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Parana » AnalisisDigital
Fecha: 02/06/2025 01:13
Por Alejandra Cordero (*) Desde las primeras veces que vi al escritor Ferny Kosiak lo vi como un artista. Con el tiempo, cuando lo conocí, he ido corroborando que lo es. No sólo escritor, profesor, editor sino artista; en la manera en que acompaña todo lo que escribe o edita, en los diseños o fotos que elige, en la composición de sus libros que tutela muy de cerca. Tiene una mirada muy lúcida con la imagen, con lo pictórico. Como si pudiese cruzarse de la letra a la imagen, del libro escrito al dibujo que acompaña en los paratextos, como una continuidad de lo mismo. Fernando Kosiak, escribe, edita, borda, engarza ahora último piedras para hacer hermosos collares que regala en cumpleaños. Investiga y se documenta. Junta y guarda todo dato del pasado bello y rico y próspero que tuvo nuestra provincia. Resguarda datos que no resistirán la memoria de los que un día dejarán de estar. Y en su espíritu de conservación habita una arista que quiere homenajear a grandes escritores, hacerlo en vida. Y es así como se aprecia su esencia de gratitud y de respeto por los que han hecho camino antes que la gente de su generación. Gestiona y convoca a libros a poetas de todo el país, alienta cuando uno se cansa, se entusiasma. Hace todo con felicidad, alegría y generosidad. Comunica y conmueve y hace arte no sólo con su poesía, sino con todo lo que acompaña y puede hacer Slam poético seguramente mejor que muchos, Stand up, y creo podría hacer teatro y todo lo que se proponga. Expresa y llega y se acerca como poeta, escritor y artista con su escritura, con su palabra oral, con su imagen, con su tono que puede ser humorístico y al instante serio y exigente como buen profesor que es. También comunica con su cálida y hermosa sonrisa. Por todo esto, Fernando Kosiak es un artista. El humor en su obra Cabe aclarar, que vamos a referir a su poesía y no a la prosa, a modo de recorte en este texto. En marzo de este año el escritor Kosiak volvió casi a la modalidad del Slam de poesía con su libro Correcto. No sólo porque estuvo en la marquesina del Teatro Municipal 3 de febrero en Paraná; sino por el tono de este libro. Hace un recorrido y recupero, sí recupero porque siempre hay cosas para rescatar de la década de los ´90. No sólo de figuras mediáticas emblemáticas de la farándula sino frases y hechos que protagonizaron las mismas: Susana, Moria, la princesa Diana. Es decir, vuelve a la poesía totalmente disruptiva y desacralizada de su poemario bastante anterior OH!, que es muy ingenioso y está marcado por el ingreso de lo mundano, lo sexual en un registro cotidiano, vulgar, con metáforas de doble sentido, el ingreso de figuras televisivas, refranes que conviven con palabras y jerga de la gramática o la lingüística. Todo eso conjugado en un orden y construcción del verso que no desconoce lo canónico estipulado. Una obra que se constituye ante todo como metaliteraria, metapoética. Qué es la poesía qué se puede o no decir en poesía, cómo se debe hablar en lenguaje poético son algunas de las preguntas que subyacen. Todo esto en el poemario como referí que lleva por nombre la famosa interjección. Volviendo a Correcto se estructura en dos partes, la primera que ya mencioné y la segunda que es un poemario extenso, titulado Corrijamén simeequivoco (Arte poética en 21 partes) que es absolutamente imperdible y se lee de un tirón. En esta parte se retrata el lado B podríamos decir del mundillo de los escritores, de los festivales literarios, de las lecturas. Sí, porque todo tiene un lado B y se lo conocemos bastante, algunas veces, incluso a las tareas o actividades que más nos apasionan. Comparto un fragmento: “14 Así como en la cancha se ven los pingos, Con poemas se ven lxs poetas. La Barrandeguy dijo Señalando que todxs hablaban de Juanele Pero nadie lo leía Así como hoy todxs hablan de poesía pero nadie la lee Ni siquiera los poetas Sobre todos los poetas (y como editor puedo decirlo) Bueno, la Barrandeguy decía que Dios ama a los poetas, aunque lo joroban bastante, y a Nosotros también, digamos la verdad, por fin.” En este texto que transcribí se conjuga el humor, cosa muy difícil de lograr. Desde donde se planta una mirada crítica porque quizás sea el único lugar posible para mencionar algunas veces y cantar a los cuatro vientos las verdades como hace en este poemario y casi una denuncia de lo poco que se leen y acompañan los poetas entre sí. Como dije, no es para cualquiera hacer humor. No importa si con ironía, con sarcasmo, con parodia, no es fácil hacerlo bien. Kosiak lo logra y nos permite reírnos de eso, no escandalizarnos ni mucho menos, tratar de reírnos, incluso de nosotros mismos como lo proponían los antiguos griegos, reírse de uno mismo. Tampoco fue y es para cualquiera tener buenas interpretaciones en los Slam poéticos como los tuvo Kosiak en sus performances reunidas en su libro maravilloso OH!. Hay un trabajo enorme, exhaustivo con la palabra. Textos atravesados por el metalenguaje que lindan con la epistemología de la lengua y de las palabras, desde el inicio del libro. El poema que abre el libro del cual voy a transcribir la última parte es un texto que obtuvo el 2° puesto en el 1° Slam de Poesía Oral de Entre Ríos en Casa de la Cultura Paraná en el año 2015, publicado en el 2017 en Rojo Punzó Garchemos mientras llueve. En las primeras partes se hace una justificación acerca de qué decir y que no en y el inconveniente de que la poesía se inicie con esta frase para el yo lírico que argumenta, se defiende y finalmente se rinde ante la desesperación que toda escritura aloja; ante los límites del lenguaje, pero también ante la ternura. “3 Bueno me cansé de justificar mi poema Uno no tendría que defender sus palabras De las hordas que cuestionan el verbo ¿quién mierda se creen que son? Y de todos modos aquí estoy y seguiré estando después de cada nuevo poema que diga todo lo que alguien tenga que decir Pero todo, todo que abarque todos los sentimientos de una vida que no quede nada afuera que nos sentemos una vez, una sola vez y volquemos todos los sentimientos de mierda de la manera que sea con humor, con dolor con modernidad, con rimas con lo que sea pero que no tengamos que volver a escribir nunca más porque nadie quiere estar toda la vida escribiendo toda la vida… toda la vida… ¿estás loca? nadie quiere escribir menos escribirse para siempre todos preferimos caminar al sol comer el mismo gusto de helado que la persona que amamos y garchar mientras llueve. Giros de la poética Pero la poesía de este autor no está en su totalidad atravesada por este tono, por estos tópicos, por estos ritmos. Por el contrario, pensaba cuando releía que tiene una poética versátil, el poeta la maneja, es maleable, elástica y variada. Y que sin embargo no deja de tener nunca su sello, su esencia. En el libro Un bosque de flores priman los poemas que traen imágenes, escenas más precisamente, de flores inmersas en el paisaje de su infancia, el sauce, tréboles, clavel del aire, ortiga, naranjo, el ámbito de flora familiar, los vínculos, el afecto, la mirada hacia una abuela, la casa de la infancia, los rituales de esa época en su vida: como la de secar flores naturales y hacer nuestras propias flores secas. Una poética que se retrae un poco, más íntima y que se detiene en los pequeños detalles. Y la preocupación siempre presente, de los alcances del lenguaje, del decir, del abarcarlo todo con palabras. Poema Sauce (fragmento). “Cómo hacer para que un te amo sean más que palabras Más que cántaro vacío Cómo hacer para que tenga la suavidad de una caricia Capaz de erizar las hojas de los sauces las abuelas machacaban esas hojas las hervían y el té disolvía los dolores de cabeza arrancaban las hojas de las ramas lloradas de la orilla del río de las ramas verticales, las arrancaban esquivando la cortina verde, las arrancaban” … La misma sensibilidad de su poética atraviesa el libro “ El final de los paisajes” donde hay textos que denuncian la no preservación de los paisajes de la naturaleza, vírgenes, genuinos, bellos, explotados por las empresas multinacionales, por el capitalismo salvaje, por el turismo no regulado. En este libro se interpela no solamente a los paisajes, sino a los edificios emblemáticos, iglesias, hospitales, bibliotecas, los museos, los cines. Con la particularidad de que todos los poemas comienzan con un por qué, la pregunta retórica asedia al lector en cada poema para reafirmar que la escritura no trae respuestas sino nuevas preguntas. Muchos versos concatenados, enlazados unos con otros en una sola idea de principio a fin que ausculta con minuciosidad qué hay detrás de las fachadas, qué se esconde detrás de lo que vemos, qué sostiene las verdades consagradas, las costumbres, las creencias. Para que volvamos a mirarlas cada uno de nosotros, antes de contestar tan rápidamente esas preguntas. Les dejo para cerrar unos versos bellísimos que no me canso de leer. “27 Por qué sobre los acantilados en el borde del salto o en el salto en el momento preciso antes que se abran las alas llega el empujón que impulsa el vuelo que precipita la muerte hacia las rocas del fondo entre las olas que no refrescan y la brisa que es tempestad… pero aún en la profundidad del abismo las alas pueden abrirse, por qué no, abrirse otra vez sacudirse las plumas machucadas y elevarse lejos del paisaje” (*): Lic. en Letras, profesora, escritora.
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