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Chajari » Tal Cual Chajari
Fecha: 30/05/2025 06:45
En una Carta Abierta dirigida a la comunidad y que fue enviada a nuestra redacción, los prestadores de servicios para personas Discapacitadas socializan una situación que no es nueva, pero que preocupa ya que los pagos se dilatan y las atenciones, lamentablemente, se suspenden dejando a un vasto sector de la población sin el derecho a la salud. Textualmente dice la carta “DISCAPACIDAD EN EMERGENCIA” Nos encontramos hoy reunidos por la problemática que nos convoca una vez más. Queremos expresar nuestra profunda frustración y descontento hacia la situación que nuevamente nos afecta a todos los prestadores de discapacidad y a las propias personas con discapacidad. Día a día, nos esforzamos por brindar atención y apoyo a personas que lo necesitan, pero enfrentamos obstáculos que nos impiden hacer nuestro trabajo de manera efectiva. Los pagos tardíos son una constante en nuestra realidad. Esperamos meses para recibir el pago por nuestros servicios, esto no solo afecta nuestra estabilidad financiera, sino que también pone en riesgo la calidad de la atención que podemos brindar a nuestros pacientes y/o alumnos. Aquí somos muchos los que alzamos la voz: transportistas, psicólogos, psicopedagogos, fonoaudiólogos, maestras integradoras, musicoterapeutas, kinesiólogos, estimuladores visuales, acompañantes terapéuticos, terapistas ocupacionales, cuidadores domiciliarios y familias. Todos necesitamos poder recibir una remuneración acorde por nuestros servicios, las personas que lo necesitan tienen el derecho de recibir una prestación de calidad, pero, ¿cómo hacemos para pagar el monotributo, el alquiler, el colectivo, cargar el combustible o poner el plato en nuestras mesas si no cobramos lo que nos corresponde? La inflación de nuestro país nos gana la partida. Hay centros que deben cerrar sus puertas porque no pueden solventar tantos gastos y no recibir el pago de sus servicios o aguantar demoras significativas. Pero no solo es el tema de los pagos, el nomenclador no se actualiza hace tiempo, lo que significa que nuestros honorarios no se ajustan a la realidad económica actual. Esto nos obliga a trabajar con salarios que no reflejan el valor de nuestro trabajo. Y para empeorar las cosas, hay obras sociales que no están autorizando las prestaciones que las personas con discapacidad necesitan. Esto es especialmente frustrante, ya que sabemos que nuestras intervenciones pueden hacer una gran diferencia en la vida de estas personas. Es hora que se reconozca el valor de nuestro trabajo, es hora que se nos pague a tiempo y de manera justa, es hora que actualicen el nomenclador y se nos permita trabajar con dignidad. Los prestadores de discapacidad no somos solo trabajadores, somos personas que nos preocupamos por el bienestar de nuestros pacientes y alumnos. Queremos brindar la mejor atención posible, pero necesitamos que se nos apoye y se nos valore. Están en juego los derechos de las personas con discapacidad, estos mismos están siendo vulnerados, ya que corren el riesgo de no tener acceso a prestaciones esenciales para su bienestar. Es hora que se tomen medidas para abordar esta situación, es hora que se nos escuche y se nos de la importancia que merecemos. ¡No podemos seguir trabajando en estas condiciones, NO PODEMOS VIVIR DE LA VOCACION!! Exigimos una ley de emergencia en discapacidad y una real reforma integral del sistema porque de otra forma el derecho a la salud se convertirá en un privilegio de unos pocos.
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