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Parana » El Once Digital
Fecha: 27/05/2025 14:30
Posible caso de mala praxis en hospital Centenario. Una médica de Gualeguaychú se encuentra en el ojo de la investigación para determinar si tuvo responsabilidad en la atención de un niño de 10 años que murió el pasado 18 de enero como consecuencia de un mal diagnóstico o por no advertir que los síntomas que presentaba se debían a una apendicitis aguda que evolucionó en una peritonitis. Todo comenzó 24 horas antes a ese sábado, en el que el niño Yair Suárez murió. Según relató su madre, el pequeño comenzó a tener fuertes dolores abdominales y como haría cualquier madre, intentó por sus medios tratar de calmarlo. “Comencé a darle manzanas rallada y Gatorade”, indicó, ignorando que podía tratarse de algo más serio porque el niño se mostraba de buen ánimo. Sin embargo, con el correr de las horas la situación fue cambiando. Ese mismo viernes por la noche se manifestaron los vómitos y su madre esperó hasta el día siguiente para llevarlo al Hospital. Miriam Suárez es madre soltera, de tres hijos, dos de ellos gemelos, por lo cual la logística de un traslado nocturno se dificultaba. Además, nunca imaginó que podía tratarse de una situación tal. El sábado, Yair se despertó y se sentó en la mesa del comedor, no quiso desayunar y nuevamente vomitó. Miriam le llevó sus otros dos hijos a la vecina y pocos minutos después del mediodía ingresó con su hijo a la guardia. La médica lo atendió y observó que estaba agitado. “Le pusieron suero con Dipirona y otro componente para el estómago, para que dejara de vomitar, y oxígeno. Le hicieron análisis de sangre, que según me dijeron salieron bien, le hicieron placas, debido a que no sabían de donde venía la infección que lo hacía levantar fiebre, y salió que tenía principio de neumonía, por lo que lo medicaron y le dieron el alta”, relató la mujer. En esa misma declaración que la madre de Yair hizo ante el fiscal Jorge Gutiérrez, indicó que el niño abandonó el Hospital Centenario poco antes de las 17 con una temperatura de 37 grados, con la receta de que tomara amoxicilina y paracetamol. Incluso la médica le dijo que lo llevara a control el lunes en el Centro de Salud del barrio La Cuchilla. Yair llegó a su casa ese sábado por la tarde, “se acostó en mi pieza, durmió un rato; luego se fue a su habitación y estuvo hablando con su hermano gemelo. A las 17.30 le di los medicamentos que me habían recetado. Me pidió jugo; ya que no quería comer pero decía que tenía sed. Alrededor de las 22 lo levanté y lo llevé a mi pieza, pero hizo tres pasos y se desestabilizó. Lo alcé para que no se caiga, pero se puso rígido y lo recosté en la cama”, confió la mujer. Con la ayuda de su vecina y su padre, lo cargaron en el auto. Yair estaba desvanecido y respiraba agitado. “Mientras ellos se lo llevaban yo buscaba el DNI en mi casa. Tomé un remis y según después me contó mi vecina, en el semáforo de Alsina y Urquiza se dieron cuenta que comenzó a tener espasmos y ya no respiraba”, contó la Miriam. “50 minutos” de reanimación Yair ingresó a las 22.20 al Hospital Centenario por el lado de la guardia pediátrica, sin pulso. “Estuvieron 50 minutos intentando reanimarlo los 7 médicos, debido a que estaban realizando el cambio de turno”. La denuncia se radicó al día siguiente e inmediatamente el fiscal Gutiérrez ordenó la realización de la autopsia. El cuerpo fue trasladado a la Morgue Judicial de Concordia debido a una cuestión de objetividad, porque al haber médicos involucrados, el forense debía ser de otra jurisdicción y fue el propio jefe del Cuerpo forense del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos, Luis Moyano, el que realizó el examen. El informe preliminar de esa autopsia arrojó que Yair Suárez murió por una falla multiorgánica secundaria causada por una sepsis. Es decir, falleció por una apendicitis aguda que evolucionó a peritonitis, que derivó en una sepsis y provocó un shock séptico seguido de muerte. El Fiscal ya le tomó declaración de imputada a la médica, que concurrió con su abogado particular y ya designó un consultor técnico para evaluar el caso. En la autopsia se extrajeron muestras de tejidos y órganos para un estudio anatomopatológico y se espera por esos resultados. “Yair era el centro de la casa, era el que sabía manejar todo y el que nos equilibraba a todos. Aún hoy estamos tratando de encontrar una rutina sin Yair. Tengo dos nenes que tienen que aprender a estar sin el otro hermano, y eran y aún son demasiado unidos. Yair era el que ponía orden cuando se peleaban, era el que daba las ideas si estaban aburridos. Él siempre sacaba alguna idea, algún juego. Era el dibujante, el artista. Siempre estaba inventando algo, inventando un juego, inventando una historia, queriendo saber más, buscando en los libros. Era un ángel, él todo quería saber. Era una enciclopedia andando, porque todo lo quería saber”, contó su madre. “Hasta ahora confío en la justicia y hasta ahora no me han fallado, porque al menos la autopsia y los cargos que tienen son los que yo esperaba. Lo único que sí quiero es que esa mujer no vuelva a tocar una sola criatura más en su vida, porque es una asesina, es así”, concluyó. (Fuente: El Argentino)
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