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Gualeguaychu » El Argentino
Fecha: 21/05/2025 18:12
Mientras busca consolidar la desaceleración inflacionaria, el oficialismo condiciona las negociaciones salariales del sector privado. La paritaria mercantil, la más grande del país, está en el centro del debate. Miércoles, 21 de Mayo de 2025, 14:22 Redacción EL ARGENTINO En el marco de su estrategia para contener la inflación, el Gobierno nacional reafirmó su decisión de intervenir directamente en las negociaciones paritarias. La meta es concreta: que los incrementos salariales no superen el 1% mensual. Este mensaje fue transmitido este martes a representantes de supermercados mayoristas durante una reunión en la que funcionarios del Ministerio de Economía agradecieron a los empresarios por resistir los aumentos de precios solicitados por los fabricantes de productos de consumo masivo. A su vez, reiteraron la importancia de mantener estables los valores en góndola. "No queremos que los aumentos salariales sean de más del 1%, la paritaria de Comercio se va a terminar de homologar la semana próxima", aseguró uno de los funcionarios durante el encuentro, que tuvo lugar en la Secretaría de Comercio. Participaron el secretario de Industria y Comercio, Pablo Lavigne, y el subsecretario de Defensa del Consumidor, Fernando Blanco Muiño, junto a miembros de la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM). Negociación estancada y pagos desiguales La presión oficial llega en un momento delicado para la paritaria mercantil, la más numerosa del sector privado con aproximadamente 1,2 millones de trabajadores. La Secretaría de Trabajo todavía no convalidó el acuerdo alcanzado entre el sindicato y las cámaras empresariales, que preveía un aumento del 5,4% a lo largo de tres meses. Ante la falta de definición oficial, supermercados y mayoristas comenzaron a implementar los aumentos por su cuenta, pero de forma dispar. Algunas empresas respetaron el porcentaje acordado, otras aplicaron únicamente el 1% promovido por el Ejecutivo. "Algunos lo pagamos, otros no, y otros pagaron un 1% a cuenta de la negociación", relató un empresario del sector mayorista, en el que operan compañías como Maxiconsumo, Nini, Makro, Diarco y Caromar. Mientras tanto, las grandes cadenas de supermercados optaron por otorgar un adelanto de $50.000, generando un esquema fragmentado en la aplicación del acuerdo salarial. Condicionamiento desde el Ministerio de Economía Ya semanas atrás, el ministro de Economía, Luis Caputo, había dado señales concretas: autorizó a supermercados y mayoristas a no cumplir con el primer tramo del acuerdo firmado con la CAC, CAME y Udeca. Ese convenio preveía aumentos del 1,9% en abril, 1,8% en mayo y 1,7% en junio, junto con tres sumas fijas no remunerativas de $35.000, $40.000 y $40.000. La postura de Caputo llevó a que la Secretaría de Trabajo se negara a homologar formalmente ese entendimiento. Desde el equipo económico reiteran una consigna clave: "No se puede negociar inflación, si no no se termina nunca". Desde la Secretaría de Trabajo, en tanto, señalan que existen "impugnaciones" al acuerdo por parte de algunas cadenas de supermercados —cuyos nombres no trascendieron— y que las cámaras empresarias no garantizaron que esos aumentos no se traduzcan en subas de precios. Además, insisten en que el índice de inflación del INDEC no debería ser el único criterio para definir los incrementos salariales. Sintonía con los mayoristas Durante el encuentro con los distribuidores, Lavigne y Blanco Muiño destacaron la actitud de los empresarios frente a los listados con aumentos. "Sigamos en contacto para ver cómo vienen las nuevas listas", expresaron los funcionarios, en un gesto de coordinación con el sector. Los empresarios, por su parte, señalaron que no les resulta conveniente seguir subiendo los precios, y manifestaron conformidad con el desempeño de la promoción "Black Week" lanzada recientemente. "Las ventas nos están costando", admitieron. Con una inflación de 3,7% registrada en marzo y un cepo cambiario parcialmente flexibilizado, Caputo apura la implementación de su plan de las "tres anclas": control de precios, moderación de las paritarias y contención de tarifas públicas. En ese contexto, la inflación de abril descendió al 2,8%, a pesar de que el dólar aumentó un 8%. Desde el Ministerio de Economía sostienen que el escenario comienza a mostrar signos de mejora. "El dólar va a acercarse a la banda inferior por la fuerte liquidación del agro y en mayo o junio la inflación va a empezar con 1%", anticiparon los funcionarios.
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