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  • Cirugías estéticas: cuáles son los pasos de seguridad recomendados antes de entrar al quirófano

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 05/06/2025 18:49

    La cirugía plástica es una intervención programada, por eso el paciente debe llegar al quirófano en óptimas condiciones de salud general (Imagen Ilustrativa Infobae) Someterse a una cirugía estética no solo requiere de una decisión individual o de un deseo de cambio físico. Involucra una serie de pasos médicos previos que resultan determinantes para minimizar riesgos y garantizar que todas las etapas, desde la prequirúrgica hasta la recuperación, transcurran de manera adecuada. Desde estudios clínicos hasta el entorno donde se realiza la intervención, cada paso debe ser planificado con precisión. Para profundizar sobre los aspectos a tener en cuenta antes de un procedimiento quirúrgico, Infobae consultó a expertos que integran la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (SACPER). Qué tener en cuenta antes de una cirugía plástica La planificación médica, los estudios clínicos y la evaluación nutricional resultan determinantes para reducir complicaciones y lograr una recuperación exitosa (Imagen Ilustrativa Infobae) “La cirugía plástica, a diferencia de las cirugías de urgencia, es una cirugía electiva y programada. Esto significa que se elige el momento para realizarla y, por lo tanto, el paciente debe encontrarse en un estado óptimo de salud antes de entrar al quirófano”, señaló a Infobae el cirujano plástico Juan Manuel Seren (MN 107.174). La cirugía plástica atraviesa una etapa de crecimiento a nivel mundial. De acuerdo con la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS), en 2023 —último año con datos disponibles— se realizaron 34,9 millones de procedimientos, tanto quirúrgicos como no quirúrgicos, lo que representa un aumento del 3,4%. En particular, las intervenciones quirúrgicas crecieron un 5,5%. Ante este incremento global, es fundamental tener en cuenta las medidas de seguridad necesarias, como el preoperatorio, que debe comenzar con una evaluación integral. Seren subrayó que esta etapa es ineludible. “Es importante entender que los resultados de estos estudios deben ser perfectos. No es admisible realizar una cirugía con valores en el límite en el coagulograma, la hemoglobina o el hematocrito”, advirtió. El especialista, creador de la técnica de Rápida Recuperación Mamaria (ERABAS), remarcó que estas exigencias son fundamentales para reducir riesgos durante y después de la intervención. Estudios de laboratorio como coagulograma y hemoglobina deben mostrar valores normales antes de avanzar con una cirugía estética (Imagen Ilustrativa Infobae) En diálogo con Infobae, la médica especialista en cirugía plástica y estética , Griselda Seleme (MN 80.033), también enfatizó en el paso ineludible de estudios prequirúrgicos. “Todas las cirugías, incluso las mínimamente invasivas, deben contar con estudios prequirúrgicos que comprendan análisis de sangre (como evaluación de glóbulos rojos y coagulación) y evaluación de riesgo cardiológico con electrocardiograma (ECG)”, explicó. Según el caso, estos exámenes pueden incluir imágenes específicas, como mamografía y ecografía mamaria en cirugías de mama, o radiografía de tórax cuando el procedimiento lo justifique. En la misma línea, el médico especialista en cirugía plástica y reparadora, Alfredo Romero (MN 105550) detalló que “todo paciente debe realizarse un análisis de laboratorio completo, incluyendo serologías, que son análisis de sangre que detectan la presencia de anticuerpos o infecciones previas o activas". Además, es crucial una evaluación cardiológica con ECG con riesgo quirúrgico. Según la complejidad, “pueden sumarse tomografías, resonancias o ecografías específicas”. El rol de la nutrición y los factores de riesgo en la recuperación quirúrgica Una dieta rica en proteínas mejora la cicatrización, fortalece el sistema inmune y contribuye a una recuperación más eficaz (Imagen Ilustrativa Infobae) El estado nutricional del paciente es un componente clave en el proceso quirúrgico, aunque muchas veces no se lo considere con la misma atención que a los estudios de laboratorio. Para Seren, la relación entre alimentación y seguridad es directa: “Es importante que el paciente tenga una dieta equilibrada y, sobre todo, rica en proteínas. Las proteínas son el ‘cemento’ necesario para una adecuada y correcta cicatrización”, declaró. La importancia de este factor también fue destacada por Romero a Infobae, quien sostuvo que “una buena nutrición ayuda a mantener estables los signos vitales durante la cirugía y favorece una recuperación más rápida y eficaz”. Seleme agregó que “cuando una persona mantiene una nutrición equilibrada, no solo tiene valores de laboratorio dentro del rango, sino que también mejora la cicatrización, fortalece el sistema inmune y ayuda al cuerpo a responder mejor al estrés quirúrgico”. Respecto a los riesgos, los expertos de Mayo Clinic señalan que ciertos perfiles clínicos deben recibir atención especial antes de cualquier intervención estética. En particular, advierten que la obesidad, la diabetes no controlada y el tabaquismo activo incrementan los riesgos de complicaciones anestésicas, infecciones o retrasos en la cicatrización. La certificación del cirujano, la infraestructura del centro y la coordinación del equipo médico son aspectos fundamentales para afrontar cualquier eventualidad y asegurar resultados satisfactorios (Imagen Ilustrativa Infobae) En estos casos, es fundamental la evaluación médica previa que analice los antecedentes y determine si la cirugía puede realizarse de forma segura. Varios centros quirúrgicos establecen protocolos preoperatorios que incluyen indicaciones nutricionales, suspensión del tabaco por al menos dos semanas previas, y restricciones sobre el consumo de alcohol. Estas medidas, coinciden los especialistas, contribuyen a mejorar el estado general del paciente y favorecen una evolución posquirúrgica más segura y efectiva. Instalaciones, monitoreo y equipo quirúrgico Los centros quirúrgicos deben estar habilitados y contar con capacidad de respuesta ante cualquier complicación (Imagen Ilustrativa Infobae) No solo importa qué procedimiento se realiza, sino dónde y con quién. Seren remarcó que la elección del centro quirúrgico debe estar basada en su capacidad real de respuesta. “Los imprevistos pueden ocurrir, y tener la solución inmediata disponible es vital y solo lo ofrecen las grandes estructuras”, sostuvo. Y consideró que solo los sanatorios con terapia intensiva, hemodinamia y hemoterapia están preparados para abordar con solvencia cualquier complicación. “Operar en un centro de alta complejidad es una medida clave de seguridad. Son lugares cuentan con tecnología avanzada y equipo médico preparado para actuar rápidamente ante cualquier situación”, explicó Seleme. La comparación que utilizó la experta para ilustrar esta necesidad fue contundente: “Es como usar el cinturón de seguridad al manejar. Uno espera no tener un accidente, pero si sucede, puede salvarte la vida”. La certificación del cirujano y su pertenencia a sociedades científicas garantizan formación continua y respuesta ante complicaciones (Freepik) Romero ahondó en las condiciones del lugar donde se realiza el procedimiento estético y precisó: “Es indispensable que el lugar esté habilitado y equipado para atender tanto la cirugía como cualquier eventual complicación. Lo que no puede hacerse bajo ningún concepto es subestimar el procedimiento ni realizarlo en consultorios o espacios que no estén preparados”. El contexto quirúrgico debe contar, además, con un equipo profesional completo. “El equipo se conforma habitualmente por dos cirujanos, anestesiólogo, instrumentadora y enfermera de quirófano”, señaló Romero. Para el especialista, la coordinación y especialización de cada integrante resulta clave para garantizar la seguridad, desde la inducción anestésica hasta el alta. Un equipo quirúrgico completo incluye cirujanos, anestesista, instrumentadora y enfermera, con roles definidos y bien coordinados (Imagen Ilustrativa Infobae) Seren, además, indicó que la certificación del cirujano que va a realizar el procedimiento es vital y que, idealmente, deberían pertenecer a sociedades como la Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires. “La pertenencia a estas sociedades -continuó- implica una capacitación constante orientada no solo a mejorar las técnicas, sino, fundamentalmente, a tener las herramientas necesarias para resolver rápidamente y de forma efectiva las eventuales complicaciones que puedan surgir”. En relación con la anestesia, los tres expertos destacaron el rol del monitoreo BIS (índice biespectral), un sistema que mide el nivel de conciencia del paciente en tiempo real. “Aporta mayor precisión y permite ajustar la combinación de hipnosis, relajación y analgesia”, explicó Romero. Las indicaciones para el post operatorio (Freepik) En un contexto donde la cirugía plástica experimenta un crecimiento sostenido globalmente - apuntó Seren-, la responsabilidad de profesionales, instituciones y pacientes debe converger en un objetivo común: que cada procedimiento se realice en las mejores condiciones posibles, priorizando siempre la seguridad por encima de cualquier otra consideración. En ese sentido, la seguridad postoperatoria no empieza cuando termina la cirugía, sino antes. Para Romero, “es esencial realizar una consulta prequirúrgica detallada, definir con claridad los objetivos y explicar al paciente los posibles riesgos y los tiempos de recuperación”. Esa anticipación permite planificar no solo el procedimiento sino también el entorno de cuidados posteriores, que incluye alimentación adecuada, reposo, tratamientos complementarios y asistencia a controles médicos. Los cuidados varían según el tipo de cirugía, pero hay recomendaciones comunes. “No fumar, no consumir alcohol, tomar la medicación según lo indicado y asistir a los controles son medidas fundamentales. Aunque parezcan obvias, a muchos pacientes les cuesta seguirlas”, apuntó Seleme. Según la especialista, el incumplimiento de estas indicaciones puede afectar la cicatrización y aumentar el riesgo de infecciones. Romero añadió que algunas intervenciones requieren “complementar con tratamientos como drenaje linfático, ultrasonido o radiofrecuencia para favorecer la recuperación”, el uso de fajas postoperatorias, sesiones de drenaje linfático o ultrasonido, y que en todos los casos se alienta la movilidad temprana como forma de prevenir complicaciones.

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