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  • El fútbol y la política, de la mano en Asunción

    » Elterritorio

    Fecha: 17/05/2025 07:04

    La Fifa realizó su congreso anual en la capital paraguaya. Alejandro Domínguez puso a su país en el mapa, empezó a darle forma a su reelección en Conmebol y quizás apunta a algo más grande sábado 17 de mayo de 2025 | 4:00hs. Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, logró convocar al poder político del fútbol en Paraguay. Foto: AP Durante la última semana, Asunción estuvo muy custodiada. Militares, policías de distintos grupos especiales con escopetas de largo calibre a la vista. Seguridad y sensación de armonía en la capital paraguaya. Es que desde el martes empezaron a llegar a la ciudad más importante del país vecino miles de personas bajo la bandera de la FIFA, que celebró su 75° congreso. La política del fútbol se juntó y varios de sus actores empezaron a mover sus fichas. Alejandro Domínguez le agradeció, tras las formalidades, a los futbolistas y después empezó a darle forma a su gran proyecto: el Mundial 2030. Fue el presidente de la Conmebol el que logró poner en el mapa a Paraguay, que deportivamente no hizo grandes méritos en los últimos años. Paraguay fue una de las primeras selecciones que jugó la Copa del Mundo de 1930, pero sus resultados nunca acompañaron a la garra de la Albirroja. Desde que Domínguez asumió en Conmebol, siempre trató de que su país esté en la conversación, aunque no pudo trasladar ese entusiasta ímpetu a la cancha. Donald Trump y Gianni Infantino estuvieron de gira por Medio Oriente. El 75° Congreso de la FIFA se realizó en Asunción porque Domínguez lo quiso y porque Robert Harrison, presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), tejió todas las redes necesarias con el poder de Paraguay, con el presidente Santiago Peña a la cabeza. Desde ese lugar hay que entender, también, lo que sucedió durante los últimos días en el país vecino. No fue en Argentina, en la tierra de los campeones del mundo. No fue en Brasil, que atraviesa grandes problemas en la Confederación debido a denuncias contra su presidente Ednaldo Rodrigues, que terminaron con la intervención de la CBF. Domínguez sabe usar a su favor la marca de Argentina, la marca de Messi, la marca de Brasil también, el equipo más ganador de la historia de los mundiales. “Creamos en grande”, repite siempre el presidente de Conmebol y, de hecho, hizo que esa frase se convirtiese en el slogan de su gestión. El presidente de la Conmebol puso la mirada en el 2030, no en el Mundial que viene. Pidió abrir la cabeza y empezó a darle forma a lo que será su plataforma para, quizás, ir por más. Hasta el 2031 (en 2027 hay elecciones a nivel continental), Domínguez puede ser presidente de la Conmebol, pero qué pasará después. Está claro que herramientas como político tiene y que sabe cómo moverse en el mundo de la Conmebol, de la Fifa, en definitiva, del fútbol. La Copa del Mundo 2030 está “a la vuelta de la esquina” avisó Domínguez, quien se encargó de poner en el mapa a Paraguay, de darle un Congreso de la Fifa (algo que no había sucedido nunca) y de, pese a que los resultados no lo acompañan, que su nación sea asociada a su figura y a su gestión al frente de la Conmebol. Domínguez apunta al 2030 y un poco más adelante también. De giras e intervenciones Gianni Infantino, el gran protagonista del Congreso de la Fifa, llegó tarde. Su tardanza en Luque generó un poco de malestar, pero el presidente de la Fifa tenía una razón más que válida, al menos para él: venía de una gira con Donald Trump, presidente de Estados Unidos, por Medio Oriente. El viaje tenía como objetivo buscar patrocinadores para la próxima Copa del Mundo y empezar a tejer lazos para el 2034, cuando Arabia Saudita será sede del máximo torneo. Las reuniones previstas en Asunción se pospusieron y por eso el Congreso comenzó casi cuatro horas más tarde de lo esperado. Después de las mundiales en Rusia y Qatar y, sobre todo del Fifa Gate, Infantino tenía claro que había que hacer bien la tarea con Estados Unidos, que será el organizador de la Copa del Mundo 2026 junto a México y Canadá y del Mundial de Clubes, que comenzará en menos de un mes. Pero la relación del suizo también pasó a ser más fuerte una vez que Trump regresó al poder y no teme mostrarse en público con el empresario. A su vez, el que tuvo unos minutos para exponer sus avances en la Fundación Fifa fue el expresidente Mauricio Macri, encargado de diferentes proyectos y al mando de una gran caja de dinero en el mundo del fútbol. Una clara muestra de que es imposible separar al fútbol de la política y de que cada actor, desde su lugar, empezó a mover sus piezas para llegar a sus respectivos intereses. Mientras salía del congreso en Asunción, Ednaldo Rodrigues aseguró que “no tengo nada que esconder” en referencia a las acusaciones de haber falsificado una firma para ser electo como presidente de la CBF. Es más, el hasta ese momento presidente, habló de la llegada de Carlo Ancelotti como DT y de la lista que saldrá mañana. Horas más tarde, la Justicia de Brasil ordenó intervenir a la CBF y que Fernando Sarney, vicepresidente de la CBF, se convirtió en el interventor. Sarney convocó rápidamente a elecciones para el 25 de mayo, ya que una intervención extendida podría generar graves problemas para el fútbol de Brasil. Mientras la pelota gira, el mapa político en todos los rincones del mundo, también se mueve y cada uno de sus jugadores busca un rédito que va más allá de lo que pasa dentro de la cancha.

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