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» Elterritorio
Fecha: 15/05/2025 20:20
Programa de Salud Escolar Misionero —antes conocido como Prosane— avanza con operativos sanitarios en escuelas vulnerables de Misiones. Este año incorporó una ficha virtual para mejorar el seguimiento clínico de niños y niñas. Ya se realizaron controles a más de 50 escuelas jueves 15 de mayo de 2025 | 19:00hs. El Programa de Salud Escolar Misionero (Prosame) avanza durante 2025 con operativos sanitarios en establecimientos educativos de la provincia, priorizando escuelas en situación de vulnerabilidad. El programa articula acciones entre el Ministerio de Salud Pública, el Ministerio de Educación y el Consejo General de Educación, y tiene como objetivo principal realizar controles integrales de salud a estudiantes, detectar de manera temprana posibles patologías y completar esquemas de vacunación según lo establecido en el calendario nacional. Aunque el nombre cambió, la filosofía y el modo de trabajo siguen siendo los mismos: un abordaje integral que vincula al Ministerio de Salud Pública, el Ministerio de Educación y el Consejo General de Educación para garantizar controles médicos en las escuelas priorizadas. “Hasta ahora llevamos unas 50 escuelas visitadas y alrededor de 1.200 a 1.300 chicos atendidos en toda la provincia. El año pasado llegamos a 250 escuelas y casi 10.000 niños”, , explicó Guillermo Rolón, coordinador del programa, en diálogo con El Territorio. El operativo se inició oficialmente el 12 de marzo y continúa desplegándose en cada una de las seis zonas sanitarias de Misiones. Una de las principales novedades del 2025 es la incorporación de una ficha de salud virtual, que cada escuela debe imprimir previamente para presentar al equipo sanitario. Este formato permite un registro más eficiente y digitalizado de los controles realizados: “Nos sirve como una pequeña historia clínica del niño escolarizado, queda cargado en el sistema y eso permite hacer un seguimiento si necesita turno con un cardiólogo, neurólogo, o un oftalmólogo”, explicó el funcionario. El equipo de salud que visita las escuelas no está compuesto solo por médicos: incluye también enfermeros, técnicos en diagnóstico visual y vacunadores. “No es un oftalmólogo, pero el técnico puede detectar una patología visual grosera y desde Salud Pública gestionamos la derivación”, señaló Rolón. Una parte del formulario queda como constancia del control integral de salud y permite definir si el estudiante está “apto” o “no apto” para participar en actividades físicas escolares. El componente de vacunación sigue siendo clave: el equipo de salud revisa el carnet de cada niño y, si es necesario, aplica las dosis correspondientes en la escuela con presencia del tutor. “La meta es no perder la oportunidad. Vacuna que no está, vacuna que se coloca”, remarcó el coordinador. Los controles se enfocan principalmente en estudiantes de primer y sexto grado, coincidiendo con los esquemas de vacunación obligatorios a los seis y once años. Sin embargo, ante la baja cobertura a nivel nacional y provincial, el programa amplió su enfoque: “No se pierde la oportunidad de vacunar también a chicos de cuatro o diez años si hace falta”, cerró.
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