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» Data Chaco
Fecha: 17/05/2025 14:31
La trama une moda, redes sociales y nombres de alto rango institucional. Valentina Olguín, influencer y cantante oriunda de Santiago del Estero, enfrenta una investigación por el presunto uso indebido de datos fiscales de cinco gobernadores argentinos. La joven rompió el silencio por primera vez desde que el caso tomó estado público y defendió su accionar con un tono de mea culpa. "No se trata de política, ni de un negocio. Fue una torpeza sin medir consecuencias", declaró. El detonante surgió con una denuncia penal impulsada por el gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, quien puso en conocimiento de la Justicia Federal la utilización de su CUIT con fines que rozan la ilegalidad. A él se sumaron los nombres de Axel Kicillof, Rogelio Frigerio, Claudio Poggi y Sergio Ziliotto. Según Olguín, recurrió a esos datos cuando agotó las identidades disponibles en su círculo cercano. El objetivo, aseguró, era recibir ropa de marcas extranjeras para sus producciones audiovisuales. La artista explicó que desde el año 2020 mantiene vínculos con firmas internacionales que le enviaban paquetes mediante el sistema courier. Este método impone restricciones: solo puede utilizarse cinco veces al año por persona, con un máximo de 50 kilos por envío y sin fines comerciales. Al superar su límite, la joven confesó que buscó en Google datos de funcionarios con domicilio fiscal declarado y utilizó esa información para seguir recibiendo indumentaria. "No hubo venta de ropa. Era para mis fotos, mis videoclips, nada más", subrayó Olguín, quien en el pasado integró el grupo Dame 5, apadrinado por el productor Fer Vázquez. Hoy suma cientos de miles de seguidores en Instagram y TikTok. La denuncia formal derivó en un allanamiento en su departamento del barrio de Núñez. Allí, la Justicia buscó pruebas vinculadas a los presuntos delitos de falsificación de documentos, evasión fiscal y uso indebido de datos protegidos. Acompañada por su abogada, Claudia Paz, la joven reiteró que nunca existió un fin de lucro. "No tengo una tienda online. Me allanaron porque se encontró una irregularidad y se investigó si se trataba de una actividad comercial", explicó. La causa permanece en manos del fiscal federal José Agustín Chit y del juez José Manuel Díaz Vélez, quienes deberán determinar si el accionar encaja en los delitos tipificados o si solo se trató de una acción imprudente. Olguín concluyó con un tono de resignación: "Estoy a disposición. Si hay que pagar una multa, o realizar tareas comunitarias, lo haré. Cometí un error desde la ignorancia, sin medir el impacto. Nunca imaginé que esto podía escalar hasta este punto". El eco de su voz, ahora lejos de los escenarios, resuena en pasillos judiciales donde se decide si la vanidad digital puede cruzar los límites de la ley. Notas Relacionadas
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