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» Misionesparatodos
Fecha: 18/05/2025 21:49
Ante una plaza de San Pedro repleta, al estadounidense Robert Prevost encabezó frente a la basílica la misa de entronización como nuevo jefe de la Iglesia. Asistieron más de 150 delegaciones extranjeras y monarcas de toda Europa. Su primer mensaje llamó a la paz y la piedad en el mundo. Ante una multitud de fieles y frente a más de 150 delegaciones oficiales de todo el mundo, el papa León XIV comenzó este domigo 18 de mayo su pontificado en forma oficial. Lo hizo encabezando una extensa ceremonia marcada por los ritos tradicionales de la Iglesia Católica. Con la misa de entronización, que se llevó a cabo frente a la basílica de San Pedro desde las 5 hora argentina, se confirmó la autoridad del nuevo pontífice para encabezar la Iglesia y su posición como sucesor de San Pedro –considerado el primer Papa-, según la Santa Sede. Participaron numerosas personalidades de todas partes del mundo. En esta ocasión, a diferencia de su elección del 8 de mayo, no estuvo el presidente de su país de origen, Donald Trump, sino que lo hará el vice, JD Vance, con quien el Papa mantiene fuertes diferencias respecto a la inmigración. También estuvo en la ceremonia el secretario de Estado, Marco Rubio. Ambos son católicos y ultraconservadores. Personalidades. Entre otros, asistieron el presidente de Israel, Isaac Herzog, y el mandatario de Ucrania, Volodímir Zelenski, quien según algunas fuentes se encontraría en forma privada con León XIV, para insistir en la necesidad de presionar a Rusia para el fin de detener la guerra. De Latinoamérica viajaron a Roma los mandatarios de Paraguay, Perú, Ecuador y Colombia. El presidente argentino, Javier Milei, decidió quedarse en Buenos Aires y en su lugar asistirá una comitiva integrada por el ministro de Relaciones Exteriores, Gerardo Werthein, y la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello. Entre los monarcas viajaron Felipe VI y Leticia de España; Felipe y Matilde de Bélgica, y Máxima, la reina de Holanda, la acompañará el primer ministro holandés, Dick Schoof. No fueron al Vaticano los reyes de Gran Bretaña, aunque estuvieron representados por el príncipe Eduardo, hermano más joven del monarca. Ritos católicos. El proceso comenzó pasadas las 9 de la mañana de Roma, cuando el Pontífice ingresó a la basílica vacía para colocarse las vestiduras eclesiásticas en la sacristía de la capilla. Luego, junto con los patriarcas de las iglesias orientales, descendió a las Grutas Vaticanas para orar ante la tumba de Pedro. No se trataba de un simple gesto litúrgico, sino un compromiso del Papa de continuar los pasos del primer apóstol. Los pasos de una ceremonia centenaria Desde allí hubo una procesión del Papa y los cardenales hacia el altar de la Plaza de San Pedro. Durante el trayecto se cantó el Laudes Regiæ, de invocación a los santos. Dos diáconos llevaron el palio –hecho de lana de corderos para simbolizar al Buen Pastor– y el Anillo del Pescador, insignias centrales de la ceremonia. El anillo le fue colocado en el dedo anular de la mano derecha a León XIV por el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re. Es un símbolo de la misión apostólica del Papa como pescador de hombres, encomendada por Jesús a Pedro. Este curioso anillo tiene grabado a Pedro con las llaves y sujetando las redes para pescar. Lo conserva cada Papa hasta su muerte o renuncia. Luego se lo retira y se rompe para simbolizar el final del papado. Otro de los momentos importantes fue el rito de obediencia que le prestaron al Papa doce representantes de los grupos del pueblo de Dios. El grupo, que invoca a los doce apóstoles, serán tres cardenales, un obispo, un presbítero, un diácono, dos religiosos (mujer y hombre), un matrimonio y dos jóvenes. A continuación se realizó la tradicional misa frente a la basílica, que a diferencia del cónclave de elección –que tiene lugar a puertas cerradas para mantener el secreto– se celebra en público. De esta manera, Robert Prevost será consagrado como líder de la Iglesia Católica. En su primera homilía, el flamante papa llamó a la paz en el mundo e instó a los fieles de todo el mundo a mantenerse como reserva de la piedad y la bondad en el mundo. Asitieron a la Plaza de San Pedro, según las estimaciones oficialees, unas 150 mil personas. Fuente: Perfil
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