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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 29/05/2025 02:50
Hola, aquí Iúdica, Mariano. Como la semana pasada, los invito a jugar otra vez. Porque antes que nada, quiero recordarles que “Mi cielo” es eso, una entrevista donde cada invitado debe permitirse viajar en el tiempo, saldar deudas del pasado con buena onda, fantasear... O sea -y perdón que insista- ju-gar. Esta vez, el que se animó a este viaje celestial es Nacho Elizalde. ¿Pero cómo presentarlo? Cuando se lo pregunté -ya verán- me dijo: —Diría “Hola, soy Nacho. Soy muy curioso. Tengo ganas de hacer todo a la vez. Soy ansioso. Quiero hacerlo todo”. Y seguramente me digan “¡Tranqui, hermanito". En un tono más periodístico, podríamos agregar: Ignacio Nacho Elizalde es un todoterreno en el oficio de ganarse la vida. La mayoría lo conoce por su paso por Luzu TV, uno de los streamings referenciales en estos días full-streaming. Y hay más: tuvo su show teatral en el Paseo La Plaza, estuvo en Bake Off famosos (Telefe), además de ser dueño de Tranca, una marca de ropa, y creador de las fiestas Polenta. Mariano: —Hola, Nacho. Bueno, sabrás que esto es como una prueba, una VTA, una verificación técnica asistencial. Nacho: —Un análisis de cómo estoy ahora exactamente. Mariano: —Acá cada uno arma su propio dios. De acá vas a salir con un upgrade existencial. Nacho: —Lo necesito... Mariano y Nacho, su segundo invitado a "Mi cielo" (Foto: Maximiliano Luna) Mariano: —Pero primero, un ping-pong veloz. ¿Creías en esto de ir al cielo... o en qué pensabas? Nacho: —No lo tengo muy claro. A veces pienso una cosa. A veces pienso otra. Antes pensaba en la reencarnación, pero la verdad es que no lo tengo muy claro. Trato de no pensarlo mucho, la verdad. Mariano: —Hablemos de sueños frustrados de la infancia, porque acá te lo cumplen. Nacho: —Podría ser músico, tocando un solo de guitarra en frente a miles y millones de personas. Mariano: —¿Pero lo hiciste? Nacho: —Sólo mímica. Me gustaría hacerlo de verdad, tipo John Mayer. Cantar las canciones con esa voz suave y hermosa. Hacer unos solos interminables. Mariano: —¿Con qué tema te gustaría entrar para que te reciba Diosito? Nacho: —Hay un tema que me gusta mucho, es muy superficial, el de Modjo, Lady (Hear Me Tonight), un tema básico de una banda intrascendente, pero que me hace bien. Siento que es un tema que da alegría, genera un clima perfecto. "Me gustaría ver el día en que se conocieron mis papás, nunca lo supe ni se los pregunté. Pero quiero saber sobre cómo fue: ¿quién avanzó? ¿qué le dijo?" (Foto: Maximiliano Luna) Mariano: —Me gusta. Va a sonar y vamos a entrar y te voy a explicar de qué esto de entrar a Mi Cielo. ¿Alguna intriga? ¿Te daba miedo? Nacho: —Intriga, todas. Curiosidades, todas. ¿Miedo? No sé si miedo, pero respeto sí. Mariano: —Acá también podés tener acceso al streaming minuto a minuto on demand desde que se creó el universo. ¿Qué te gustaría? ¿Qué te gustaría revivir? Nacho: —Me gustaría ver el día en que se conocieron mis papás, nunca lo supe ni se los pregunté. Pero quiero saber sobre cómo fue ese momento... Porque mi papá es una persona muy tímida y me gustaría saber cosas: ¿quién avanzó? ¿qué le dijo? ¿cómo...? Eso en cuanto a mi familia. Mariano: —Y con una mirada más histórica... Nacho: —Ahí me gustaría estar en algún recital de Freddie Mercury. En fútbol, por suerte viví el festejo del último Mundial, pero también te pediría estar en México’86... Mariano: —El día del gol de Diego, claro... Nacho: —¡Y... sería lindo, qué momento!... Bueno, el otro día estaba viendo Medianoche en París, la peli de Woody Allen, que propone de alguna manera lo del viaje en el tiempo. Y a mí me pasa que a veces me gusta irme lejos con mis amigos; poder dejar el celular por un fin de semana, lejos de la tecnología, lejos de la gente, cortar con el qué está pasando minuto a minuto; por cierto, ¿por momentos el minuto a minuto es medio enfermizo, o no? Y sí, por ahí es lindo irme al pasado en un lugar donde no exista la sobreinformación. Momento backstage: Mariano y Nacho ajustan detalles durante la grabación de "Mi cielo" (Foto: Maximiliano Luna) Mariano: —Acá también vas a poder rememorar con olores, música, tacto alguna escena de tu vida que vos realmente añores y extrañes... Nacho: —Lo primero que se me ocurre es pensar en mi abuela, Mabela (es Mabel pero a ella le gusta más Mabela, es más paqueta, dice).) Me acuerdo que mientras cocinaba me sentaba en la mesada arriba de un repasador que tenía como flores, y ella me decía “Vení que te siento en la primavera”. Puedo oler, también esas galletitas con siete especias... Ella era de Necochea, así que en el verano, entre diciembre y marzo me iba para allá. Crédito: Maximiliano Luna Mariano: —Contame... Nacho: —Me gusta mucho de vez en cuando recordar, volver a esa cocina de Necochea, sentir esos olores mientras ella cocinaba... Mariano: —Acá también tenés la posibilidad de sacarle el dolor del alma a alguien que vos elijas. Poniendo tus manos en ella le vas a poder sacar ese dolor para siempre. Nacho: —Me gustó que dijiste poner sus manos en ella porque pensé en mi mamá. Mi familia está desperdigada por el mundo. Mi hermano vive en París, mi hermana en México, mi papá en Necochea y mi mamá en el sur; ella es muy familiera, de las que están todo el tiempo preguntando ¿Cómo estamos? ¿En qué andamos? Siempre fue muy miedosa; cuando salíamos, enseguida es “¿Llegaste bien?“ ”Mandá un mensaje". Cómo me gustaría que se relaje, que pueda disfrutar de que estamos todos bien. Eso le diría a mi mamá. Mariano: —Tiene una cosa, un dolor que tiene fuerte ella. Nacho: —No sé si es un dolor que no se lo puede sacar, pero sí una preocupación constante de que todos estemos bien, felices y contentos todo el tiempo. Entonces, como le diría, como estamos muy bien como estamos ahora, disfrutá vos. Nosotros estamos muy bien. Ella siempre está muy preocupada por todos nosotros y al irnos tan lejos es muy difícil también tener una diaria. Entonces le diría como tranqui, estamos bien disfrutando la vos de tu vida, que también merece ser disfrutada. Mariano: —Otro tema: pensá que te toca quedarte acá, llegó la vida eterna. ¿Qué te gustaría que se recuerde de vos? Nacho: —Que siempre fue un inquieto, que siempre busqué lo que me apasionó, que intenté llevar o expandir la música, ya sea la que me gusta a mí o la de todo el mundo. Que todo el mundo pueda conocer música nueva, que hay que pelear por lo tuyo... Yo nunca me imaginé ahora estar acá haciendo esto con vos, laburar de lo que laburo. Nunca tuve un contacto, ni un familiar ni un amigo que se dedique a esto. Ya de chiquito sabía que me quería dedicar a esto y empecé con clases de teatro. Empecé a producir gratis. Yo siempre digo que a mí me tocó empezar a laburar de lo que me gusta a los 33 años. Mariano: —Bueno, Chiche Gelblung empezó a los 45. Nacho: —Y Morgan Freeman a los 49. Mariano: —Es verdad, hay varios ejemplos. Y para el epitafio, ¿cómo te gustaría que te recordaran? Nacho: —Como un pibe o un tipo que buscó siempre lo que quiso. Que no tuvo miedo en tomar decisiones y avanzar por eso que realmente quiso. Y que aprende constantemente. Ahora, en este momento de su vida, está aprendiendo mucho. Que va por el buen camino. Y sigue por ahí. Mariano: —¿Hay miedos? Nacho: —Sí, claro: miedo a que todo lo que siempre busqué y que logré obtener (o que estoy logrando obtener) se acabe. Ese es un gran miedo. Que se termine lo que yo vengo laburando desde hace un montón de tiempo. Pero bueno, también estoy tranquilo: si llegué hasta acá es porque lo laburé. Mariano: —Siguiendo con el juego, acá sos nuevito. ¿Qué te gustaría que sepan los que te reciben? Nacho: —Diría “Hola, soy Nacho. Soy muy curioso. Tengo ganas de hacer todo a la vez. Soy ansioso. Quiero hacerlo todo”. Y acepto que seguramente me digan “¡Tranqui, hermanito". Mariano: —Claro, porque mirá que ahí no tenés fama, no tenés nada, ¿eh? Nacho: —Quiero hacer y aprender todo. Voy con el que está tocando el piano atrás, a ver cómo toca; después, con el que está con el arpa. Te dije que soy muy curioso, ¡quiero saber de todo! Voy a querer preparar la comida, tocar el piano, el arpa, saltar, volar, cantar. Y encima quiero hacer todo perfecto. Mariano: —Ahora imaginá que tenés la posibilidad de regalarle una experiencia inédita a la persona que vos elijas... "Cómo me presentaría acá, en el cielo? Hola, soy Nacho. Soy muy curioso. Tengo ganas de hacer todo a la vez. Soy ansioso. Quiero hacerlo todo”. Y acepto que seguramente me digan “¡Tranqui, hermanito" (Foto: Maximiliano Luna) Nacho: —En esta voy a mi viejo. Una persona tímida, callada, dedicado a Sistemas, pero siempre le gustó la música. De hecho, mi gran amor por la música viene de mi papá. A él le gustaba la música disco, el funk: Ed Motta, Earth, Wind and Fire. Siempre quiso tocar el bajo, incluso llegó a tomar un par de clases, así que le doy la posibilidad de que sepa tocar el bajo. Que pueda tocar algo bien funky con una banda con quince coristas y pueda tocar el bajo (¡Pom Pom Pom!). Le daría eso porque me encantaría que en algún un momento lo haga. Mariano: —Escucho el timbre, Nacho. Estamos llegando. Vos ya podés ir bajando para asistir a otros. Andá en paz. Fotos: Maximiliano Luna Producción texto: César Litvak
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