28/05/2025 21:00
28/05/2025 21:00
28/05/2025 20:58
28/05/2025 20:57
28/05/2025 20:57
28/05/2025 20:54
28/05/2025 20:54
28/05/2025 20:54
28/05/2025 20:54
28/05/2025 20:53
» Diario Cordoba
Fecha: 27/05/2025 16:34
Una violación grupal planificada con múltiples prácticas sexuales a una niña de solo catorce años aturdida por el consumo de alcohol. Esa es la conclusión a la que llegaron los investigadores de la Guardia Civil que llevaron el caso de la ‘manada’ de la Vall d’Albaida sobre los hechos ocurridos en la madrugada del 27 de septiembre de 2020. En la cual los acusados eran “los maestros de ceremonia que controlaban lo que se puede y no se puede hacer con la víctima”, ha señalado el instructor de las diligencias, y que la llevaron hasta allí con el claro propósito de violarla tras emborracharla sabiendo que era menor. Los guardias civiles hablan de cinco episodios distintos durante esa noche, el más grave el ocurrido detrás de un muro en un paraje apartado de un municipio de la Vall d’Albaida que este periódico no revela para preservar el anonimato de la víctima. Pese a que muchos agresores no han podido ser identificados, según los testimonios recabados por la Guardia Civil, al menos quince personas sometieron a la menor a distintas prácticas sexuales a la vez y mientras se la iban intercambiando. “Muy inocente y con poca autoestima” “Se le veía muy cría, muy inocente y con cara de niña, y con muy poca autoestima”, afirma el sargento que tomó declaración a la víctima cuando acudió a denunciar estos graves hechos tres días después acompañada de sus padres. “Cuando la escuchabas hablar se notaba que no tenía un grado de madurez suficiente”, añade este testigo. Además, al menos dos de los acusados la conocían de antes y sabían que era menor. Tampoco se aprecia un ánimo espurio de la menor contra los acusados, de hecho aunque sabía que lo que le habían hecho no estaba bien y que la habían utilizado, “quería minimizar lo ocurrido” y denunciar “sin que se supiera la magnitud de lo que allí había sucedido”, ha insistido el instructor. Aunque para los investigadores todas las relaciones sexuales con la menor son delictivas, por su edad y el estado de embriaguez en el que se encontraba, en su primera declaración la víctima intentó proteger a algunos de ellos marcando algunas relaciones que la menor consideraba consentidas, como la que tuvo con otro menor en el interior de un coche. El único de los acusados condenado hasta la fecha tras reconocer los hechos en un juicio por conformidad en un juzgado de Menores de València, en el que aceptó una medida de dos años de libertad vigilada. Sobre el estado de la menor esa noche los testigos coinciden en que había bebido mucho, “va tambaleándose y hay que cogerla para que no se caiga”. Al haber tantas personas implicadas, los investigadores de la Guardia Civil explican que las propias declaraciones de unos y otros fueron dando validez al testimonio de la víctima.
Ver noticia original