Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Misionero condenado a 17 años de prisión por el abuso sexual de dos menores en Buenos Aires

    » Elterritorio

    Fecha: 17/05/2025 20:40

    El hombre, oriundo de Wanda, fue declarado culpable por un tribunal de la Ciudad de Buenos Aires. De los abusos sexuales fueron víctimas dos hermanitos de entre 5 y 8 años en el marco de la convivencia con quien era su pareja. sábado 17 de mayo de 2025 | 20:30hs. Imagen referencial. Juan Carlos B. (36), un misionero oriundo de Wanda, fue condenado a 18 años de prisión en la ciudad de Buenos Aires por haber cometido abusos sexuales contra dos menores de edad en el marco de una convivencia familiar. La sentencia fue dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional 1 de la Capital Federal y, posteriormente, confirmada por la Cámara Nacional de Casación Penal, que resolvió reducir un año la pena como único beneficio concedido al acusado. Los hechos ocurrieron entre 2019 y 2021 en un domicilio donde convivía como pareja de una mujer con varios hijos pequeños. Aprovechando la ausencia de la madre, abusó en reiteradas oportunidades de un niño de entre 7 y 8 años y de una niña de entre 5 y 6. Las agresiones fueron relatadas por las víctimas durante entrevistas en cámara Gesell, y confirmadas por peritajes psicológicos que detectaron signos compatibles con vivencias traumáticas. El misionero fue condenado como autor penalmente responsable del delito de abuso sexual gravemente ultrajante en concurso real con abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa, todo agravado por haberse cometido contra menores de edad y en un contexto de convivencia. A lo largo del juicio, se consideró probada la reiteración de los ataques y se valoró especialmente la credibilidad del relato infantil. En sus declaraciones, ambas víctimas relataron los abusos sufridos en ausencia de la progenitora y mencionaron amenazas por parte del acusado para que no revelaran lo sucedido. Pese a la contundencia de los testimonios, durante el proceso, el acusado negó los hechos y afirmó que la denuncia era parte de una conspiración familiar para expulsarlo de la casa. Argumentó que el conflicto se originó en una discusión con los niños por unas mascotas. Sin embargo, los jueces descartaron de plano esta versión, calificándola de "excusa francamente pobre" y "desproporcionada". En la audiencia realizada el ahora condenado habló sobre su vida personal. Contó que nació y creció en Wanda, en el seno de una familia humilde, y que luego vivió un tiempo en Puerto Libertad. Dijo que había trabajado desde joven como panadero, peluquero y ayudante de albañilería, que sus padres habían fallecido cuando era niño y que nunca antes había tenido problemas con la ley. El tribunal escuchó su relato y consideró esos aspectos como atenuantes al momento de fijar la pena. No obstante, remarcó que la gravedad de los hechos, la reiteración de los abusos y el aprovechamiento de la convivencia con las víctimas ameritaba una condena severa. La sentencia original fue de 18 años de prisión efectiva, con accesorias legales y costas. Uno de los puntos destacados del fallo fue la contundencia con la que se valoraron los testimonios de los menores. Los jueces sostuvieron que los relatos fueron "espontáneos, coherentes, con detalles verosímiles y sin signos de manipulación". También enfatizaron que los informes psicológicos y médicos acompañan y fortalecen esas versiones. En ese plano, el tribunal rechazó los planteos de la defensa sobre una supuesta "falta de certeza" o "insuficiencia probatoria". Por el contrario, se señaló que la suma de elementos -entrevistas, pericias, declaraciones testimoniales y conducta del acusado- permitía arribar a un grado de convicción plena sobre su culpabilidad. En consonancia con eso, la Cámara de Casación, al revisar el fallo, ratificó en su totalidad la responsabilidad penal del misionero. Sin embargo, accedió parcialmente a un planteo técnico de su defensa y resolvió reducir la pena en un año. La razón fue que algunos de los episodios fueron calificados como "tentativa de acceso carnal" y no como consumados, lo que justificó una leve morigeración del castigo. Así, la pena final quedó establecida en 17 años de prisión. Los jueces destacaron que no se trató de una absolución parcial ni de una revisión sustancial del fallo, sino de un ajuste técnico que no alteraba la conclusión sobre la culpabilidad del acusado ni el impacto de los delitos. Durante el juicio también se condenó a otro imputado, quien había sido pareja de una de las hijas de la mujer y convivía en el mismo domicilio. este sujeto fue sentenciado a ocho años de prisión por abuso sexual reiterado contra la misma niña, en hechos ocurridos en circunstancias similares. Se expuso en el debate que ambos condenados compartieron el espacio donde vivían las víctimas en condiciones de hacinamiento y vulnerabilidad. La casa, situada en una galería usurpada, no ofrecía privacidad ni resguardo, lo que según los jueces facilitó los abusos. El tribunal valoró que los imputados se aprovecharon de ese entorno para perpetrar los ataques. Los dos cumplen condena en una penitenciaría bonaerense.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por