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Parana » Informe Digital
Fecha: 07/06/2025 03:21
Esta semana, una compleja investigación de la Policía Bonaerense permitió desarticular una banda narcotraficante que operaba entre Uruguay y Argentina. Seis personas fueron detenidas durante seis allanamientos llevados a cabo en las localidades de Villa Ballester y José León Suárez, acusadas de formar parte de una organización criminal dedicada al contrabando de cocaína de alta pureza. La acusación fue formulada por la jueza federal Alicia Vence y su secretario, Hernán Roncaglia. Según las investigaciones, los implicados simulaban ser una familia tradicional, viajando incluso con menores, dos hijos de uno de los miembros, de 18 y 10 años, como parte de una estrategia para ocultar sus actividades ilícitas. Así realizaban viajes hacia Paysandú, Uruguay, donde adquirían la droga que luego transportaban a Argentina. Un punto crucial en la ruta del contrabando era la ciudad de Concepción del Uruguay, en Entre Ríos. Desde allí, se enviaban los cargamentos a Buenos Aires, camuflados en vehículos diseñados especialmente para el tráfico de drogas. La cocaína presentaba un distintivo particular: se encontraba en panes con la silueta del colibrí de las líneas de Nazca. “El Viejo” y el osito de peluche El presunto líder de la organización, Jonathan Romero, de 34 años, fue detenido mientras se desplazaba por el peaje de Zárate en una camioneta Volkswagen adaptada para ocultar estupefacientes en sus paneles. En el interior del vehículo llevaba 13 kilos de cocaína, que según la investigación, habían sido cargados en Entre Ríos. El vehículo fue interceptado a la altura del kilómetro 95 de la ruta 12, en Zárate. Al revisar el auto, los agentes encontraron la cocaína oculta en los cuatro paneles de las puertas. En el vehículo había cañas de pescar y pelotas, para dar la apariencia de que se trataba de un viaje recreativo, según indicó un detective del caso. Durante los allanamientos, se confiscó un objeto insólito: un osito de peluche rosa donde se escondía parte del dinero obtenido por la venta de drogas. En su interior, la policía halló 98 mil dólares en efectivo. Este muñeco formaba parte de la fachada familiar que la banda utilizaba para no llamar la atención. Uno de los detenidos, Juan Carlos Luna, conocido como “El Tano”, de 68 años, es tío del cabecilla y también estaba involucrado como transportista de la droga. Viajaba con su hijo y su nuera, quienes también quedaron detenidos. Tras enterarse de la detención de su esposa, Luna intentó escapar, pero fue capturado en José C. Paz gracias a escuchas telefónicas. Tecnología, rutas clandestinas y armas La investigación incluyó intervenciones telefónicas en cuatro líneas, que aportaron 2160 horas de grabaciones. Además, se emplearon herramientas tecnológicas como el sistema satelital, que permitió rastrear los movimientos transfronterizos de los vehículos. Según un informe judicial, en abril se realizaron dos viajes, ingresando por el Puente Bancalari con destino final en Paysandú. La banda no solo utilizaba rutas oficiales, sino que también operaba a través de pasos náuticos ilegales, aprovechando zonas fluviales poco controladas en Tigre. Este mismo corredor es usado por otras organizaciones criminales, como la banda uruguaya que excavó un túnel para intentar asaltar un banco en San Isidro. Durante los allanamientos, la policía confiscó varias armas de fuego: un pistolón, una escopeta, un revólver y una considerable cantidad de municiones. Todos los detenidos quedaron a disposición de la Justicia Federal, imputados por tráfico de estupefacientes, agravado por la cantidad de participantes y la utilización de menores en sus operaciones. Elonce
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