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Federal » El Federaense
Fecha: 21/05/2025 10:31
Gonzalo Moreno, el presidente de Fenavi, ha hecho un llamado urgente para replantear la estrategia comercial de Colombia hacia China. Según su perspectiva, el país sudamericano está errando en su forma de abordar este mercado asiático, ya que se está enfocando en ofrecer productos que considera deseables, en lugar de entender la demanda real del consumidor chino. Redefiniendo los productos avícolas Moreno enfatizó que, contrariamente a las intuiciones occidentales que podrían pensar que las pechugas y muslos de pollo son las piezas más solicitadas, el interés de China se centra en partes menos valoradas en Colombia, como garras, crestas y puntas de ala. En el contexto de la gastronomía china, las garras de pollo son comunes como entrada y las crestas y puntas de ala se utilizan tanto en restaurantes como en situaciones más informales. Potencial de exportación Esta perspectiva puede parecer sutil, pero puede abrir puertas económicas importantes. Fenavi estima que, al lograr la admisibilidad sanitaria para la exportación a China, Colombia podría generar un valor cercano a los 150 millones de dólares anuales en ventas. Moreno manifestó que, aunque el proceso es extenso, la industria avícola está preparando su entrada a través de productos procesados, que facilitan una llegada más ágil al mercado chino. Exclusión y falta de articulación A pesar de las oportunidades prometedoras, el presidente de Fenavi expresó su descontento por la ausencia del sector avícola en una reciente misión presidencial a China, donde se presentaron más de 200 empresarios brasileños. Moreno fue claro: “abrir mercados debe ser una política de Estado y requiere un impulso conjunto entre el sector público y el privado.” Su declaración destaca una debilidad estructural en la estrategia de internacionalización del país, subrayando la falta de diálogo entre los responsables de la toma de decisiones y los gremios. Problemas internos y logística Por otro lado, también se manifestó inquietud por las complicaciones internas que atentan contra el sector avícola. Cuestionó los recientes bloqueos en el Valle del Cauca, en puntos estratégicos como la recta Cali-Palmira y en Candelaria, que obstaculizan la movilidad de alimentos y amenazan el abastecimiento general. A pesar de que el puerto de Buenaventura operó sin inconvenientes, los cierres de las vías alternativas dificultan la distribución de productos vitales. Moreno apeló al respeto por el derecho a la manifestación, sin sacrificar derechos fundamentales como el libre tránsito. “La protesta es legítima, pero los bloqueos de carreteras no solo perjudican la circulación de personas y mercancías, sino que también ponen en riesgo la seguridad alimentaria y el funcionamiento de sectores esenciales como el avícola”, concluyó. Repensar la estrategia comercial Las declaraciones de Moreno no solo denuncian una crisis, sino que subrayan la necesidad de reconstruir la logística nacional y orientar la política comercial exterior hacia un enfoque que escuche a sus sectores productivos. Mientras otros países como Brasil fortalecen sus lazos con China mediante misiones multisectoriales claras, Colombia parece perder valiosas oportunidades no por falta de productos de calidad, sino por un enfoque errático que no se alinea con las necesidades del mercado. En conclusión, el mensaje de Fenavi es claro: Colombia debe adoptar una visión estratégica para insertarse efectivamente en mercados no convencionales, respondiendo a sus verdaderas demandas y construyendo relaciones basadas en conocimientos técnicos. La efectiva inserción comercial no está solo en la oferta de bienes, sino en la comprensión profunda del consumidor. La oportunidad está en las garras del pollo; ahora solo falta que el país la aproveche.
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