06/06/2025 22:13
06/06/2025 22:13
06/06/2025 22:13
06/06/2025 22:13
06/06/2025 22:13
06/06/2025 22:13
06/06/2025 22:13
06/06/2025 22:10
06/06/2025 22:10
06/06/2025 22:10
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 06/06/2025 10:31
Un billete de 1.000 pesos es intercambiado en una tienda de Buenos Aires, Argentina, el 29 de julio de 2022. REUTERS/Cristina Silles Cuando en noviembre de 2017 apareció el billete de $1.000 con la imagen del hornero, fue recibido como un símbolo de la inflación persistente, pero también como una solución práctica frente a la creciente necesidad de efectivo para operaciones cotidianas. En aquel entonces, el billete de mayor denominación del país alcanzaba para llenar un changuito con alimentos básicos, pagar una cena para dos personas en un restaurante promedio o cubrir el costo de un tanque lleno de nafta súper. Casi siete años después, ese mismo billete ha perdido gran parte de su poder de compra. La inflación acumulada desde su emisión supera el 3.200%, según estimaciones privadas, y su valor real se ha licuado hasta representar apenas una fracción de lo que podía adquirirse en 2017. Hoy, el billete de $1.000 no alcanza para comprar un kilo de carne o una botella de aceite. Qué se podía comprar en 2017 con $1.000 Cuando el hornero salió a la calle, en diciembre de 2017, el tipo de cambio oficial era de $17,40 por dólar. Por lo tanto, el nuevo billete equivalía a unos USD 57. En ese contexto, $1.000 permitían: Comprar 7,8 kilos de asado (costaba $129 por kilo, según el Indec) Pagar 18,1 botellas de aceite de 1,5 litros ($55,11) Cargar más de 46 litros de nafta súper . ($21,38) Adquirir 100 pasajes de colectivo . ($10) Comprar 48 kilos de azúcar ($20,70) Llevar 49 paquetes de fideos tipo guisero (costaba $20,34) En los supermercados, $1.000 alcanzaban para una compra semanal básica para una persona: leche, pan, fideos, arroz, frutas, verduras, huevos y algo de carne. Qué se puede comprar hoy En junio de 2025, la situación es completamente diferente. El billete de $1.000 se ha convertido en una unidad mínima de valor, útil apenas para transacciones de bajo monto. Con una inflación que sigue erosionando el poder adquisitivo mes a mes. Hoy, con $1.000 se puede comprar: 0,1 kilos de asado (cuesta $10.761,34 en promedio) 0,2 botellas de aceite de 1,5 litros ($4.058,26) 0,84 litros de nafta súper . ($1.186) 2,11 pasajes de colectivo . ($472,17 en CABA) 0,9 kilos de azúcar ($20,70) 0,7 paquetes de fideos tipo guisero (costaba $20,34) La pérdida del poder adquisitivo del billete de $1.000 es un reflejo directo del proceso inflacionario que afecta a la economía argentina desde hace años. Entre noviembre de 2017 y mayo de 2025, la inflación acumulada, según las mediciones del Indec, es de 7.000 por ciento. Aunque nominalmente el billete de $1.000 sigue siendo una de las denominaciones más altas, en términos reales el billete de $1.000 quedó desactualizado hace tiempo. Hoy, no solo resulta insuficiente para compras medianas, sino que también genera complicaciones logísticas para quienes manejan grandes volúmenes de efectivo. Según datos del Banco Central, a mediados de 2024, el billete de $1.000 representaba más del 50% del total de billetes en circulación. Esto implica una gran cantidad de papel físico para cubrir operaciones corrientes, tanto para los bancos como para el comercio minorista. Esta problemática llevó a la necesidad de emitir billetes de mayor denominación para facilitar las transacciones y reducir la carga operativa. Así, en mayo de 2023 se lanzó el billete de $2.000 y justo un año más tarde entró en circulación el de $10.000. Finalmente, en noviembre de 2024, salió a la calle el de $20.000. Todos, claro está, han perdido poder de compra desde su lanzamiento. El presidente de la Nación, Javier Milei, había anunciado también que lanzaría el billete de $50.000, pero por el momento el BCRA no ha confirmado que vaya a avanzar con una mayor denominación. Lo cierto, es que la escasez de billetes de alto valor afecta la fluidez del comercio, obligando a los consumidores a portar grandes fajos de dinero y a los comerciantes a gestionar volúmenes crecientes de billetes de bajo valor.
Ver noticia original