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» La Capital
Fecha: 03/06/2025 23:27
Generar el hábito del lector vuelca a los adultos a las librerías en busca de libros para niños. Cómo hacer para acercar a los niños los cuentos e historias Una abuela entra a una librería céntrica de Rosario y pide un libro para su nieta. “Ella lee”, aclara y selecciona dos ejemplares. No tarda mucho, va decidida, paga y se retira con su compra. Minutos más tarde, otra clienta entra y el procedimiento es el mismo: elige, compra y se va. Los libreros notan más ventas en material para niños y los adultos desafían al mundo actual al incentivar la lectura en las primeras infancias como una válvula de escape a los estímulos de las pantallas. Padres, tutores y hasta docentes aplican distintos métodos para acercar a los pequeños a los textos. Desde la oralidad de contar historias, narrar el día a día o buscar en la palabra el inicio, nudo y desenlace, tan fundamentales para un relato. Otros eligen captar la atención de los niños a partir de la centralidad de los libros. Sin embargo, las barreras para dedicarse a divulgar el hábito de la lectura parecen emerger entre los mayores. “Hay que desmitificar que necesitamos mucho tiempo o cualidades específicas para poder leer o contar un cuento”, aseguró a La Capital, Violeta García Muro, profesora de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Es difícil encontrar dos horas para destinar a la lectura, menos sobre una población que se está formando. Aprovechar cada espacio para fomentar el hábito de la lectura es lo que recomienda García Muro y “que se vuelva cotidiano, porque, aunque los adultos no tengan el hábito , notamos que están preocupados de cómo inculcarlo” . En este sentido, García Muro junto a Puerto Libro ofrecerá el próximo sábado 7 de junio una actividad gratuita en el bar Corner (Rioja 1378). La iniciativa está destinada a madres, padres, tíos, docentes, educadores y público adulto en general con el propósito de ofrecer herramientas para construir el hábito lector desde la primera infancia , es decir, en niños de hasta 7 años. Los interesados deben inscribirse enviando un email a [email protected] . Cómo inculcar la lectura en niños En sus clases en el nivel secundario, García Muro se encontró con adolescentes sin el hábito de leer y con un sin fin de prejuicios para tomar un libro. “No me gusta”, “No puedo hacerlo, no voy a entender”, “No tengo libros”, entre otras tantas. Para ella es fundamental “compartir, aunque sea cinco minutos, un cuento, una página, cantar una nana (una canción de cuna) o una canción que cuente una historia” y así dar inicio “paso a paso” a la rutina del lector. “También se puede narrar lo que uno hizo en el día y a partir de ahí generar un diálogo para construir palabra en conjunto con los niños”, agregó García Muro. Librería 3.6.jpg Violeta García Muro y Rubén Fantini Las barreras que muchos niños y adolescentes se colocan son consecuencia de una base alejada de los libros. Donde las tapas y lomos se ven como una situación abstracta, más aún en tiempos donde las pantallas concretan la dependencia de los niños. No obstante, cuando se encuentran con los capítulos y personajes “se enganchan con la historia, descubren la lectura y se produce una explosión en la cabeza”, dijo la docente. Encontrar el tema, formato y hasta la tipografía es otra tarea para generar esa conexión con las obras. “Si los chicos te ven interesados en la lectura, en los libros, se van a sentir atraídos”, aseguró Rubén Fantini, titular de la librería Puerto Libro, a La Capital. García Muro señaló como otro punto clave entender que el hábito de lector es un día a día. Que no se va adoptar instantáneamente, que se debe construir con el tiempo y que hay que confiar en el proceso. Librería 3.6 (3).jpg La familia, amigos o los primeros pasos en las escuelas pueden ser la base donde se sustenta el hábito de la lectura. ¿Se lee más? La masificación que producen las redes sociales invita a pensar que sí, sin embargo, Fantini planteó reparos: “¿Cómo? ¿Dónde? ¿Qué? ¿Y para qué se lee?”. Libros para niños Así como la primera clienta de la mañana compró libros para su nieta, “cada vez más” entran en busca de productos para los pequeños. Aunque aún escéptico, Fantini entendió este comportamiento como el “primer reflejo de los adultos absorbidos por las pantallas”. Librería 3.6 (1).jpg El punto es encontrar lo que al niño le atraiga, que le motive un interés. Libros texturados y páginas pobladas de dibujos llaman la atención en primera instancia y pueden ser una buena opción para dar paso a lecturas más complejas. Con el tiempo, ya en la preadolescencia, tener la posibilidad de elegir a partir del hábito creado. Entre las particularidades del mercado de niños y adolescentes se encuentra “Destroza este libro” de la canadiense Keri Smith. El libro se presenta en un formato convencional, con tapa, lomo, páginas y solapas, pero en su interior invita a ser intervenido en su totalidad, aplicando recortes o dibujando sobre sus hojas. Un oasis ante los nuevos jovenes lectores que se preocupan por acomodar sus libros, mantenerlos limpios y hasta elegir su ubicación en la biblioteca dependiendo el color y las tonalidades de la cubierta del libro. A pesar del avance de la tecnología, el libro en formato papel no pierde su encanto.
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