Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • No vas a creer lo que dijo este juez

    » Comercio y Justicia

    Fecha: 02/06/2025 08:55

    Por Virginia Fourcade (*) Muchos integrantes de organizaciones judiciales todavía piensan que, cuanto más largo, oscuro y plagado de tecnicismos sea un texto, más autoridad transmite. En un intento cotidiano por poner a las personas en el centro, hace tiempo se empezó a trabajar con lenguaje claro. Un proceso bastante difícil, cuyo objetivo es simple de decir y complejo de lograr: que la ciudadanía entienda lo que comunicamos; que no necesite un abogado para leer un cartel; que pueda interpretar una resolución sin recurrir al oráculo de Delfos (o al chat GPT). Pero hoy no voy a hablar sobre manuales de estilo o guías para redactar sin voz pasiva. Quiero hablar de titulares: esa breve línea de texto que define si alguien hace clic o sigue de largo. Considerando que hoy leemos scrolleando, me pregunto: ¿estaría mal recurrir a titulares clickbait para comunicar temas judiciales? Spoiler: no del todo. Traducción para mis congéneres: spoiler = te adelanto la respuesta. Me refiero a titulares con fórmulas como “no vas a creer”, “lo que dijo fulano” y otras menos sensacionalistas, pero que no develan del todo el contenido de la nota. Esos que, muchas veces, nos hacen caer engañados en notas de dudosa profundidad y veracidad. Pero, si los adaptamos bien a la identidad de lo judicial, ¿podrían abrir una puerta a temas que la mayoría considera inaccesibles, aburridos o directamente impenetrables? Porque, nobleza obliga, debemos reconocer que el lenguaje judicial promedio no enamora, no es atractivo y, a veces, ni se entiende. Un paréntesis ortodoxo: qué dice la RAE El libro de estilo de la lengua española según la norma panhispánica se refiere a los “titulares señuelo” como traducción del término inglés clickbait. Señala que estos emplean recursos psicológicos para atraer la atención del lector, a menudo generando expectativas que no se corresponden con el contenido real del texto. Advierte que su empleo indiscriminado puede afectar la credibilidad del medio y la confianza del lector. Comunicar lo judicial sin parecer una novela turca A los títulos atractivos pero que reflejan fielmente el contenido del texto, los denomino entryline. Lo digo en inglés para contrastarlo con clickbait; pero, a la postre, no es más que una “línea de entrada” al contenido o un “titular entrada”. Un titular pensado para frenar el scroll, que invita a “entrar” a una noticia sin trampas. A diferencia del “titular señuelo”, no es engaño y apunta a la curiosidad, no al morbo. A diferencia del titular técnico, no prioriza la precisión formal sino que traduce el núcleo de la noticia a un lenguaje claro, atractivo y contextualizado. Conecta el contenido institucional con la experiencia ciudadana, para que las personas comprendan por qué algo que pasó en la Justicia también tiene que ver con su vida. Un ejemplo simple Un titular judicial podría ser: “Cámara de Apelaciones de Xª Nominación anula resolución ambiental y ordena paralización parcial de emprendimiento turístico en Villa Serrana2. Probemos un titular entrada: “La Justicia frena un emprendimiento turístico en Villa Serrana por dañar el ambiente”. O uno más jugado: “Villa Serrana bajo amenaza, ¿qué resolvió la Justicia para proteger el ambiente?” ¿Hay diferencia? Toda. Un titular es para especialistas y los otros para público general. ¿Significa esto caer en el clickbait? No. Significa entender cómo funciona la atención en lo digital. Hablar el idioma de quien nos lee. Contar la historia detrás del titular En el cuerpo de la nota entra en juego el equipo: comunicación, derecho, diseño, lenguaje. Para lograr claridad no alcanza con escribir sin complejidades sintácticas. También hay que diseñar bien, jerarquizar la información, usar tipografía legible, elegir buenas fotos y, ¿por qué no?, videos o voces protagonistas. Propongo pensar el contenido judicial como una experiencia. Si logramos que ese artículo lo lea alguien que ni sabría por dónde empezar a leer una sentencia, entonces la Justicia no sólo resolvió el caso en el expediente, sino que sentó una base para que las personas conozcan cómo reclamar sus derechos en casos similares. El riesgo de titular menos ortodoxamente no es tanto caer en el clickbait sino seguir comunicando como si nadie leyera. Usar técnicas de redacción clara y atractiva es entender cómo lee la gente hoy y aceptar que el celular es la nueva plaza pública. “No vas a creer lo que dijo este juez”, es exagerado ¡pero leíste la nota! La curiosidad puede ser aliada de la transparencia. Después de todo, lo importante no es que la justicia comunique. Es que alguien le preste atención. (*) Abogada. Licenciada en comunicación institucional. Máster en dirección de comunicación. Vocal de la CD de JusCom

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por