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» Comercio y Justicia
Fecha: 03/06/2025 09:45
Por Luz Saint Phat / lsaintphat@comercioyjusticia.info Una interesante investigación efectuada en Estados Unidos explica algunos aspectos de cómo se naturaliza la distancia de ingresos entre los que menos tienen y los que más tienen. Cuáles son las consecuencias de pensar que “lo que es” es lo que “debe ser” La Asociación de Psicología Estadounidense (APA, por sus siglas en inglés) publicó recientemente un parte de prensa en el cual releva los principales resultados de una investigación de amplia aplicación realizada en diferentes estados. Se trata de un abordaje innovador que intenta dar cuenta de algunos factores que permiten naturalizar altos grados de desigualdad de ingresos en las sociedades e impide, entre otras cosas, la mejora económica de los sectores que perciben los salarios mínimos. Aunque el estudio está territorialmente y culturalmente situado en Estados Unidos, es posible pensarlo como referencia para comprender algunos aspectos (claramente no todos) de cómo se comporta la opinión pública en distintas latitudes del mundo, donde se debaten salarios y presupuestos, como -por ejemplo- sucedió en Argentina durante la semana pasada con el conflicto salarial del hospital Garrahan y la protesta de los profesionales de salud que atienden a personas con discapacidad. Según indica la investigación reseñada por la entidad en su sitio web, el pensamiento o falacia “is-to-ought” -que en castellano podría traducirse como “así son las cosas”, “siempre fue así”, o “es lo que hay” y refiere a que si una situación se presenta en la realidad de determinada manera, se le transfiere una propiedad de “deber ser”- se encuentra detrás del sostenimiento de lo que se conoce como el “status quo”, aún si lo que sucede no es lo mejor o lo más justo. “Los altos niveles de desigualdad de ingresos debilitan el apoyo a un aumento del salario mínimo, lo que a su vez podría agravar la desigualdad, ya que la gente cree que así es como deberían ser las cosas”, explicó el comunicado de APA, al referirse al amplio estudio desarrollado por Daniel Goya-Toccheto de la Universidad Estatal de Nueva York en Buffalo, Matthew Asher Lawson del Instituto Europeo de Administración de Empresas (Insead), Shai Davidai de la Universidad de Columbia, Richard Larrick de la Universidad de Duke, y Keith Payne de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill. En detalle, el equipo analizó datos de más de 130 mil protestas que se desarrollaron en Estados Unidos entre 2017 y 2023. Además, se realizaron 8 experimentos adicionales para constatar este “error de razonamiento” y derivar que puede de las causas que impide mejorar los niveles de igualdad salarial en las sociedades. “Cuando los ricos ganan mucho más que los pobres, la gente suele inferir que los ricos deberían ganar mucho más que los pobres”, afirmó Lawson, mientras la misiva de APA destacó que “como resultado, la presencia de una mayor desigualdad de ingresos termina legitimándose en la opinión pública”.”Esto, a su vez, socava el apoyo a políticas como el aumento del salario mínimo, que podría reducir la desigualdad”, se afirmó. Hallazgos Entre otros descubrimientos, el equipo de investigación logró indicar algunos resultados vinculados con las preferencias políticas de los participantes, en el marco de los estudios de laboratorio realizados sobre casos de sociedades hipotéticas. “Los conservadores apoyaron sistemáticamente salarios mínimos más bajos, independientemente de la distribución de ingresos que observaban en las sociedades hipotéticas, pero los liberales eran más propensos a apoyar salarios mínimos más bajos cuando aumentaba la desigualdad de ingresos”, afirmó Goya-Tocchetto respecto de los resultados sobre este aspecto específico. “Si bien los liberales bienintencionados parecían considerar con mayor detenimiento las condiciones económicas de las sociedades que observaban, esto también los hacía más sensibles a los errores de razonamiento de la relación entre lo que es y lo que debería ser”, se explicó. En este sentido, los especialistas destacaron que -por ejemplo- las campañas destinadas a luchar por el aumento del salario mínimo “pueden ser ineficaces si se centran únicamente en el alto nivel de desigualdad de ingresos”. “Enfatizar que los niveles de desigualdad son altos puede tener el efecto involuntario de normalizar los niveles más altos”, añadió Lawson. “Nuestros estudios sugieren que una técnica más efectiva podría ser enfatizar cuánto menor podría ser la desigualdad y destacar que unos salarios mínimos más altos son una vía clave para lograr ese objetivo”, se indicó. Transformación Dados estos resultados ¿cuáles son las probabilidades de cambios significativos en las estructuras sociales? Sobre este punto, otro experimento anexo realizado por el equipo permitió pensar una transformación posible. En este sentido, la misiva precisó que un experimento final con más de 1900 participantes ofreció cierta esperanza de cambio y “una forma de combatir el razonamiento de la relación entre lo que es y lo que debería ser”. Se describió que un grupo de control recibió datos sobre la desigualdad de ingresos para sociedades hipotéticas similares a los experimentos anteriores, mientras que los participantes restantes pudieron modificar los datos de distribución de ingresos a su criterio. “Las sugerencias de salario mínimo del grupo de intervención se vieron menos afectadas por el grado de desigualdad observado, lo que demuestra que fueron menos susceptibles a la falacia cuando se les animó a pensar en cómo podrían ser las cosas en lugar de simplemente cómo son”, explicó el parte de prensa.
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