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» Diario Cordoba
Fecha: 28/05/2025 04:06
Es muy posible, aficionado cordobesista, que alguna vez te hayas visto sorprendido por un atasco de tráfico camino del Nuevo Arcángel para presenciar un partido de nuestro querido equipo. Los minutos parecen horas en la embotellada avenida de Cádiz… Si te volviera a pasar, te propongo que asumas cuanto antes que ese día no vas a cantar el himno porque lo vas a oír desde fuera del estadio —eso, con suerte— y reflexiones sobre la historia que te voy a contar. En la actual plaza de Santa Teresa Y es que precisamente ahí, cuando llegues con el coche a la plaza de Santa Teresa —se llamaba entonces plazuela de la Iglesia y estaba sin urbanizar—, es donde se jugó el primer partido de football del que se tiene constancia en nuestra capital y provincia hace ahora 115 años. Concretamente aconteció el domingo 1 de mayo de 1910 con motivo de la velada que organizaba anualmente, desde dos años atrás, la Hermandad del Santísimo Cristo de las Ánimas y de la Cruz. El programa de festejos, publicado en el antiguo Diario de Córdoba una semana antes, incluía el primer día, entre otras actividades, «Juego de Foot-Ball por el Sporting Club cordobés, con valiosos premios» y, el segundo, «Grandes carreras de velocidad y de cintas por el Club ciclista cordobés, amenizadas por la banda de música del regimiento de la Reina». Vista actual de la plaza de Santa Teresa, escenario del primer partido de fútbol celebrado en Córdoba, hace ahora 115 años. / JOSÉ MANUEL ZARCO Para encontrar la primera referencia futbolística de nuestra historia hemos de retroceder y situarnos en diciembre de 1908, en que tiene lugar la fundación de la citada sociedad Córdoba Sporting Club. Unos meses más tarde —abril de 1909— se comunica su intención de jugar «dos partidos formales» en la próxima Feria de Nuestra Señora de la Salud. Pero estos, por motivos desconocidos, no llegaron a organizarse. Es muy probable que sus socios no se encontrasen lo suficientemente preparados entonces para formar un equipo completo o incluso que no hubiesen jugado aún a este deporte, según podemos deducir de la noticia aparecida en El Defensor de Córdoba el 23 de marzo del año siguiente, 1910, y repetida al día siguiente en el Diario de Córdoba, en la que se especifica que el domingo 27 de ese mes tendría lugar el primer entrenamiento. En ella se identifica como autor su capitán, Adolfo Torres: «El capitán del primer team de Foot-Ball, tiene el honor de invitar a todos los socios que componen el mismo, para que con objeto de prepararse para la próxima feria de Nuestra Señora de la Salud, concurran el domingo 27 del corriente al campo de Cercadilla, para jugar el primer partido de entrenamiento». Como vemos, el propósito inicial de los jóvenes deportistas era el de prepararse para la Feria, pero algún contacto debió producirse durante los últimos días de marzo o los primeros de abril para lograr que los organizadores de la velada incluyesen el primer día de mayo la exhibición balompédica. Pimera nota en prensa convocando a un entrenamiento para el encuentro de fútbol del Córdoba Sporting Club / J.M.Z. Una gacetilla sensacional publicada el 23 de abril en El Defensor de Córdoba nos permite conocer por fin a nuestros primeros footballistas: «En las fiestas que se celebrarán el día 1 en el Campo de la Verdad, tomará parte el Córdoba Sporting Club con el team de esta sociedad, compuesto de los señores siguientes: Forwards, Diego Monroy, Antonio Cámara, Adolfo Torres, P. Bolomburu, Manuel Urbano. Halfs: Enrique Huguec [sic, es Huguet], Francisco Blancas, Ángel Urbano. Backs: Antonio de la Bastida, Rafael Morilla. Goalkeeper: Luis de las Morenas. Suplentes: Santos Santamaría, Antonio Moreno Lara». De su lectura podemos deducir que al aparecer en la posición intermedia de los cinco forwards o delanteros, el capitán del equipo, Adolfo Torres, era el delantero centro. Nota de prensa con los participantes por parte del Córdoba Sporting Club de lo que fue el primer encuentro en Córdoba. / J.M.Z. Y llegó por fin el domingo 1 de mayo de 1910. ¿Qué sucedió realmente? A tenor de las crónicas, la exhibición de los muchachos del Sporting no debió ser muy afortunada, y no por culpa de ellos. Leemos en El Defensor de Córdoba el mismo día la reseña de lo ocurrido, ya que este diario se publicaba por la tarde: «Hoy se ha celebrado en el barrio del Campo de la Verdad el primer día de velada. Desde las cuatro de la tarde estaban aquellos lugares intransitables. A la bajada del Puente se ha colocado la caseta de la kermesse a cargo de lindas jóvenes del barrio, seguía en todo el trayecto desde dicho sitio hasta la Iglesia cucañas, noria, carrusel y campo de Foot ball. A las cinco comenzaron los jóvenes de la Sociedad ‘Sporting Club Cordobés’ a jugar el primer team, luchando con la aglomeración de público, que apenas los dejaba andar». El Diario de Córdoba del lunes 2 también reflejaba este hecho: «La partida de foot-ball no tuvo lucimiento porque a causa de las malas condiciones del lugar en que se efectuó, el público interrumpía constantemente a los jugadores». Para evitar esto el segundo día, en el que tuvieron lugar las carreras de cintas a cargo del club ciclista, los organizadores de la velada decidieron cercar la plaza y así evitar la invasión del público que se había producido en la primera jornada. Como dato anecdótico comprobamos que el guardameta del Sporting, Luis de las Morenas, resultó ser un consumado ciclista, ya que obtuvo premio en las carreras de cintas y también en las de velocidad que se disputaron unos días después. Una imagen histórica De lo leído hasta el momento, querido aficionado, habíamos deducido que lo que hicieron los muchachos del Córdoba Sporting Club fue una exhibición y no jugar un partido, ya que como has visto solo aparecen mencionados once titulares y dos suplentes. Pero nuestra concepción ha variado hace unos meses, cuando hemos tenido la inmensa fortuna de encontrar unas fotografías publicadas en la revista madrileña Actualidades, que editaba Prensa Española. Su autor, el fotógrafo Francisco Montilla, inmortalizó ese primer partido de fútbol de nuestra historia… ¡Y no lo sabíamos! Al contemplar la imagen constatamos que la plaza habilitada como terreno de juego carecía de dimensiones reglamentarias y que no se aprecian ni el círculo central ni las áreas. Y que efectivamente el público, muy numeroso, no había respetado los límites del rectángulo de juego que —imaginamos— estarían previamente señalizados. Tampoco vemos porterías. Pero, si contamos el número de jugadores, sí que parece haber veintidós, todos ellos con indumentaria blanca, por lo que pensamos que sí disputaron un auténtico partido. ¿Cómo se diferenciarían los de uno y otro equipo? Opinamos que el color del fajín podría tener la clave, aunque nada de ello se dice en las crónicas. Por cierto, el señor Montilla tomó su fotografía en un momento en el que el balón —lo hemos señalado con una flecha— se encontraba por los aires. Y… ¿desde dónde la tomó? La pregunta es desde luego de difícil respuesta, si tenemos en cuenta que ninguno de los edificios que aparecen en la imagen se conserva hoy. Tampoco se ve la iglesia de San José y Espíritu Santo, que quedaría más a la izquierda. Después de haber estado allí varias veces creemos que el fotógrafo podría estar situado en la planta superior de la ermita del Cristo de las Ánimas, cuya puerta principal está orientada hacia la propia iglesia. Justo encima de esa puerta hay una ventana cuya vista coincide con la panorámica de la fotografía… Enfrente del lateral de la ermita está hoy el bar Los Romerillos y a continuación hay unas casas que hacen esquina donde se encuentra el bar Miguelito. Adolfo Torres Barrionuevo, capitán del Córdoba Sporting Club y pionero de fútbol en Córdoba. / J.M.Z. ¿Qué sucedió después? Pese a que el resultado de lo acontecido no fuera del todo favorable por lo que hemos visto, ello no le quitó el ánimo a los jóvenes futbolistas cordobeses, que tuvieron la idea de celebrar algunos partidos más adelante: «La sociedad cordobesa Sporting Club tiene en proyecto jugar algunos matchs en el campo de la Victoria cuando pase feria. Al efecto solicitarán el oportuno permiso» (El Defensor de Córdoba, 4 de mayo de 1910). Pero estos partidos, al igual que los previstos un año antes para la Feria de 1909, tampoco llegaron a disputarse. De hecho, no se vuelve ya a tener más noticias de este primer Sporting y hemos de esperar más de dos años y medio para localizar información del siguiente encuentro. Este enfrentaría el día de Año Nuevo de 1913 a un club local, el Balompié Cordobés, con el Sevilla Balompié, antecesor del Real Betis, que se desplazó desde la capital hispalense en tren. Resulta curioso comprobar cómo en ese partido vuelven a aparecer varios de los nombres que ya conocemos: Francisco Blancas se alinearía como jugador, Enrique Huguet sería juez de campo, y Diego Monroy y Adolfo Torres los jueces de línea. Enrique Huguet figuraría con posterioridad —noviembre de 1915— como tesorero de otra sociedad denominada Córdoba Foot-Ball Club. Y Diego Monroy alcanzaría en enero de 1928 la presidencia del Real Córdoba Sporting Club, el segundo Sporting que tuvimos en Córdoba, fundado en enero de 1922. ¿Pudo recibir el mismo nombre en recuerdo y homenaje del primero, el de 1908? Posiblemente sí… Por último, queremos dedicar unas líneas al capitán del equipo, Adolfo Torres Barrionuevo, pionero del fútbol en Córdoba. Tenía 18 años cuando se jugó el partido en el Campo de la Verdad. Hombre polifacético, con el paso de los años se hizo redactor gráfico. Sus fotografías aparecerán con asiduidad en diarios locales como La Voz y en publicaciones de ámbito nacional como Mundo Gráfico, Estampa y As. Así, el primer abanderado del balompié en nuestra ciudad sería luego el encargado de inmortalizarlo obteniendo las primeras instantáneas, y muchas otras que vendrían después, a lo largo de los siguientes años. Terminamos con unas palabras de agradecimiento para los periodistas de los dos rotativos cordobeses que publicaron estas noticias, que aparecen sin firma, y para el señor Montilla que, cámara en ristre, nos dejó estas fotografías para la historia. Suscríbete para seguir leyendo
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