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Parana » El Once Digital
Fecha: 15/05/2025 13:30
Entró en la etapa final el juicio que se sustancia para determinar la responsabilidad de Daniela González, de 32 años y madre de cuatro niños, y de María de los Ángeles Giménez, de 31 y madre de dos niños, en el asesinato de Delia Mercedes Rodríguez. La víctima tenía 73 años cuando el 28 de octubre del 2023 en horas de la siesta fue atacada para robarle y murió como consecuencia de dos trapos rojos que las acusadas le colocaron en la boca, lo que le produjo la muerte por asfixia. También tenía golpes en la cabeza, rostro y extremidades superiores. Delia Rodríguez Este jueves declararon tres testigos de Fiscalía. Se trató del perito forense del Cuerpo Médico de Tribunales, Maximiliano Sironsky; la psiquiatra, Jorgelina Demartini, que trabaja en el Cuerpo Interdisciplinario del Poder Judicial; y la bioingeniera, Agustina Micheloud, que trabaja en la División Química, Forense y Toxicología de la Policía de Entre Ríos. También lo hicieron testigos de las defensas de ambas imputadas. Por Giménez estuvo su madre, Silvia Teresa Balcaza, y una ex pareja y padre de uno de sus hijos, Andrés Franchinelli; en tanto que por González lo hicieron su madrastra e hija de la víctima, Silvia Ellemberger, y también lo iba a hacer una mujer que está recluida en la Unidad Penal Nº6 de mujeres y era trasladada hacia Tribunales, por lo que se dispuso un cuarto intermedio para escuchar su testimonio. Sironsky dejó como dato saliente de su declaración que el trapo que le obstruyó la tráquea a la víctima lo hizo de forma total, impidiendo el paso del oxígeno. Añadió que la única forma en que pudo llegar a ese lugar fue por la fuerza: “Al trapo hay que introducirlo, por accidente es imposible” detalló y añadió que “hay que hacer fuerza, por las dimensiones y la profundidad” en el que se lo encontró. También sostuvo que las lesiones que la víctima presentaba en el rostro, boca, brazo derecho y costillas, fueron provocadas en vida. Demartini sostuvo que de las entrevistas que mantuvo el equipo interdisciplinario de Tribunales con Giménez, surgió que manifestó una tendencia a no responsabilizarse desplazando la responsabilidad en otros y, en sentido contrario, expresaba angustia por las consecuencias del proceso que enfrenta. También refirió a que tuvo una historia de vida difícil con parejas que la abandonaron y ejercieron violencia sobre ella. Miceloud, por su parte, dio detalles de la escena del crimen y de la posición en la que encontraron el cuerpo de la víctima. Entre los datos que aportó, recordó que fotografió a las imputadas, no así el lugar en el que obtuvo las imágenes si en el del hecho o en sede policial, aportando que no le vio sangre en las manos a González, tal como sostuvieron vecinos de la víctima en la jornada del miércoles. Por la defensa de Giménez, Balcaza, madre de Giménez no aportó ningún elemento de descargo de la situación de su hija, en tanto que Franchinelli, ex pareja de la acusada, que está detenido en la Unidad Penal Nº1, también aportó muy poco, fue evasivo al responder las preguntas de la defensa y de los fiscales, pero aportó que Giménez le dijo que ella no fue la autora del crimen. Añadió que la acusada le dijo que se dirigió a barrio Paraná XVI porque necesitaba tomar agua, puesto que en la casa de González, en Anacleto Mediana, donde fue a refugiarse porque había mantenido una fuerte pelea con Franchinelli, no había. Finalmente, antes del cuarto intermedio que se dispuso para el traslado de la otra testigo alojada en la cárcel de mujeres, Ellemberger no aportó ningún elemento de interés y su declaración estuvo más focalizada en la relación familiar puesto que su pareja es Carlos González, padre de la imputada Daniela González. (APF)
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