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» Infodia
Fecha: 22/05/2025 19:00
Como cada año, el 22 de mayo se celebra el “Día Internacional de la Diversidad Biológica”, una fecha establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas para concientizar a la población sobre la importancia de proteger la variedad de vida en el planeta y sus patrones naturales. Este año, el lema propuesto es “Armonía con la naturaleza y desarrollo sostenible” y, desde Fundación Vida Silvestre Argentina, resaltan la increíble diversidad natural de nuestro país y la urgencia de reforzar los esfuerzos de conservación, por la naturaleza y las personas. La diversidad biológica o biodiversidad es la variedad de seres vivos que existe en la naturaleza, la diversidad de especies de plantas, animales, hongos y microorganismos que viven en un espacio determinado, su variabilidad genética, los ecosistemas de los cuales forman parte estas especies y los paisajes o regiones en donde se ubican los ecosistemas. Además, la biodiversidad es el soporte vital de la Tierra, que proporciona a las personas recursos para la alimentación, equilibrio ecológico, beneficios medicinales, estéticos y espirituales, tan necesarios para la vida. “La visión de Fundación Vida Silvestre se alinea totalmente con el lema de este año, ya que nuestro trabajo se centra en lograr un mundo en que las personas vivamos en armonía con la naturaleza. Es por eso que nos enfocamos en conservar la biodiversidad que, además de su valor intrínseco, tiene un papel importante en la identidad y el desarrollo cultural de las personas. Este Día Internacional de la Biodiversidad es una oportunidad para reflexionar y actuar: la conservación de la biodiversidad no es solo una tarea de los ambientalistas, sino una responsabilidad colectiva para garantizar un futuro sustentable para todos”, afirmó Sebastián Fermani, director de conservación de Fundación Vida Silvestre Argentina. Argentina es hogar de una asombrosa variedad de ecosistemas y especies, con 18 ecorregiones que la convierten en uno de los países con mayor diversidad biogeográfica del mundo. Sin embargo, la biodiversidad de nuestro país enfrenta amenazas críticas debido a la pérdida de hábitat por la conversión de ambientes naturales, la deforestación, la cacería, el cambio climático y la introducción de especies exóticas. La conservación de nuestros ecosistemas no solo es vital para preservar la fauna y flora, sino también para garantizar la calidad de vida de los seres humanos. Sin biodiversidad, nuestra propia existencia está en riesgo. Una biodiversidad muy representativa Desde los imponentes Altos Andes, hogar del cóndor andino y el zorro colorado, hasta la inmensidad del Mar Argentino, donde se encuentra el delfín franciscana, el tiburón escalandrún y hasta la ballena franca austral, el territorio nacional se presenta como un mosaico de paisajes únicos, que forman parte de nuestro patrimonio natural. En el norte del país, la Selva Paranaense y las Yungas representan los últimos remanentes de bosques subtropicales, caracterizados por su exuberante vegetación y alta biodiversidad. En la Selva Paranaense, el yaguareté es una especie emblemática, junto con el tapir y el mono carayá. En las Yungas, el pecarí labiado y el mirlo de agua destacan entre su fauna característica. En contraste, la Puna, árida y de gran altitud, exhibe un ecosistema adaptado a condiciones extremas, donde la vicuña y el gato andino sobreviven en un entorno desafiante. La gran llanura del país corresponde a Las Pampas, cubierta originalmente por pastizales naturales, donde nació la tradición gaucha y donde el venado de las pampas es una especie clave en la conservación de estos ecosistemas. El litoral y sus humedales protegen ecosistemas fundamentales, entre ellos el Delta e Islas del Paraná y los Campos y Malezales, donde la interacción entre agua, flora y fauna sustenta una gran riqueza natural. En el Delta e Islas del Paraná, especies como el ciervo de los pantanos y el lobito de río encuentran refugio en sus bosques ribereños y humedales. Por su parte, los Campos y Malezales albergan una biodiversidad notable, con mamíferos como el aguará guazú y el zorro de monte además de una gran variedad de aves y anfibios adaptados a estos ecosistemas. En el Gran Chaco, con sus subregiones del Chaco Seco, Chaco Húmedo y Esteros del Iberá, reflejan la transición entre ambientes boscosos y semidesérticos, hasta extensos humedales. En esta región habitan cinco grandes mamíferos, el oso hormiguero, el tatú carreta, el yaguareté, el aguará guazú y el tapir, que desempeñan un papel clave en el equilibrio ecológico de estos ecosistemas. Hacia el sur del país, los Bosques Patagónicos constituyen un refugio de biodiversidad con especies endémicas como el pehuén y la lenga, además de albergar especies como el puma y el zorro gris chico. Mientras tanto, la extensa Estepa Patagónica se caracteriza por su vegetación adaptada a ambientes secos y áridos, y paisajes de singular belleza, siendo el guanaco una de sus especies más representativas. Y llegando a la parte más austral de nuestro país, las Islas del Atlántico Sur y la Antártida marcan los límites del territorio nacional, desempeñando un papel esencial en la regulación climática y en la conservación de especies polares. En estas regiones habitan especies como el lobo marino antártico y el pingüino rey. En este sentido, la Fundación Vida Silvestre Argentina refuerza su llamado a gobiernos, empresas y ciudadanos para trabajar juntos en la protección de la naturaleza. Es fundamental promover políticas públicas efectivas, apoyar iniciativas de restauración ambiental y reducir la huella ecológica en nuestras acciones diarias. “Desde una perspectiva sistémica, en un contexto en donde el modelo de país se encuentra en discusión, no podemos dejar de resaltar que un crecimiento económico es imposible de sostener si los recursos naturales se agotan o degradan. Abandonar la idea de una superabundancia indefinida de los recursos provenientes de la naturaleza constituye un punto de inflexión en donde los modelos de producción deben incorporar la sustentabilidad como un eje central y neurálgico para asegurar la construcción de economías sanas y estables a largo plazo”, concluyó Fermani. Fuente Fundación Vida Silvestre
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