07/06/2025 15:17
07/06/2025 15:16
07/06/2025 15:14
07/06/2025 15:13
07/06/2025 15:13
07/06/2025 15:12
07/06/2025 15:12
07/06/2025 15:12
07/06/2025 15:12
07/06/2025 15:12
» Misionesparatodos
Fecha: 07/06/2025 07:47
Este 6 de junio terminó la visita del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, a Francia, en la cual protagonizó un intenso diálogo con su homólogo, Emmanuel Macron, sobre el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur. El diálogo parece estancado y, aunque Lula apela a la amistad para lograr un pacto antes de fin de año, Macron pone condiciones. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, continúa con la presión para cerrar el acuerdo comercial más ambicioso de los últimos años del Mercosur ante un Macron que sigue con dudas. París fue testigo del cierre de la visita oficial emprendida por Luiz Inácio Lula da Silva en Francia – la primera vez que un mandatario brasileño pisa territorio francés en 13 años –. Lula terminó su gira con un sabor amargo, que atribuyó a la "falta de sensibilidad" francesa, tras la renovada negativa del Gobierno a ratificar el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur. "¿Por qué no puedo comprar un día un pollo brasileño, y luego uno francés? Hay una falta de sensibilidad, de interés, de parte de los productores franceses", expresó el líder brasileño ante los medios durante la clausura del foro empresarial franco-brasileño, en la capital francesa. Durante el foro, los inversores anunciaron el compromiso de un conglomerado de empresas francesas para invertir más de 17.000 millones de euros en Brasil a partir del 2026. Sin embargo, este paso adelante en la relación bilateral no parece ser suficiente para el presidente brasileño. Hasta el próximo diciembre, Lula ostenta también la presidencia del bloque económico del Mercosur – compuesto por los fundadores Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay – por lo que el mandatario se ha puesto la meta de finalmente cerrar el acuerdo comercial, que lleva fraguándose durante más de 20 años, en los siguientes meses. El presidente de Francia, Emmanuel Macron (C), habla previo a una cena de Estado con su homólogo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva (I), en París el 5 de junio de 2025 © Ludovic Marin / Pool/AFP En su intervención, Lula añadió que el acuerdo entre el bloque europeo y el suramericano será "una demostración ante quienes quieren derrotar al multilateralismo", insertando de nueva cuenta la idea de que el Mercosur puede ser un nuevo aliado del Viejo Continente ante la nueva postura económica y política en Estados Unidos. "El mundo no quiere tener un 'sheriff', el mundo no tiene dueño, cada país es soberano y hace lo que entiende", sentenció el brasileño. "Compañero Macron": Lula apela a su amistad para convencer al presidente francés Desde hace meses, Lula ha sido el presidente suramericano más activo en las negociaciones para finalmente concretar el acuerdo entre ambos bloques regionales, especialmente cuando se trata de dialogar con el mandatario francés, Emmanuel Macron, que ha sido el principal obstáculo dentro de Europa para finalizar el tratado. En su alocución del 6 de junio, el líder brasileño se refirió a su homólogo francés como "compañero Macron", instándolo a repensar su posición y dar luz verde a "un acuerdo que el mundo necesita". La posición de Lula para negociar, al menos públicamente, con Macron varía entre dos actitudes casi que diametralmente opuestas: entre las constantes recriminaciones hacia la negativa del francés y el uso de su afinidad ideológica y amistad para intentar convencerlo. "Me voy a aprovechar de la amistad que tengo con Macron y le voy a llamar todas las semanas y le diré: 'Macron, mi amigo, mi compañero, vamos a hacer el acuerdo", dijo el presidente latinoamericano, en su característico tono bromista. Apenas ayer, el 5 de junio, Lula le pidió a Macron que "abriera su corazón" para firmar el acuerdo, además de avisar que "no abandonará la presidencia del Mercosur" sin haber logrado que se cierre el tratado comercial que englobaría a un mercado intercontinental de 700 millones de personas. El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, y su par francés, Emmanuel Macron (I), tras una reunión bilateral durante la cumbre del G20 en Rio de Janeiro, el 18 de noviembre de 2024 © Ludovic Marin / AFP/Archivos A pesar de ello, el brasileño cambió su tono cuando comenzó a abordar los meses que le quedan como presidente, rotativo, del Mercosur, urgiendo al presidente francés a que firme el acuerdo en los próximos seis meses. Las exigencias de los agricultores, el escudo de Macron Aunque la actitud de Lula busca apalancar el acuerdo con la UE en la afinidad personal con el líder francés, Macron continúa firme en la negativa de su Gobierno, argumentando la existencia de múltiples dudas alrededor de las condiciones entre los agricultores europeos y los suramericanos; la principal discordia entre ambas partes. En una entrevista con la televisión brasileña, Macron mencionó que solo firmaría el acuerdo si se introducen unas "cláusulas espejo o de salvaguarda" para nivelar las condiciones de producción en los dos lados. Desde el inicio, la posición francesa reclama que los agricultores europeos están sujetos a estrictos estándares de calidad y de salvaguarda ambiental, por lo que competir con sus homólogos latinoamericanos, con reglas más laxas, sería desigual. © France 24 El presidente francés alega que sus peticiones no son proteccionistas, sino "de justicia y coherencia", explicando que si los agricultores europeos tienen que someterse a estrictos controles de producción, los que quieran exportar a Europa "deberían hacerlo bajo las mismas condiciones". Las palabras más recientes de Macron recuerdan a las que pronunció apenas hace un día, cuando hizo hincapié en que el acuerdo no beneficia a ningún bando en su forma actual. "El acuerdo, tal y como está, no es bueno para el medio ambiente ni justo con los agricultores franceses y del resto de Europa", señaló el presidente francés el pasado 5 de junio. Por Maximiliano Pérez Gallardo-France24
Ver noticia original