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» Diario Cordoba
Fecha: 24/05/2025 09:05
La Diócesis de Córdoba ya tiene nuevo titular. Monseñor Jesús Fernández González ha tomado posesión oficialmente en una solemne ceremonia presidida por el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, que ha sido auxiliado por el predecesor en el cargo, Demetrio Fernández, quien a partir de este mismo acto pasa a ser obispo emérito de Córdoba. Hacía 15 años que la Catedral y la Diócesis de Córdoba no vivía un acto similar. Por eso, el entorno del principal templo de la provincia, desde el seminario mayor hasta el mismísimo altar mayor de la catedral, ha sido un auténtico hervidero de fieles, sacerdotes y autoridades a los que se unían con curiosidad algunos turistas. Aunque el acto oficial se ha iniciado sobre las 11.00 horas, desde bien temprano se apreciaba el trasiego de personas, algunas ultimando preparativos y otras para asistir a la ceremonia desde sus inicios. Así, los primeros pasos que se han podido ver ha sido la comitiva que ha acompañado al obispo electo desde el seminario mayor San Pelagio hasta la puerta del Perdón de la catedral. Junto a Jesús Fernández caminaban el arzobispo de Sevilla, José Miguel Saiz, y el todavía administrador apostólico de la Diócesis de Córdoba, Demetrio Fernández. Ya en la catedral, el nuevo obispo ha sido recibido por el colegio de consultores y el Cabildo Catedralicio. Allí, el arzobispo ha presentado al nuevo obispo: "os presento al que desde ahora presidirá vuestras celebraciones en esta iglesia catedral como obispo de esta Iglesia de Córdoba". Jesús Fernández toma posesión como obispo de Córdoba / Manuel Murillo La ceremonia ha continuado con el ofrecimiento por parte del presidente del Cabildo, Joaquín Alberto Nieva, del lignun crucis para que el obispo lo bese, y le ha entregado el hisopo con agua bendita con el que Jesús Fernández se ha impregnado y lo ha hecho también con los presentes. Además, ha pronunciado los juramentos propios de la ceremonia, en los que ha mostrado su compromiso con la doctrina cristiana y los mandamientos de la Santa Sede. Seguidamente, toda la comitiva se ha desplazado hasta la capilla de la Inmaculada. Allí, Jesús Fernández ha orado ante el Santísimo, junto al que ha permanecido unos minutos en adoración. Después ha tenido lugar otro de los momentos más emotivos y solemnes de la ceremonia, pues el nuevo prelado cordobés ha accedido a la sacristía para revestirse, como último paso previo antes de la procesión de inicio oficial de la ceremonia de nombramiento, ya en el altar mayor de la catedral. Jesús Fernández, de camino a la Catedral este sábado. / Manuel Murillo La ceremonia ya dentro del templo ha empezado con la monición pronunciada por la directora de la Fundación Santos Mártires, Rocío Asensio, en la que ha manifestado que en la Diócesis de Córdoba, Jesús Fernández es recibido por todos "llenos de ilusión de esperanza" y le ha ofrecido su colaboración "leal en el ministerio apostólico". A continuación, el arzobispo de Sevilla ha solicitado que se muestren las Letras Apostólicas, el documento por el cual el papa Francisco dirigió su nombramiento a monseñor Jesús Fernández como titular de la sede episcopal. Seguidamente, ha tenido lugar la intervención del representante de la Nunciatura Apostólica, Roman Walczak, transmitendo la voluntad del Santo Padre, León XIV, del nombramiento. También ha tenido palabras de reconocimiento a la labor pastoral ejercida Demetrio Fernández. A continuación, la alocución ofrecida por el predecesor en la silla de Osio, en la presentación oficial de su sucesor, le convertían, ya de hecho, en obispo emérito de Córdoba, Diócesis en la que ha impartido doctrina durante los últimos quince años. Tras él, una representación de la citada diócesis, en la voz de Antonio Morales, secretario canciller del Obispado de Córdoba, ha saludado al nuevo prelado. El obispo Jesús Fernández besando el 'lignun crucis' ofrecido por el presidente del Cabildo, Joaquín Alberto Nieva. / Manuel Murillo Confirmados todos los pasos que dicta el protocolo, Jesús Fernández ha tomado posesión oficial de la cátedra, desde la que ejercerá a partir de ahora como obispo de la Diócesis de Córdoba. El repique de campanas de la Catedral daba fe pública del momento. El primer mensaje Ya como oficiante de la ceremonia, Jesús Fernández ha pedido a la feligresía que ya dirige, que sean siempre "humildes y amables, sed comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor, esforzándoos en mantener la unidad de Espíritu, con el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados". En su homilía, Jesús Fernández ha defendido sus principios cristianos basados en la justicia, la fraternidad y la paz como "antesada del Reino de Dios". Además, ha manifestado su unión a la iglesia peregrina de la esperanza, "a una iglesia de llamados". Así, ha indicado que "en un contexto de este año jubilar, el papa Francisco nos recordaba que somos peregrinos de la esperanza" y ha indicado sobre ello que "lo somos porque una voz divina nos llamó a una vida natural. La misma voz nos llamó también a participar de la vida divina haciéndonos hijos suyos, discípulos y miembros de la Iglesia por el Bautismo, y nos encargó un ministerio concreto en el contexto de una iglesia ministerial". Así mismo se ha mostrado vinculado al proyecto de una iglesia sinodal "que camina unida" para cambiar un mundo en el que "la violencia se manifiesta sin rubor en las relaciones interpersonales y entre países" y a la iglesia ministerial y misionera, porque "no vale permanecer encerrados entre las cuatro paredes del templo" asegurando estar llamados a "hacer resonar la Buena Noticia en todos los rincones de la tierra". El nuevo obispo de Córdoba ha terminado su homilía ha llamado a los fieles a cordobeses a cumplir con sus deberes cívicos y religiosos y a trabajar "a favor de los derechos humanos básicos como el derecho a la vida, el trabajo digno, la vivienda, la libertad religiosa y a la educación de vuestros hijos de acuerdo con vuestras propias convicciones". Además, ha llamado a los responsables de gestión pública a que lo hagan con un "modo justo de gobernar que atienda al bien común, favoreciendo la cultura del diálogo y del encuentro y el cuidado del medio ambiente". Para terminar apuntando la obligación de apoyar a los pobres, los frágiles y los excluidos. La toma de posesión del nuevo prelado de Córdoba se ha constituido en un acto de enorme repercusión social y no solo religiosa, pues han sido unas 3.000 las personas que han asistido a la ceremonia, entre las que se contaba una notable expedición de Astorga, diócesis de la que procede el nuevo prelado cordobés. Entre ellos, familiares de Jesús Fernández, amigos y representantes de aquel obispado. Además, han asistido 34 obispos de todo el país, entre ellos el cardenal Antonio María Rouco Varela, junto a una completa representación eclesiástica de la provincia. La ceremonia ha concluido con unas palabras de agradimento, del nuevo obispo, visiblemente emocionado, a toda la Diócesis, por el recibimiento que le ha dispensado, y por el acto que se ha organizado para su recibimiento. La emoción de Jesús Fernández fue captada por todos los presentes que irrumpieron en un aplauso como muestra de recíproca gratitud. Asimismo, se han dado cita en el acto autoridades como el alcalde de la ciudad, José María Bellido; la subdelegada del Gobierno, Ana López; el delegado del Gobierno de la Junta, Adolfo Molina; el presidente de la Diputación, Salvador Fuentes; el consejero de Justicia, José Antonio Nieto; el presidente del Parlamento andaluz, Jesús Aguirre; el rector de la Universidad de Córdoba, Manuel Torralbo; el rector de la Universidad Loyola, Fabio Gómez Estern; el fiscal jefe, Fernando Sobrón; la secretaria general del PSOE de Córdoba, Rafi Crespín, además de numerosos alcaldes, diputados, delegados, concejales y representantes de todos los grupos políticos.
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