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Concordia » Hora Digital
Fecha: 20/05/2025 10:24
El premier Keir Starmer celebra el nuevo acuerdo con la UE que aportaría 9 mil millones de libras a la economía británica. Un cambio de rumbo hacia soluciones prácticas. Desde Londres, tras la política arancelaria e internacional de Donald Trump, el Reino Unido y la Unión Europea (UE) superaron el Brexit duro adoptado en 2021 con un nuevo acuerdo. Sir Keir Starmer, primer ministro laborista, y Ursula von der Leyen, presidenta de la UE, sellaron el pacto en Londres. En una conferencia en Lancaster House, Starmer expresó la importancia de dejar atrás antiguos debates y adoptar un enfoque más sensato en beneficio de los ciudadanos británicos. Se destacó que el acuerdo contribuiría con ganancias de 9 mil millones de libras al Reino Unido y una reducción en los precios de alimentos, ya que el país importa la mitad de sus productos alimenticios de la UE. Entre los puntos clave del acuerdo se encuentra la eliminación de barreras para el comercio de productos agroindustriales, un acuerdo pesquero a largo plazo, la inclusión de la industria armamentista británica en el nuevo fondo de defensa europeo frente a la supuesta amenaza rusa, y el distanciamiento del gobierno británico de la OTAN. Es importante resaltar que este acuerdo no implica un regreso del Reino Unido al bloque europeo. Tanto los laboristas como los conservadores mantienen sus puntos de vista claros en las negociaciones con la UE. Mientras los laboristas defienden no ser parte del mercado común, no participar en una unión aduanera y no tener libertad de movimiento para personas y empresas, los conservadores y la ultraderecha liderada por Nigel Farage han criticado el acuerdo por considerarlo una traición a la soberanía británica. La percepción de los británicos sobre el Brexit ha cambiado desde el referendo de 2016, donde una mayoría considera que fue un error. Las encuestas muestran que un 30% piensa que el Brexit fue positivo, mientras que un 55% lo ve como un error. La mayoría de la población apoya una relación más estrecha con la UE y considera que el Brexit duro negociado por Boris Johnson en 2019 empeoró la situación económica del país. A pesar de este cambio en la opinión pública, las negociaciones fueron arduas y prolongadas. Los laboristas temían reavivar el debate sobre el Brexit, que ha dividido a la sociedad británica. La negociación busca evitar este resurgimiento de la división y ayudar al Reino Unido a salir del estancamiento económico, producto de políticas de ajuste implementadas desde 2010.
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