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» SL24
Fecha: 21/05/2025 15:34
Facebook Twitter LinkedIn WhatsApp El crecimiento del turismo sustentable en la región tiene un nuevo impulso: Monje, reconocido como portal santafesino al Sitio Ramsar, ha comenzado a diagramar un circuito de kayakismo que permitirá recorrer los paisajes selváticos y acuáticos de la zona. La propuesta busca combinar el disfrute de la naturaleza con su conservación, destacando el valor ambiental y turístico del entorno. La iniciativa, impulsada por las comunas de Monje y Puerto Gaboto en conjunto con Parques Nacionales e instructores especializados, contempla visitas guiadas a través de ríos, lagunas, arroyos y la emblemática cascada de la región. El objetivo es ofrecer una experiencia inmersiva que permita a los visitantes conectar con la biodiversidad local mientras navegan por senderos de agua rodeados de vegetación nativa. Con esta propuesta, se apuesta a fortalecer la identidad natural del territorio y generar nuevas oportunidades para el turismo ecológico, reafirmando el compromiso con el cuidado del medioambiente y el desarrollo local. El comunicado oficial del recorrido: La Comuna de Monje junto a la Comuna de Gaboto, Parques Nacionales Guías e Instructores locales practicaron un extenso recorrido para así poder seleccionar los mejores circuitos en los cuales desarrollar travesías en kayaks. Siendo La Boca De Monje, Portal de Sitio Ramsar, colaboramos para diagramar distintos recorridos en los cuales podremos disfrutar al máximo de la belleza de nuestro entorno. Sitio Ramsar La Red de Sitios Ramsar nuclea a aquellos humedales considerados de importancia internacional en el marco de la Convención sobre los Humedales. Para su designación, se verifica el cumplimiento de criterios específicos y del procedimiento que establece la Resolución SAyDS Nº 776/2014. En la Argentina, se han designado hasta el presente 23 Sitios Ramsar, que abarcan una superficie total de 5.687.651 hectáreas de ambientes diversos, tales como lagunas altoandinas, zonas costeras marinas, lagunas endorreicas, turberas y llanuras de inundación, entre otros. La inclusión de un área en la red es una importante herramienta de gestión para las comunidades locales y grupos interesados en la conservación y manejo sustentable. La Secretaría de Gobierno de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación promueve la designación de Sitios Ramsar y apoya a las autoridades locales en el manejo, para que sean efectivos en el logro de sus objetivos. Tareas clave son la asistencia en la elaboración de planes de manejo participativos, la capacitación, el monitoreo y la evaluación, así como la asistencia técnica ante situaciones que amenacen sus condiciones ecológicas. A su vez, la Red permite fortalecer las acciones de concientización, información y educación ambiental. Parque Nacional Islas de Santa Fe El sitio comprende humedales continentales de origen fluvial asociados a la llanura de inundación del río Paraná, en sus tramos Medio e Inferior. Incluye dos Parques Nacionales: “Predelta” e “Islas de Santa Fe”, así como territorio perteneciente a la jurisdicción de las provincias de Entre Ríos y Santa Fe. En el Sitio, la planicie aluvial, de entre 20 y 40 km de ancho, está ocupada por depósitos aluviales y por cuerpos lóticos (arroyos y ríos) y leníticos (lagunas) de diferentes tamaños, con conectividades y dinámicas morfológico-sedimentarias distintas, determinadas por la dinámica fluvial. En el cauce principal hay bancos de arena e islas, los de mayor superficie rondan las 1.000 ha, como la isla Campo el Rico. Existe además una densa red de cauces menores con albardones que delimitan lagunas someras y pantanos sub-circulares. Se destacan grandes lagunas que tienen escasa profundidad (2 a 3 metros en aguas medias) y gran elasticidad, características relevantes para la reproducción, cría y desarrollo de especies ícticas importantes para la actividad pesquera. Las más extensas tienen alrededor de 20.000 ha, como la laguna Coronda. El río actúa como corredor biogeográfico y por esta razón conviven especies de regiones tropicales, subtropicales y templadas. Las comunidades vegetales y la fauna están adaptadas a la potente dinámica espacio-temporal impuesta por el régimen de pulsos, con fases de inundación y sequía. El sistema cumple un rol importante como reservorio de biodiversidad brindando alimento, refugio y sitios de reproducción a numerosas especies de peces, algunas de ellas migratorias, de alto valor económico e interés para las pesquerías comerciales y deportivas, importantes como fuentes de proteínas para alimentación humana y con un rol relevante en el ecosistema. Sus desplazamientos son de carácter básicamente reproductivo, trófico y térmico, y van desde unos 400 km en promedio como las del sábalo, boga y armado común, hasta unos 1500, como las del dorado y el patí. Otras especies como los surubíes, el manguruyú el armado chancho, los mandubíes (Ageneiosus spp; Auchenipterus spp.), el bagre amarillo, el chafalote, y la saraca también son migratorias, pero sus desplazamientos son menos conocidos. Asimismo, el Río Paraná también constituye un corredor migratorio para aves como los chorlos y playeros neárticos (13 especies de Charadriiformes) que utilizan sus humedales como áreas de alimentación, principalmente en aguas bajas, donde se observan por centenares. Migrantes patagónicos también usan sus humedales en invierno, como el macá grande (Podiceps major), el cisne de cuello negro, el sobrepuesto y la remolinera común. En el Parque Nacional Predelta el conjunto de aves presenta variaciones estacionales notables. La oferta de alimento para las insectívoras disminuye en la época fría, muchas se retiran a invernar en sitios más cálidos del norte de Sudamérica y hemisferio norte: cuclillos (Coccyzus sp.), capuchinos, tiránidos (Tyrannus savana, Elaenia sp., Myiodinastes maculatus, Myiophobus fasciatus), y las golondrinas (Progne sp., Tachycineta leucorrhoa, Hirundo rustica). El Parque funciona como área de invernada para especies provenientes del sur del país. Los humedales de la extensa planicie aluvial, modelados fundamentalmente por la dinámica fluvial, cumplen importantes funciones ecológicas y de regulación hidrológica y biogeoquímica. Por su estructura y dinámica actúan como “esponjas”, desacelerando el flujo del agua y regulando las inundaciones. Retienen, almacenan y reciclan nutrientes, transforman y degradan contaminantes, e inmovilizan y estabilizan sedimentos. Son fundamentales como fuente de provisión y almacenaje de agua, y cumplen un papel relevante en la recarga de acuíferos.
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