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Concordia » El Heraldo
Fecha: 07/06/2025 18:10
Hoy es el día del periodista y quiero especialmente saludar a Federico Odorisio, uno de los mejores profesionales del ámbito local, que sufrió, a principios de este año, la expulsión de “Radio Ciudadana”, la Radio pública de Concordia (89.7), un acontecimiento que significó para el público, para la ciudadanía y para muchas organizaciones sociales y de derechos humanos, un claro mensaje de silenciamiento de la libertad de expresión, con la excusa de la reestructuración de la radio, que al fin y al cabo solo ha significado el empobrecimiento de un medio que tenía una gran vitalidad y fuerza .y que lo posicionaba como uno de los más escuchados de nuestra ciudad. Hoy tiene amplios espacios de música en una programación en la que antes de la intervención, expresaba libre y vigorosamente todas las voces de la sociedad. Los objetivos de la intervención de dar mayor participación a los actos de gobierno y de licitar los espacios, una especie de privatización con la que ya no se diferencia del resto de las radios comerciales y que ni siquiera han logrado, a juzgar por el reclamo de las concejalas Claudia Villalba y Yaysa Pessolani Bechet de la ausencia de funcionamiento de la Comisión administradora de la radio pública, que nunca ha podido reunirse en pleno para poner en práctica la ordenanza. Es que no ha sido otro el objetivo que la parálisis de la radio, el vaciamiento de su contenido. Yo era un oyente de esa radio, todas las mañanas disfrutaba de los análisis punzantes de la realidad política y social, de las entrevistas incisivas, incómodas para gobernantes y funcionarios, con repreguntas lúcidas y molestas, rara avis en un periodismo cooptado por el Poder y los intereses económicos. Disfrutaba de las investigaciones sesudas, fundadas y contundentes de Federico Odorisio, una actividad periodística de alta calidad que tampoco abunda en nuestra ciudad. En cambio el gobierno municipal y el oficialismo en el Concejo deliberante proponían para la Radio un mayor lugar para la lectura de gacetillas de actos de gobierno que glorificaran el remiendo de los bacheos para aburrir mortalmente a la audiencia. El silenciamiento y expulsión de Odorisio en la radio pública no solo fue, este año, un penoso acto de agresión contra el periodismo, además de una afectación laboral, sino que significó, fundamentalmente, una privación a los oyentes de una información de calidad a través de un periodista con una elevada formación. Es que desde siempre, los gobiernos temen al periodismo como acto de libertad. Prefieren los sonidos del silencio. Ninguna investigación que importune, entrevista que incomode o información que irrite. Un periodista comprometido, independiente, incisivo, no cuaja en la reestructuración de la radio, es mirado con recelo. Prefieren, como vimos azorados, también ese año, sujetos inmorales como Joni Viale, estafando a la audiencia y a la profesión, en una entrevista televisiva que dejó al desnudo la degradación de los medios al servicio del Poder. O prefieren, antes que el buen periodismo que deje al desnudo la verdad, el mundo irregular de las redes antisociales, donde obscenamente un ejército de trolls pagos, las inundan de fake news . Es por esas razones que en el día del periodismo, profesión honrada por grandes hombres desde Mariano Moreno hasta Osvaldo Bayer y un ícono como Rodolfo Walsh, quiero solidarizarme, a través de Federico Odorisio, con todos los periodistas que sufren persecución por las manifestaciones libres de sus ideas, de la búsqueda de la verdad y creo necesario denunciar con vehemencia los actos de censura que constituyen actos antidemocráticos, ya que la libertad de expresión y de prensa son los pilares de la vida democrática, sobre todo en las Radios y los medios públicos en las que debe imponerse , como un derecho de todos, por sobre los criterios de los intereses empresarios y comerciales. Los medios públicos deben representar la posibilidad de escuchar todas las voces, de garantizar ese derecho, contra todo silenciamiento, contra toda represión del pensamiento.
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