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  • Consumo de lácteos se recupera, pero exportaciones caen y alertan sobre el impacto del tipo de cambio

    Parana » Informe Digital

    Fecha: 05/06/2025 13:49

    Mientras el consumo de productos lácteos en el mercado interno muestra signos de recuperación, las exportaciones siguen en descenso. Estas dos realidades representan las caras de una misma moneda que definen actualmente el panorama del sector. Por un lado, el mercado doméstico mostró un impulso significativo, registrando un aumento del 14,6% en el consumo total durante el primer cuatrimestre del año. Por el otro, las ventas externas han disminuido en volumen, litros equivalentes y participación sobre el total producido, con una reducción del 8% en cuanto a volumen. Este descenso en las exportaciones se debe, según indicaron fuentes de la industria, a que hoy exportar resulta “menos atractivo” que el año pasado. Entre las razones mencionadas están un tipo de cambio desfavorable, altos costos tributarios y una menor competitividad frente a otros países. “Estamos atravesando los mejores momentos de los precios internacionales, realmente son los más altos jamás registrados. Desafortunadamente, para el sector, el tipo de cambio no resulta favorable”, explicó Jorge Giraudo, director ejecutivo del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA). En este contexto, añadió: “El negocio externo no es una opción y se orienta más hacia el mercado doméstico”. De acuerdo con el informe mensual de OCLA, en el primer cuatrimestre del año, las exportaciones de lácteos cayeron un 8% en volumen, aumentaron un 1,9% en valor y retrocedieron un 7,3% en litros de leche equivalentes. Las ventas externas representaron el 27,2% del destino total de la leche producida. En abril específicamente se exportaron 27.151 toneladas, por un valor de US$106,3 millones, lo que supuso una caída del 4,1% en volumen y del 5,5% en monto en comparación con marzo. En contraste, el mercado interno comenzó a mostrar una recuperación sostenida. Entre enero y abril pasados, la oferta total alcanzó los 4307 millones de litros, compuesta por 3263 millones de producción nacional, 40 millones de importaciones y un stock inicial de 1004 millones. De ese total, 2618 millones se destinaron al mercado local, 886 millones a exportaciones y 803 millones se mantuvieron como existencias finales. El consumo per cápita anualizado llegó a 194,1 litros, un 13,6% más que en el mismo periodo de 2024. Sin embargo, esta tendencia de canalización hacia el mercado interno generó preocupación en la industria, dado que ahora comienza la época del año en la que la producción de leche tiende a aumentar. “Si ese excedente no se canaliza a través de las exportaciones, inevitablemente se destinará al mercado interno, lo que generará una sobreoferta y presionará los precios a la baja”, advirtió Giraudo. Ante este panorama, desde el sector se destacó la necesidad de implementar medidas que mejoren la competitividad. “Estamos necesitando optimizar ese tipo de cambio de alguna manera, o reducir los impuestos sobre los costos de producción”, planteó Giraudo. Hay alerta por la presión sobre los precios internos Una de las propuestas concretas que impulsa la industria es restablecer los reintegros, eliminados junto con las retenciones. “Existen impuestos como Ingresos Brutos, que incluso son más gravosos que el IVA, y el Impuesto al Cheque. Son tributos que no se pueden trasladar al comprador externo”, explicó. En la actualidad, cuando una empresa vende al exterior una tonelada de leche en polvo a US$4200, ese precio es el final, sin la posibilidad de incluir impuestos, a diferencia de lo que ocurre en el mercado interno. Por esta razón, el sector solicita la recuperación del mecanismo de reintegros. “Lo que estamos pidiendo es que ese reintegro vuelva, y que lo haga en su totalidad: que devuelvan todos esos impuestos”, enfatizó Giraudo. Asimismo, reconoció que una devaluación no parece estar en la agenda del Gobierno: “Sabemos que no quieren llevar a cabo una devaluación, porque eso se traslada a precios y genera inflación”. Desde otra perspectiva, el empresario Ércole Felippa, presidente del Centro de la Industria Lechera (CIL), consideró que la disminución en las exportaciones durante 2025 debe interpretarse en relación a un primer cuatrimestre excepcional en 2024. Explicó que el drástico salto cambiario en ese momento coincidió con una fuerte contracción en el consumo interno, lo que permitió utilizar el mercado externo como “válvula de escape”. Subrayó que la recuperación del mercado doméstico también ha influido en la caída de las exportaciones. Cuando la demanda local mejora, se prioriza ese destino, ya que incluye productos de mayor valor agregado como yogures, postres, leches y flanes. La recuperación del mercado doméstico también influyó en la caída exportadora. Cuando mejora la demanda local se prioriza ese destino porque incluye productos de mayor valor agregado como yogures, postres, leches o flanes No obstante, advirtió que la menor actividad exportadora también refleja un problema de competitividad estructural. Aunque el precio internacional de la leche en polvo supera los US$4000 por tonelada, vender al exterior ha dejado de ser rentable. “El año pasado pasamos de un dólar de 360 a uno de 800, lo que volvió supercompetitivas las exportaciones. Hoy eso ya no está”, indicó. Felippa enfatizó que el problema no se limita al tipo de cambio, sino que también incluye “ineficiencias estructurales” en la cadena láctea y la carga tributaria. Detalló que, dependiendo del producto, los impuestos pueden representar hasta el 7% del valor, y que más de la mitad de estos son provinciales y municipales. En el mercado interno, precisó, un producto, a modo de ejemplo, que cuesta $100 en góndola incluye entre un 38% y un 40% de impuestos, la mayoría de los cuales también proviene de niveles por debajo de la administración nacional.

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