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» Diario Cordoba
Fecha: 20/05/2025 23:35
Feria de San Isidro Ganado: seis novillos de Conde de Mayalde, de dispares hechuras dentro de una correcta presentación, que se dolieron en varas y tuvieron más movilidad que entrega, casi todos sin regularidad en sus embestidas por falta de fuerzas o fondo de verdadera bravura. Fabio Jiménez: pinchazo y estocada desprendida (ovación); el cuarto tuvo que ser apuntillado sin poder entrarle a matar (silencio). El Mene: estocada (silencio); estocada (vuelta al ruedo protestada tras aviso y petición de oreja insuficiente). Tomás Bastos: estocada trasera desprendida (silencio tras aviso); estocada caída perpendicular (silencio tras aviso), El Mene y Bastos hicieron su presentación en Las Ventas. Las Ventas: décimo festejo de abono de la Feria de San Isidro, con algo más de tres cuartos del aforo cubiertos (19.875 espectadores), en tarde primaveral y con rachas de viento. La terna de prometedores novilleros que hizo hoy el paseíllo en Las Ventas no pudo pasar de mostrar sus buenas intenciones en determinados momentos y detalles ante un encierro de Conde de Mayalde con una engañosa movilidad, a falta de mayor entrega y de verdadero fondo de bravura. El guion del festejo se marcó ya con el utrero que abrió plaza, que tuvo cierta nobleza pero al que le faltó el empuje de la raza y de la clase para repetir las embestidas en series largas. Aun así, Fabio Jiménez acabó cogiéndole el aire para, con buen y puro pulso, sacarle un puñado de excelentes naturales que no pudieron ser más al afligirse el animal, antes de que le volteara sin consecuencias en una colada final. Claro que menos opciones aún tuvo el riojano con el cuarto, que se echó, con alguna lesión interna, en mitad de una imposible faena de muleta, para tener que ser apuntillado sin que le llegara a entrar a matar. El lote de El Mene fue el de mejor condición dentro de ese extendido comportamiento, pues al menos ambos descolgaron el cuello en sus arrancadas y tomaron los engaños con mayor fuerza y recorrido, como ya hizo el segundo cuando el novillero aragonés le meció en cuatro suaves verónicas de salida. Llegaría después el pique en quites con Tomás Bastos, uno por chicuelinas y el portugués por tafalleras, rematados ambos con dos soberbias medias verónicas, que dio paso a una faena intermitente del de Zaragoza, con cites sinceros pero con una inconcreta forma de rematar los muletazos por ambas manos que no le ayudó a redondearlos ni a apurar al de Mayalde. Lo mató, eso sí, de una muy buena estocada, tan contundente como la que le recetó al quinto, que, aunque amagó rajarse, terminó por romper con mayor claridad. En esta ocasión El Mene tardó en encontrarle la distancia, aunque siempre con asiento y honestidad, para logar, por fin, una tanda de derechazos ligada y compacta que, tras la voltereta que también sufrió en un descuido, hizo que se le pidiera una oreja sin la fuerza necesaria. Vuelta al ruedo Se protestó aun así la vuelta al ruedo que dio el aragonés por una parte del público que tomó partido por los novillos y que se mostró muy distante y fría con los novilleros, en un ambiente típico de la entresemana de San Isidro, midiendo siempre la intensidad de las ovaciones, tal y como también sucedió con Tomás Bastos. El portugués, que siempre se mostró sobrado de capacidad, no llegó a acertar con los terrenos en que decidió lidiar a su primero, al que sacó a los medios, donde el novillo se afligía y donde dominaba el viento que comenzó a soplar, complicando así un escenario que mejoró cuando, ya en la última parte del trasteo, se lo llevó a los adentros, donde llegaron sus mejores muletazos con la mano izquierda. Después de dar con la clave, Bastos aun insistió de más para remontar, aunque sin sacar mayor provecho de la situación con el novillo más agotado. El sexto, en cambio, no se agotó sino que, después de arrear en banderillas, se paró y se frenó ante la muleta del lusitano, que ni aun así le volvió la cara, insistiendo solvente y valiente en un vano intento de lucimiento.
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