Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Cómo se construye un lector: Florencia Sichel

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 17/05/2025 04:55

    Florencia Sichel es profesora de Filosofía por la UBA y se dedica a la divulgación de la filosofía y a pensar la educación, la crianza y los vínculos familiares Florencia Sichel, profesora de Filosofía por la Universidad de Buenos Aires y con una trayectoria dedicada a la divulgación de la filosofía y el análisis de temas relacionados con la educación, la crianza y los vínculos familiares, es, además, una gran lectora. A lo largo de su carrera, ha impartido clases en todos los niveles educativos, lo que le ha proporcionado una amplia experiencia y conocimiento en el campo pedagógico. Se desempeña en el área de Formación ética y ciudadana en la Escuela de Maestros, bajo la supervisión del Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Pero no solo se destaca en el ámbito académico, sino también como autora. Ha escrito varias obras, entre ellas ¿Y vos qué pensás? Viaje filosófico por las ideas (Planeta, 2022), un libro que invita a los lectores a explorar el mundo de las ideas filosóficas de manera accesibles; coescribió Filosofar desde la infancia y perderse en el camino (La Crujía, 2022), que se centra en la importancia de introducir el pensamiento filosófico desde edades tempranas, y El Filo del amor (Planeta, 2024), que aborda las complejidades del amor desde una perspectiva filosófica. Para julio de este año, se publicará un nuevo libro por esta misma editorial. La identidad lectora se construye a través de experiencias compartidas Su presencia en las redes sociales, como con su newsletter Harta(s) y en su cuenta de Instagram @florsichel, le permite compartir sus reflexiones y expandir su influencia en una audiencia más amplia, ofreciendo perspectivas modernas sobre filosofía y educación. Además de su labor escrita y académica, Sichel también se aventura en el mundo del espectáculo con su unipersonal Todas las exigencias del mundo, en el que explora temas filosóficos desde una óptica personal y creativa. El interés por la lectura se gesta desde la curiosidad infantil, dice Sichel —¿Cómo se construye la identidad lectora? —La pregunta por la identidad lectora es también la pregunta por la identidad. Cómo nos construimos, también podría ser. Y yo creo que nos construimos a través de las experiencias que vamos viviendo, lo que nos heredaron y lo que vamos aprendiendo en el camino. Con la identidad lectora pasa lo mismo. No puedo dejar de pensar en mi mamá contándome historias a la noche antes de irme a dormir; los libros que estaban en la biblioteca de mi abuela y a mí me generaban mucho interés porque tenían palabras difíciles o porque estaban en otro idioma. Los que me decían que “todavía me faltaba”, porque era muy chica, y justamente por eso me generaban mucha curiosidad. Y también los que fui encontrándome en otros lugares o me acercaron distintas personas: la bibliotecaria de la escuela, mi maestro de música, un amigo que compartía conmigo sus historietas. La identidad se construye en ese compartir con otros. La identidad lectora se construye a través de experiencias compartidas —¿Crees que un libro podría despertar el interés por leer? —Sí y no. El interés por leer viene por interesarse, en primer lugar. Y creo que lo mejor que podemos hacer como adultos es tratar de provocar interés en las infancias. Acompañar la curiosidad propia de los primeros años y darle lugar, no salir rápidamente a explicarles desde nuestro lugar de adultos “cómo funciona el mundo”. Cuando veo a mis hijas, por ejemplo, que intentan tratar de entender de qué va una historia y todavía no saben leer, me emociona porque lo que veo es eso, cómo se gesta un interés. Mi hija agarra libros míos que por supuesto no puede leer porque es chiquita e inventa una historia, me la cuenta. Me pregunta: “¿acá qué dice?” Eso es despertar el interés por leer, y ni siquiera es que le estoy leyendo algo puntual. Entonces no es solo un libro, son un montón de situaciones cotidianas que se dan y que, si estamos a la pesca cuando suceden, podemos aprovechar el envión de curiosidad para seguir motivándolos. —De un hogar sin madre ni padre ni familiares lectores, ¿puede surgir un ávido lector? —No soy especialista en el tema, pero pienso que sí. En primer lugar, porque la vida de un chico o chica empieza en el hogar, pero no termina ahí. Se extiende al barrio en el que vive, el colegio al que va, los amigos que conoce, las familias de los amigos y ahí el mundo se empieza a abrir. Ya no es la biblioteca que está o no en la casa de sus papás, porque quizás en su escuela primaria sí hay una biblioteca y ahí se encuentra con personas que puedan promover el entusiasmo por los libros. En segundo lugar, creo que en estos tiempos tenemos que tener una mirada más amplia de qué es leer y qué no es leer. Leer, leemos todo el tiempo. Cada vez que escribimos por whatsapp, vemos una película subtitulada o elegimos qué comer en el menú de un restaurante. Sí, ahí no estamos leyendo un libro o conociendo una nueva historia, pero sí estamos leyendo. Esas son oportunidades que también tienen los chicos y las chicas de enfrentarse a la lectura. Después tenemos el desafío de poder pasar a los libros o a otros formatos que cuenten historias. En ese sentido, sí es clave la promoción de la lectura como una política pública. Justamente para llegar a darle la posibilidad a todos de ser ávidos lectores. Leer no tiene que ser un privilegio o algo de pocos. La lectura se extiende más allá de los libros tradicionales, para Florencia Sichel —Pensando en esto, ¿hay un momento para empezar a leer? —Desde que estuve embarazada que le leí a mis hijas, precisamente porque no creo que haya un momento para empezar a leer. Se puede leer a cualquiera edad. Los bebés leen comiéndose los libros, interactuando con ellos, observando sus colores y texturas. —¿Qué es ser mediador de lectura? ¿Es algo ligado a la educación o creés que hay otros tipos de mediadores? —Creo que hoy el rol del mediador de lectura se fue diversificando. Siempre es un acto de educación compartirle un libro que te gusta a alguien. Es una práctica de enseñanza, de entrega, de donación. Lo que pasa es que eso fue ampliándose, y ya no solo se reserva al rol del bibliotecario o bibliotecaria en una escuela, por ejemplo. En redes sociales, el fenómeno de book influencers es muy grande, y ahí sin dudas hay también una cuestión de transmisión y promoción de lectura. Los mediadores son esas personas que, por distintos motivos, ofician de referentes para vos. Yo me he comprado libros porque vi que tal músico lo estaba leyendo y yo lo admiraba. Como esos, miles de ejemplos. Vuelvo al tema de privilegios, porque creo que lo que no estaría bueno que suceda es que esto quede librado al azar. Los libros son caros hoy en la Argentina. No da igual cuando hay programas que posibilitan que los libros lleguen a las escuelas, por ejemplo, a cuando no los hay. La promoción de la lectura debe ser una política pública inclusiva, expresa Florencia Sichel —¿Recordás tu primer encuentro con libros? —No tengo un primer recuerdo. Tengo muchos, por suerte, desordenados. Me acuerdo de estar tirada en la alfombra de mi cuarto con mi hermano menor leyendo Mafalda. Me acuerdo de ir con mi mamá a librerías de usados para cambiar libros que ya habíamos leído por otros. El olor de los libros que estaban en la biblioteca de mi abuela y a mí me generaban muchísimo interés, especialmente cuando me remarcan que esos no eran para mí. Después, sí: vinieron María Elena Walsh, Graciela Montes, Elsa Bornemann, Gustavo Roldán. [Fotos: gentileza de Florencia Sichel]

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por