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» Diario Cordoba
Fecha: 30/05/2025 04:16
Son nueve días los que quedan por delante de rezo, hermandad y convivencia. Hasta 300 peregrinos, 15 coches de caballos, 27 carriolas y una treintena de equinos han partido este jueves desde la iglesia de San Pablo de Córdoba para reencontrarse, un año más, con la Virgen del Rocío. La hermandad del Rocío de Córdoba abre así el camino más largo de todos cuantos se hacen para llegar a la aldea, un camino que les llevará, claro, por la provincia de Córdoba, la de Sevilla y de allí a Huelva. La salida de la hermandad de Córdoba hacia el Rocío, en imágenes / Chencho Martínez Coincidiendo con la Feria de Nuestra Señora de la Salud, algo que suele ser habitual, los rocieros cordobeses han iniciado un camino que, en su primera jornada, pasa por la Mezquita-Catedral y que culmina en la primera parada de pernocta, ya en la carretera de Guadalcázar. Estrenos para este año Para la romería de este 2025, el Rocío de Córdoba lleva varios estrenos, como la terminación del techo de la carreta con las vigas laterales, una vara de promesas donada por los peregrinos, la tapadera de las ruedas (regalo del Grupo Joven) y la carpintería de los futuros faldones de la carreta. La única filial rociera que cuenta con San Juan Pablo II como titular se ha despedido así de Córdoba capital para adentrarse en nueve días de devoción que culminarán con su llegada a Almonte el próximo viernes 6 de junio. Cuando eso ocurra, los romeros cordobeses habrán recorrido más de 240 kilómetros. Una hermandad con historia La hermandad del Rocío de Córdoba fue fundada en 1931 por el famoso rejoneador cordobés Antonio Cañero, de ahí que tenga una especial vinculación al mundo ecuestre y taurino. Se disolvió por la guerra civil y fue refundada en 1978, año en el que regresó a la aldea del Rocío como filial de pleno derecho. Su simpecado original fue pintado por Julio Romero de Torres, el actual es obra de de Juan Manuel Ayala. Tiene una de las carretas más peculiares y reconocibles del Rocío y es de las pocas romerías donde los peregrinos van en carriolas, no en carretas.
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