionales, en las condiciones, aptitudes y talentos de Mario Alarcón Muñiz. Porque no solamente lo demostró con la escritura, lo demostró con la palabra, con un excelente timbre de voz y dicción. Porque los que estamos ya algunos años en la profesión de la comunicación, es decir, audiovisual, consideramos fundamental lo que se dice, pero también está -no más importante- cómo se dice, condición que lamentablemente también se está perdiendo. Y Mario tenía todo eso… Mario, la aseveración de sus convicciones, sus opiniones, las informaciones, las daba con una actitud categórica que ayudaba considerablemente a generar la confianza del público, de los públicos, a donde se dirigió”. Según sus amigos de siempre, a Alarcón Muñiz le gustaba el periodismo y lo asumía con contracción al trabajo. Pocos podrían exponer un almanaque preciso para ejercer el oficio de contrapoder. Por eso los gobernantes -en general- lo tenían ahí nomás, cuando no lo censuraban. Pero cada vez que eso ocurría, el periodista se fortificaba y salía con más fuerza a reafirmar sus conceptos. Carolina Alarcón “Él trabajó mucho a través de los medios de comunicación, mucho por lo que él, como digo, lo que él pensaba, lo que él creía, y también por nuestra cultura. Defendía mucho nuestras raíces, la cultura entrerriana, nacional. Creo que se declaraba bastante antiimperialista, sí, creo que sí, ¡así es! Y por ahí también le preocupaba… yo el otro día estaba casualmente leyendo algo de él, le preocupaba mucho esto de que él decía como que sentía que el que se estaba fusionando, en esto de la globalización, ¿no? Había como una fusión cultural, y que en algún punto había una pérdida de la identidad en esa función y en esa globalización. De hecho, había una frase de Mahatma Gandhi, que él por ahí la mencionaba, que tenía que ver con esto de que él decía, parafraseaba, ¿no? Y decía: ´No quiero una casa amurallada ni con ventanas cerradas, quiero una casa donde soplen todas las culturas y no ser barrido por ninguna de ellas´”. Antonio Tardelli “Yo a Mario lo conocía de mentas y un día lo designan, no recuerdo exactamente si director de Canal 9 o subsecretario de Cultura, no sé, no me acuerdo qué… en el primer gobierno de Montiel… no me acuerdo qué cosa fue de primera, ¿no? Pero para mí, Mario no era un tipo para ser funcionario público. Mario era un periodista, Mario era un animador, y si bien, este, desempeñó esa tarea con probidad y con mucha honestidad, sobre todo, él, básicamente, era un tipo que se lucía estando en cámara, entrevistando a alguien, haciendo un comentario, o encima de un escenario. Los dotes de Mario como como animador son bien conocidos, ¿no? Y a veces Mario podía escapar, ¿no? A veces, siempre podía escapar de esa cosa de superficialidad que pueden tener algunos animadores o algunos presentadores sobre el escenario. Mario era un tipo que era capaz de levantar una multitud para presentar a un cantor, pero, al mismo tiempo, ser lo suficientemente profundo para, qué sé yo, para recitar una poesía que fuera oportuna al momento en cuestión. Yo me acuerdo que cuando Mario empezó a trabajar en el canal como director o como jefe de algo, no lo recuerdo exactamente, nosotros éramos un grupo de periodistas muy jóvenes y muy inexpertos. Y él nos decía, ¿ustedes piensan que las noticias mueren en la Casa de Gobierno o en Tribunales o en la Legislatura? Salgan de ahí, váyanse a buscar noticias de otro lado. Porque nuestra cabeza estaba como un poco formateada para eso. Y el tipo tenía muchos años de oficio de periodista y decía, sepan encontrar la noticia en otro lugar, en la calle, en un centro cultural, en un barrio. En ese sentido, Mario nos enseñó mucho”. Roberto Romani “Después de esa primera experiencia en Radio Gualeguay, nos fuimos encontrando en distintas etapas, pero fundamentalmente ligadas a la literatura y a la música. Él fue un gran difusor de toda la cultura de Entre Ríos, ¿no? Y comenzamos a compartir los escenarios en Gualeguay, después alguna otra fiesta en Paraná, en Concordia, y de pronto tuve la oportunidad de compartir casi 20 años con él la animación del Festival Nacional del Chamamé de Federal. Esa fue, este, una instancia hermosa, ¿no? Porque no solamente compartíamos el desafío del escenario, de ser animadores, presentadores de la fiesta, sino que estábamos en todo. Estábamos también en el desafío de arrimarnos a aquellas actividades culturales que acompañaban el festival. Y hay cantidad de momentos muy felices que compartimos mientras disfrutábamos de la animación… íbamos evocando a poetas queridos y mucha gente se va a acordar que a veces jugábamos, ¿no? A veces recitábamos poemas entre los dos, nos desafiábamos con algunas coplas populares que íbamos improvisando, y luego teníamos un método muy lindo, porque él me decía, mirá, yo voy a terminar palabras con Entre Ríos. Entonces, yo tenía que comenzar mi poema con Entre Ríos. Y a la recíproca: le decía mi poema va a terminar con ´feliz´. Y entonces Mario decía, ´feliz de estar con ustedes´. Así que era como un juego; nos divertíamos mucho y yo aprendí muchas cosas de esa personalidad y de ese estilo en la animación y en la presentación de espectáculos que pudo realizar Mario desde los 40 años, casi casi hasta el final de sus días, ¿no?”. Manuel Lazo “En cuanto a los tiempos compartidos, bueno, yo fui locutor de carpeta, muy poca publicidad grabada había en aquel tiempo, eran grabadores de cinta abierta. Así que, la mayoría de los comerciales en los programas de radio se hacían con carpeta. Mario era un gran profesional para dar pie al locutor o a la locutora. Yo fui uno de los locutores. Después dejé la carpeta comercial y pasé a la locución de informativos, que también había que… teníamos la linotipo, pero nos llegaban los canastos. Tengan en cuenta que era el medio más importante la radio. Y Mario nos enseñó lo que era refritar una noticia, porque había instituciones o, en fin, noticias que llegaban redactadas desde el origen no periodístico. Y entonces, nosotros teníamos que refritarla para la lectura y de un informativo”. Santiago Rinaldi “De compañero en el trabajo era lo más sencillo y agradable, porque -en mi caso-, donde yo más traté y trabajé con Mario fue en los escenarios, que fue destacadísima su trayectoria. Y en el escenario te encontrás con el ego que la persona tiene al enfrentar el público, porque hay que enfrentarlo no para discutir, sino para tener coraje, personalidad, autoridad profesional, siempre… no porque él para sobrepasar a nadie, porque ya de por sí el trabajo nos da el privilegio de estar en ese lugar central, ¿no? … Ante tanta gente… Y Mario tenía la simpleza y la humildad de ir manejando la noche como ambos, de decir, lo decidiéramos, él nunca impuso una forma de trabajar, no solamente conmigo, con cualquier otro colega que le tocó estar en el escenario”. Mario Alarcón Muñiz era, fundamentalmente, un hombre de radio. Por su espacio clásico, como fue “La Calandria”, transitaron los temas históricos de la región, la literatura y la buena música litoraleña. Cada uno de los exponentes tenía su lugar y era un escalón para crecer y afianzarse artísticamente. Roberto Romani “Hay cantidad de anécdotas con Mario. Él siempre empezaba contando esa experiencia tan linda que él vivió en Buenos Aires, porque él nació en Victoria, hizo la escuela primaria en Gualeguay y estudió en la Escuela Superior de Periodismo de Buenos Aires, después estuvo en el diario ´Pregón´, después en el diario ´Debate´, después en Radio Gualeguay, después en el diario ´Concordia´, después en Canal 9, televisora entrerriana, trabajó en El Día de Gualeguaychú, en Radio Nacional Gualeguaychú, en la Agencia Periodística Federal, y después en los últimos años, además de colaborar con un fin, un sinfín de medios, llevó adelante ´La Calandria´ primero, en una etapa muy muy feliz en LT 14, Río General Urquiza de Paraná, y posteriormente en la radio de la Universidad de Entre Ríos. Esa Calandria que todavía sigue cantando a través de sus hijos, que lo llevan adelante con la misma pasión y el mismo cariño que lo hacía Mario. Pero, digo, hay cantidad de anécdotas, ¿no? Una de ellas tiene que ver con el festival de Federal. Al terminar la tarea siempre tipo 5 de la mañana, no antes, 5 a veces un poquito más, pero no antes de las 5 de la mañana… este… claro teníamos que comer algo, así que el asador, que era el último que se quedaba y el cantinero, nos esperaban a nosotros casi, no quedaba nadie a esa altura, ¿no? La gente que estaba juntando sillas, ordenando todo y nosotros en una mesita comiendo un pedacito de asado. Así que el asador nos dejaba algo preparado ahí en la parrilla, Y el cantinero, claro, nosotros no éramos de encuentros breves. Nos poníamos a conversar de las anécdotas de lo vivido esa noche y en otros festivales, y Mario hacía cuentos de toda su rica vida y Santiago lo propio, y yo aportaba lo mío, y algún otro que se acercaba a esa mesa y a veces se acercaba al músico. Me acuerdo por ahí llegó ´Monchito´ Merlo con su acordeón, charló un rato con nosotros y después tocó unos chamamecitos. Pero, digo, se alargaban las noches. Así que una vez el cantinero ya un poco cansado me dice, me llama aparte, yo ya estaba en la función pública, estaba como secretario de Cultura. Me dice, mire Roberto, yo me voy a dormir porque estoy muy cansado, pero yo le dejo la llave a usted acá de la cantina. Bueno, le digo, muchas gracias. Imagínense cuando yo le comenté a Mario, este, que yo estaba a cargo de la llave de la cantina, bueno, nos reímos mucho, nos alegramos. Pero, después con el tiempo, cada vez que íbamos a darme una conferencia, que yo lo iba a presentar a él o él me presentaba a mí con motivo de la aparición de algún libro, me decía por lo bajo, no te olvides que vos fuiste cantinero del festival del Chamamé. Esto habla también del sano humor que tenía el querido Mario”. Soledad Castañares (actual conductora del programa “La Calandria”) “Yo lo conocí muy poquito de compartir en el día a día, porque yo vine a vivir a Entre Ríos en el año 2015. Yo soy de Buenos Aires, y le conocí a Mario en persona y que empezamos a conversar en el ´16, y ya él un poco… un tiempo después empezó a andar mal. Entonces, no era tanto por ahí lo que podíamos conversar. Sí, por supuesto, las historias que iba contando en ese tiempo que, bueno, que pudimos charlar y compartir eran sumamente enriquecedoras y muy atrapantes en lo que teníamos en la vida cotidiana. Pero, después él empezó a estar un poco peor de salud y fue más un acompañamiento de una persona que iba necesitando un sostén, podría decirte. Entonces, como familia, nos fuimos encontrando con esa situación y por ahí, o sea, mi contacto con él fue más desde ese momento hasta que, bueno, terminó empeorando su salud y falleció. Pero… teníamos una relación muy íntima en la que las palabras eran bastantes escasas porque él tenía algunos problemas para comunicarse ya en el último tiempo. Pero, de mucho cariño, y te indicaba, pues, no sé, algún programa para escuchar, algún libro, algo para hacer que como que seguía haciendo esa función de maestro y de enseñarte, pero en la manera en la que le era posible hacerlo en ese momento. Entonces, bueno, el recuerdo, digamos, es un compañero y en los mates también, que llegaba un momento del día en que siempre quería tomar unos mates y poder charlar. Y bueno, esa enseñanza para mí fue también porque todo lo que él, o sea, todo lo que la gente cuenta y dice de él, yo lo puedo saber por testimonios de otras personas, pero mi vivencia fue muy distinta, porque ya lo conocí en otras condiciones también. Y bueno, debo decir que hasta en esas condiciones que por ahí es lo que la mayoría desconoció en ese último tiempo, era una persona generosa, amable, muy dulce, muy compañero y amoroso con toda la familia”. Antonio Tardelli “Donde hubiera una actividad cultural, Mario iba a estar como organizador, como promotor, como agente de la cultura, o como presentador, o simplemente dando una mano. Y lo que hizo con ´La Calandria´ muchos años en la radio, ¿no? Yo recuerdo cuando murió Mario, a mí me daba mucha tristeza por un lado e indignación por el otro, el hecho de que un profesional como Mario estuviera expuesto a las mismas situaciones de precarización laboral que cualquiera de nosotros. Cualquiera de nosotros se la puede bancar, o un pibe que recién empieza, o un profesional que está haciendo sus primeras armas, nos la podemos bancar. Ahora, Mario Alarcón Muñiz, con una trayectoria impresionante, tenía que ir a buscar el aviso publicitario para pagar el espacio y hacer su programa, hacer la Calandria en esta radio, en la radio estatal o en alguna otra radio. Y a mí eso me parecía una señal tremenda de la precarización y de la falta de reconocimiento también de este medio para con gente que ha hecho cosas muy importantes”. Periodista, locutor, animador, fue también funcionario de Cultura de la provincia. Y como siempre, en cada lugar dejó su sello de profesionalismo, apertura y responsabilidad. Nunca pasaba desapercibido. Manuel Lazo Mario era un referente ineludible de la cultura entrerriana. Era una fuente de consulta. Gualeguay es Capital de la Cultura. Si bien él fue victoriense, pues nació en Victoria. Tenía mucho cariño, además, por esa ciudad, la ciudad de Gaspar (Lucilo) Benavento. Bueno, de hecho, tenía también un fuerte vínculo con Marcelino Román, que solía ir a uno de los festivales que se hacían en Gualeguay, que era ´Cantando en el río´. Pero, Mario se vinculaba todo el tiempo con gente de la cultura. Con gente del arte en general, y era un hombre de consulta, era uno más de ellos. Mario tenía una amplio, pero muy amplio conocimiento y por eso digo, era alguien… era un hombre de consulta”. Aldo Rotman “Para nosotros fue muy importante tener la posibilidad de tomar contacto con él. Ahí en 2013, cuando él tiene todo este problema, esta diferencia con LT 14… en principio nadie lo tenía muy claro porque lo que aparecía como argumento era una vieja deuda que tenía él por publicidad en LT 14, y eso ponía en cuestión su programa y la continuidad de él al aire en ese ciclo que estuvo tanto tiempo en LT 14. Paralelamente, él también sostenía que había una deuda y entonces… deuda con deuda para él compensaban las cosas y no había motivo para reclamo de nada. También había otro argumento ahí, por ese momento estaba Jorge Balay como director. Yo me acuerdo que había una necesidad de cambios, de programación, Había un argumento fuerte que en esa reacomodación de programación él ya no tenía cabida. Pero bueno, no fue tan sencillo porque hubo un montón de gente vinculada a la cultura que se levantó, que cuestionó esas decisiones, porque entendía que el aporte que hacía Mario desde la radio era muy importante”. Raúl Galanti “Yo incluso intenté reunir algún grupo de gente que ya no estábamos en la radio para para tratar de brindar el apoyo y ver qué posibilidades de generar alguna movida para que se revirtiera esa decisión. Por supuesto que es inaceptable que haya pasado lo que pasó. Mario debió ser tratado como un verdadero personaje de la radio en todo momento, porque lo era. Te dije, él prestigiaba el medio en el que estaba. Si hay que hacer una cosa o tomar una decisión de esas características con él, lamentable”. Tirso Fiorotto “Así que lo recuerdo con el mejor aprecio, como un maestro, como un amigo y como una persona que ha marcado al periodismo entrerriano, de manera que la juventud, las chicas, los muchachos que estudian, debieran saber cómo ha actuado Mario Alarcón Muñiz, cómo ha enfrentado al poder, porque no era un hombre de estar peleando permanentemente, pero sí con las convicciones, de manera que frente a cada acto de censura, chau, si te he visto o no me acuerdo, hasta luego… he sido censurado y me voy a otra parte. Bueno, esa conducta que no es fácil, no porque eso significa tener después dificultades económicas, es muy sencillo. Y eso tanto en la dictadura como en la democracia. Por todos lados hemos tenido censura, ¿no? Es muy es muy habitual la censura que obliga a veces a la autocensura. Bueno, Mario Alarcón ha mostrado una condición para hacer pata ancha, ¿no? Y no dejarse arrastrar. Él sostenía, siempre se dejaba llevar por una visión que yo comparto plenamente y la aprendí de Mario Alarcón, que expresaba Mahatma Gandhi, ¿no? Él decía, ´no quiero mi casa amurallada con las ventanas cerradas, quiero que el aire pase´, ¿no? Y que todas las culturas pasen, pero que ninguna nos arrastre. Bueno, él repetía esta frase de Mahatma Gandhi y la sostenía, ¿no? Así que lo recuerdo con el mayor cariño a Mario Alarcón”. Manuel Lazo “Tenía gran pasión por la historia de Entre Ríos… indagaba, era un gran lector, pero no se dedicó a difundir lo que ya estaba escrito, sino también a investigar cosas de la cultura de Entre Ríos. Muchas cosas que hoy son conocidas gracias a la tarea de investigación y de difusión que Mario le dio. Así que, Mario fue -repito- un referente ineludible de la cultura, de la historia, del arte en general de la provincia de Entre Ríos. Mario respiraba el aire de esta provincia y la amaba entrañablemente y la inculcaba. Yo puedo contar esto que es una cuestión muy familiar, pero Mario se permitió el gusto de llevar un día… un día no… en realidad fue… le ocupó varios días a sus hijos recorrer toda la provincia, pero adviertan ustedes el amor que él tenía por su provincia y las ganas de transferir ese amor a no solamente a sus seres queridos, en este caso a sus hijos, sino en general al universo que ocupaba la radio o que ocupaba los medios en los que hablaba o en los que escribía”. Mario Alarcón Muñiz era frontal y profundo para decir las cosas. Y desde su lugar enfrentó al poder y generó debates que le sirvieron a la sociedad. Lo hizo desde el micrófono radial o televisivo, como también desde la Fundación Abya Yala, donde fue uno de sus fundadores. Aldo Rotman “Yo me acuerdo que casi como chiste cuando él llega, le digo, bueno, mire, acá en la radio, usted no es don Mario Alarcón Muñiz, acá es el papá de Lautaro… Lautaro, su hijo, ya trabajaba con nosotros. Hoy sigue al frente del programa ´La Calandria´, en la radio de la universidad, y fue un momento donde él compartió esa chanza y así fue. Lautaro y Mario trabajaron con nosotros durante mucho tiempo. Incluso Lautaro sigue, yo ya no estoy, pero, bueno, nos dejó esa esa posibilidad enorme de trabajar con él. Y entre otras cosas también así… me gustaría decir que él fue una persona generosa en cuanto a su capacidad docente”. Tirso Fiorotto “Difundiendo… Por un lado, las noticias, también con notas editoriales, marcando posición sobre distintos temas complejos de la política, la economía, la sociedad, la biodiversidad, porque era muy seguidor de los temas ecológicos, pero también muy dedicado al arte, ¿no? O sea, a la pintura, a la poesía, a la música, con su programa ´La Calandria´, ni Hablar, ¿no es cierto? Toda la vida, pero yo lo conocí de muy chiquito. Como yo soy de la zona de Larroque, la zona de campo, ¿no? siempre escuchábamos, Mario Alarcón Muñiz, que tenía un programa, recuerda, entre otras cosas, ¿no? En LT 38, se llamaba ´Espontánea´, y lo digo así porque él decía ´Espontánea´. Bueno, de manera que éramos seguidores, y yo recuerdo que íbamos a los espectáculos, cuando lo conduce Mario Alarcón Muñiz, el espectáculo tiene otro nivel, es así la cosa. Entonces, entre la gurisada nos preguntábamos quién era Mario Alarcón Muñiz, porque el famoso era Mario Alarcón Muñiz. Pero, te estoy hablando hace más de 50 años atrás, Yo era chico, de manera que siempre tuve un particular aprecio por su figura y después tuve la suerte que me dio la vida de ser su amigo, de formar juntos en un centro de estudios que duró muchos años, y estuvo muy participante, pero con fundamento, ¿no? No, no porque sí”. Carolina Alarcón “Él siempre decía cuando estaba vivo que no era muy, a ver… no es que le gustaba demasiado esto de que lo homenajearan o que, porque era una persona muy humilde, por sobre todas las cosas. Obviamente, que, si le hacían un homenaje, lo recibía con una gran satisfacción, con felicidad, con orgullo, seguramente, también. Pero, casualmente, cuando, bueno, cuando me llamaron para hacer la entrevista para este programa, Memoria Frágil, a mí no voy a… quizás suene muy edípico esto que voy a decir, pero me dio una gran alegría porque, bueno, me dio satisfacción de pensar que se lo estaba recordando, que se lo homenajeaba. Pero, bueno, él con ser recordado por la gente que lo quería, por sus colegas, por la gente, digamos, que se desenvolvía junto a él en su profesión, en su ambiente de la cultura y demás, él era muy feliz. De hecho, cuando él falleció recuerdo que recibimos un llamado de Raúl Barbosa, que era uno de sus amigos… este acordeonista tan famoso, que lo recordó con mucho cariño, con mucho afecto. Bueno, esas cosas, no porque fuera Raúl Barbosa, sino porque esas cosas de sus amigos, de la gente que él tenía cerca, de su entorno más íntimo y demás, que lo reconociera, él lo hacía muy feliz”. Santiago Rinaldi “En los viajes, inclusive compartidos con otros colegas y amigos, este, a él le encantaba contar esas anécdotas o bolazos que se sucedían como parte del folklore nuestro e identitario de nuestra gente, y los repetía, y volvíamos a reírnos y volvíamos a festejarlo. Había muchos. Una palabra que siempre me resuena… y que lo dije al terminar la entrega del reconocimiento que le hicieron a Roberto Romani el año pasado en Larroque, y que desde allá arriba está diciendo: ¡fantástico! Era un calificativo muy usado con él”. Manuel Lazo “Y como como valores tanto desde la profesión de periodista, como desde el escenario Mario inculcaba el valor de la palabra, del compromiso con la verdad, del fundamento, del estudio, de la lectura. En fin, fueron tantas las enseñanzas que me ocuparía mucho tiempo hacer referencia a ellas, ¿no? Pero, esto de los valores… bueno… y el compromiso con la gente, el compromiso con la verdad es el compromiso con la gente, y en eso Mario era insobornable. Quizás alguno no supo entender que Mario no respondía a ningún otro estímulo que no fuera al del periodismo, al del amor, al de la ética, quizás algunos no supieron comprenderlo. Bueno, y por eso su final radiofónico fue como muchos conocen”. Mario Alarcón Muñiz falleció en Paraná el 26 de octubre de 2019, a los 86 años. Ese día partió un hombre honorable, íntegro, de esos imprescindibles de una sociedad llena de injusticias, que esa voz siempre advirtió y denunció. Como pocos en este oficio. Antonio Tardelli “Me acuerdo de un artículo que publicó Mario, que tiene que ver un poco con la historia inicial de este canal en el que estamos hablando, que era cuando el Canal 9 es privatizado, y se lo venden a Alejandro Romay. Y había un programa especial, que era el primer programa especial del Canal 9 privatizado, que se hacía en un boliche de la zona de la Costanera. No me acuerdo cómo se llamaba. Sí recuerdo que lo conducía Sergio Velasco Ferrero, un animador muy conocido en Buenos Aires, pero que llegaba a Entre Ríos sin tener noticias de nada, ¿no? … Este… un día confundió a Urquiza con Pancho Ramírez, no sabía si en Entre Ríos estaban los Guaraníes, los Charrúas o los Tobas. Hizo una mezcolanza tremenda. Pero en uno de esos programas, el tipo dice, bueno, estamos en Entre Ríos, tierra de fulano, mengano, perengano, y del poeta Carlos Mastronardi, efectivamente, un extraordinario poeta entrerriano. El tipo dice en cámara, saludos a Mastronardi, y Mastronardi había muerto 15 años antes, y 15 años antes de que este analfabeto funcional llegara a Entre Ríos. Y Mario escribió un artículo extraordinario que se llamaba así en El Diario: ´Saludos a Mastronardi´, y lo destrozaba a este porteño ignorante que había venido a conducir un programa en la tierra de Urquiza, de Ramírez, de Juan L. Ortiz y de Mastronardi”. Soledad Castañares “Me gustaría que a Mario se lo recuerde siempre, por eso me parece importante hablar de él permanentemente o que se lo recuerde en espacios como éste. Recordar que fue una persona que siempre bregó por la verdad; que fue una persona que tuvo muchas dificultades para expresarse, que él siempre se expresó, pero que en muchos espacios intentaron callarlo… y también eso es importante recordar que -por ahí en esta- o sea, vivimos en tiempos de democracia, pero hay espacios en los que no podemos hablar con libertad”. Tirso Fiorotto “En este momento sobresalen los puteadores, ¿no? Los gritones. Estamos en un momento de gran decadencia, ¿no? De chicaneo barato, de pocos estudios, de hablar sin saber, ¿no? El mejor homenaje que se le puede hacer a Mario Alarcón Muñiz es estudiar, hablar con fundamento, valorar al espectador, no partidizarse fácilmente, ¿no? Y eso no se logra hoy, de manera que no se trata solamente de hablar de Mario Alarcón, sino de actuar como él querría que se hiciera, con responsabilidad. No hablar al pedo, que eso es lo que se acostumbra hoy, ¿no? Y no usar tantos términos agresivos, sino decir las cosas, pero con una serenidad, con una amistad, ¿no es cierto? Porque no deja de ser el otro, que a lo mejor es adversario, un hermano con el cual se convive. Bueno, yo no he escuchado a Mario Alarcón decir un insulto, ¿no? Y hoy es lo que se acostumbra, de manera que no… hoy estamos en las antípodas de Mario Alarcón Muñiz, ¿no?”. Manuel Lazo “Fue un referente para quienes decidieron ejercer el periodismo con seriedad y sin responder a otro interés que no sea el del compromiso con la gente. Me parece que este es el legado de Mario, ¿no? Mario era un tipo insobornable, quizás muchos no supieron comprender este valor de Mario y ésta debería ser la influencia para las generaciones actuales de periodistas. Mario era insobornable en todos los aspectos. Y no lo comprendieron; no supieron entenderlo. Y, lamentablemente, por esto de no comprenderlo, su final radiofónico fue como fue”. Raúl Galanti “Creo que merece más. Creo que merece más. Mario, ya te digo, era un imprescindible. La gente que va a los festivales y lo ha visto conducir tiene en su memoria lo que él significó para cada uno de esos encuentros culturales… al fin y al cabo, a los que él le aportaba tanto, pero no solamente desde el contenido, no solamente desde la difusión de nuestros poetas, sino también desde lo estrictamente técnico, su andar, su presencia, su voz, su forma de hablar. Hacía todo esto… hacía un combo de contenido y continente que lo convirtieron en un distinto, en un difícil de reemplazar”. Mario Alarcón Muñiz: “He dicho reiteradamente, a lo largo de tantas veces, que he conversado con ñande gente (mi gente), que, si la radio no integra, si la radio no acerca, si la radio no junta… la radio no sirve. Y, nosotros, creemos estar sirviendo”. Memoria Frágil: Mario Alarcón Muñiz, ese periodista de pluma y palabra justa
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