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  • "Ciudadanía de baja intensidad y autoritarismo"

    Concepcion del Uruguay » Miercoles Digital

    Fecha: 28/05/2025 19:51

    "Buena parte de los consultores y asesores en campañas electorales creen que los ciudadanos están decepcionados con la política, que los jóvenes que apostaron a Javier Milei o al peronismo o al PRO no fueron a votar porque no tienen expectativas en que las cosas mejoren", argumenta, entre otros puntos, en esta columna el profesor Gustavo Sirota. Por GUSTAVO SIROTA (*) Las elecciones legislativas, las primeras del largo ciclo de 2025, han dejado tres datos recurrentes: la baja participación, que en ningún distrito superó el 60 por ciento de los electores habilitados, la dispersión de candidatos y partidos, y el triunfo de los oficialismos, incluyendo CABA donde La Libertad Avanza absorbió buena parte del voto que desde hace 20 años consolidó al PRO como el partido que gobierna la ciudad. La multiplicidad de candidatos, consecuencia de un sistema de partidos muy fragmentado, ha dado lugar a un pluralismo extremo en el cual, señala Sol Montero (1) “la política, y en particular el discurso político, es un terreno de falsedades, una ficción, puro artificio…. como se suele decir con desdén, todo es relato”. Dispersión y “relato” traen aparejado un aumento de la desconfianza, la desafiliación ciudadana y la apatía por lo público. Los oficialismos, sin importar extracción partidaria, han salido airosos sosteniendo políticas en sintonía con las que impulsa el gobierno nacional. Radicales como Pullaro o Zdero o los candidatos de Morales en Jujuy, peronistas reconvertidos como Poggi o Saénz, libertarios sin trayectoria como Adorni; han construido su triunfo apoyando el ajuste, la “motosierra” y las políticas de “mano dura” que vociferan desde la casa rosada. Con matices todos se han puesto “peluca”, aunque en voz baja mascullen algunos la “inviabilidad” del modelo paleolibertario. “Nuestro régimen político se apalanca en una ciudadanía comprometida con sus derechos y obligaciones. En Argentina, votar es una obligación. Por lo tanto, lo primero que advertimos, si esto se consolida, es que ingresamos a un terreno de ciudadanía de baja intensidad, ergo, democracia también de baja intensidad” (2). Pablo Salinas describe de esta manera el panorama que han dejado estas primeras seis convocatorias electorales de 2025, alertando en consonancia con muchos analistas, sobre una crisis de representación que en términos de participación ciudadana configura un rasgo preocupante. Buena parte de los consultores y asesores en campañas electorales creen que los ciudadanos están decepcionados con la política, que los jóvenes que apostaron a Javier Milei o al peronismo o al PRO no fueron a votar porque no tienen expectativas en que las cosas mejoren. Una parte importante de los argentinos/as descree de sus representantes, los ve alejados de sus problemas cotidianos, enfrascados en disputas palaciegas, corruptos, oportunistas, mediocres. Empieza así a ganar terreno el “soltar” el sistema, impugnando la democracia en su totalidad. Hace unos días el analista político Raúl Timerman, en el programa “comunistas” de Bravo TV, compartió los resultados de una encuesta (3) que indagó en la “percepción social sobre deudas y logros de la democracia” en Argentina. El 29,8% respondió que “apoyaría a un gobierno autoritario si lograse resolver los problemas del país”. Cada vez son más lo que advierten sobre una democracia que no solo no representa, tampoco soluciona problemas y, por lo tanto, no interesa. Sol Montero lo advierte en su columna de la revista de la UNSAM. “Los pilares de la cultura y la estética política vigentes durante, al menos, el último siglo, están en crisis: la política como ilusión de consenso… el valor de la verdad, el rechazo moral hacia la mentira”. Crisis sistémica que se agrava por las consecuencias de las políticas implementadas por el showman – estafador @javiermilei. Como bien señala Ricardo Ragendorfer “El régimen libertario ha convertido la vida diaria en una pesadilla distópica, Un castigo orwelliano que, por rebasar los límites de lo estrictamente político, merecería ser estudiado desde el campo de la sociología psiquiátrica (4)”. “Desde hace medio siglo – apunta Sebastián Fernández - la Argentina vive bajo una hegemonía que establece unos pocos ganadores y muchos perdedores. Se trata del manual neoliberal, un conjunto de alucinaciones que consigue un éxito asombroso teniendo en cuenta los efectos desastrosos que su implementación genera en la vida de las mayorías (5)”. “Dichas alucinaciones, continúa Fernández, se han ido transformando en sentido común incluso para quienes no las apoyan o las padecen”. Está hegemonía neoliberal, fruto de una batalla cultural que, apunta el historiador italiano Steven Forti, ha dado la “derecha extrema a nivel mundial” nos está llevando a una encerrona civilizatoria, que también ha puesto en jaque la democracia y sus valores. “El mundo privatizado y alienante” que imaginan tecnócratas como Elon Musk ya no es solo ficción. Un capitalismo de aplicaciones liderado por CEOS de empresas tech; el “tecnofeudalismo” sobre el que alerta Yanis Varoufakis, son parte de este entramado que licua las democracias y alimenta pesadillas autoritarias, a la vez que deja cada día a millones fuera del sistema. Lo que está en juego, y Argentina aparece como laboratorio de prueba del capitalismo más brutal y depredador, no es una utopía más o menos viable, sino la capacidad misma de imaginar el futuro. Pensar y construir un futuro que debe ser un horizonte de esperanza para todos y todas. Recuperar conceptos que han sido apropiados, sustraídos, por los dueños del poder es vital. Palabras como libertad, que debe ir de la mano de igualdad, justicia o revolución deben ser resignificadas. Términos como luchar, que “no han sido nunca de los Elon Musk de la historia, de los poderosos o dueños de grandes corporaciones (6)”, deben ser regresados a la escena política y apropiados por quienes aún sueñan – soñamos – mañanas posibles. Urge discutir y pensar nuevas formas de construir democracia, ciudadanía y participación. En tanto la sociedad argentina, atónita y sin rumbo se debate, parafraseando a Gramsci, entre el pasado que no alcanza a morir y el futuro que no termina de llegar. Y los monstruos acechan a la vuelta de la esquina. 1 - Sol Montero. “Urnas, mentiras y videos”. Anfibia, UNSAM. 2 – Pablo Salinas. Tiempo Argentino. Entrevista 24/ 05/ 2025. 3 – Raúl Timerman. “comunistas” -Bravo TV. 5 de mayo de 2025. 4 - Ricardo Ragendorfer. Tiempo Argentino. 24 /05 /2025. 5- Sebastián Fernández – “De Jefferson a Perón”. El cohete a la luna. 25 de mayo de 2025. 6 – Steven Forti. “La extrema derecha europea en su propio laberinto”. Nueva Sociedad. Julio 2024. Esta nota es posible gracias al aporte de nuestros lectores Sumate a la comunidad El Miércoles mediante un aporte económico mensual para que podamos seguir haciendo periodismo libre, cooperativo, sin condicionantes y autogestivo. Deja tu comentario comentarios

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