13/05/2025 14:46
13/05/2025 14:44
13/05/2025 14:44
13/05/2025 14:43
13/05/2025 14:42
13/05/2025 14:42
13/05/2025 14:41
13/05/2025 14:41
13/05/2025 14:41
13/05/2025 14:41
» Corrienteshoy
Fecha: 13/05/2025 08:09
Xi Jinping corteja a América Latina ante la «intimidación y prepotencia» de Donald Trump El líder chino, Xi Jinping , ha presidido esta mañana la ceremonia de apertura del Foro China -CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), un organismo intergubernamental que aúna al gigante asiático con 33 países de la región, y en el que ha pretendido escenificar su influencia global ante la deriva aislacionista y confrontacional de Estados Unidos.En su discurso inaugural, Xi ha manifestado que China «apoya firmemente a los países de la región a seguir el camino de desarrollo acorde con sus realidades nacionales, defender su soberanía e independencia nacional y rechazar las interferencias externas». A modo de ejemplo, ha recordado las «manifestaciones populares masivas para solidarizarse con el pueblo panameño en su lucha para recuperar su soberanía del Canal» en los sesenta, así como el rechazo al embargo estadounidense a Cuba en los setenta.Esta intervención ha tenido lugar apenas un día después de que China y EE.UU. anunciaran una tregua a su guerra comercial , en forma de reducción temporal de los aranceles mutuos, y Xi ha tenido palabras al respecto. «Ante la evolución acelerada de los cambios nunca vistos en una centuria y los múltiples riesgos entrelazados, solo con la solidaridad y la cooperación los países podrán salvaguardar la paz y la estabilidad mundial y promover el desarrollo y la prosperidad global. No hay ganadores en las guerras arancelarias y comerciales, y practica conductas intimidatorias y prepotentes no sirve sino para aislarse».Noticia Relacionada estandar Si Donald Trump y Xi Jinping, un pulso por ver quién pierde menos Jaime Santirso | Corresponsal en PekínEl volumen comercial entre China y la región superó el año pasado por primera vez los 500.000 millones de dólares (450.000 millones de euros), «cifra que es más de 40 veces la del comienzo del siglo presente», ha celebrado Xi, quien ha destacado asimismo los tratados de libre comercio imperantes con Chile, Perú, Costa Rica, Ecuador y Nicaragua; así como el puerto de Chancay, construido por la empresa estatal Cosco e inaugurado en noviembre del año pasado.El evento de hoy supone la cuarta reunión ministerial, tras las celebradas en Pekín en 2015, en Santiago de Chile en 2018 y México en 2021, y coincide con el décimo aniversario del Foro. Con motivo de esta efeméride, Xi ha anunciado cinco programas «para seguir desarrollando esta relación», los cuales incluyen una línea de crédito de 66.000 millones de yuanes (8.250 millones de euros), el intercambio de cuadros políticos, becas educativas y hasta la traducción anual de diez telenovelas. Las delegaciones asistentes ultiman el plan de acción conjunto y la Declaración de Pekín, sendos documentos que plasmarán los frutos de la cumbre y su desarrollo a futuro.«El Foro China-CELAC no producirá resultados tangibles ni compromisos materializables, como ha sido la norma desde su creación. Sin embargo, su importancia simbólica no debe subestimarse», advierte Parsifal D\'Sola , director ejecutivo de la Fundación Andrés Bello, centro afincado en Colombia y consagrado al estudio de las relaciones entre China y América Latina. «Para China, representa una oportunidad clave de diplomacia pública en un momento geopolítico favorable: EE.UU. está replegado, actúa de forma transaccional, se desentiende de espacios multilaterales y usa su peso económico como herramienta de presión. Pekín aprovechará este foro para proyectar liderazgo, cercanía con América Latina y el Caribe, y compromiso con la cooperación multilateral».China ha atenuado el caudal monetario tras décadas de inversión desaforada en la región, causalidad o correlación con la participación en el Foro de menos altos cargos que en citas previas. El evento, sin embargo, ha contado con la asistencia de tres jefes de Estado: el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva , el chileno Gabriel Boric y el colombiano Gustavo Petro , cuyo país asume desde hoy la presidencia rotatoria del organismo, la cual heredera de Honduras.Líderes latinoamericanosPetro ha ensalzado el Foro China-CELAC como una demostración de «diálogo entre civilizaciones» en contraposición al «conflicto de civilizaciones popularizado por la sociología de la extrema derecha estadounidense». «Parece que en el mundo de hoy la tensión política girara alrededor de estas dos tesis», ha apuntado. «El diálogo de civilizaciones nos permite transitar hacia el futuro, hacia un concepto superior al Estado-nación, nos lleva con paso decidido a una Humanidad unida sobre su propia diversidad».Frente a un «etnonacionalismo que nos recuerda al pasado», y «cuando tanto peligro se cierne, cuando amenazan con bombas, cuando destruyen comercios, cuando pareciera que el tono de la diplomacia es la voz en alto y no la multilateralidad horizontal, cuando pareciera que volviéramos a tiempos atrás, que la historia humana ya superó y que costó decenas de millones de muertos en Europa y en Asia, ahora podemos decir con tranquilidad que esta reunión va por el camino correcto, que esta reunión va por el camino del diálogo entre civilizaciones». Petro confirmó ayer lunes que Colombia aprovechará este viaje para oficializar su adhesión a la Nueva Ruta de la Seda . Miembros de su delegación reconocían a ABC que esta decisión ha suscitado muchos debates internos, pero ante la posibilidad de represalias por parte de EE.UU. lo enmarcan en la normalidad bilateral, aunque reconocen que los modos de Donald Trump han incentivado la profundización de los lazos con China.Unos llegan, otros se van. Muchas miradas en el salón estaban puestas en Panamá, el último país que abandonó la Nueva Ruta de la Seda, movido por las amenazas explícitas de EE.UU. ante la supuesta influencia china en el Canal. En ese sentido, resulta sintomático que su representación estuviera encabezada por su embajador en Pekín y no por un mandatario de mayor rango desplazado específicamente para la cita, como la mayoría de sus homólogos. La comitiva, sin embargo, ha defendido ante este medio su presencia como una muestra de que el diálogo continúa, apelando al «pragmatismo» de China. Boric, por su parte, ha mantenido las referencias veladas a EE.UU. «Desde Chile, en este tiempo turbulento, venimos a reafirmar nuestra convicción profunda de que el libre comercio y justo y el beneficio de nuestros pueblos es la vía para el progreso y el desarrollo de las naciones. Venimos a reafirmar que es el multilateralismo, el diálogo, y no las imposiciones unilaterales, la manera de encarar los desafíos que tenemos en la humanidad», ha señalado el presidente chileno.«La soberanía radica no solo en el respeto a las fronteras materiales, sino a la decisión libre y soberana de poder decidir con quién y cuándo comerciar. Porque el comercio es el encuentro entre pueblos, y nosotros queremos encontrarnos con todos los pueblos, no tener que optar por uno u otro por imposición», ha proseguido. Sus palabras recogen la paradoja de las relaciones internacionales contemporáneas: el régimen chino disfruta de la favorecedora ironía de alzarse como adalid del multilateralismo y el libre comercio pese a su mercado semicontrolado y su modelo autoritario, mientras EE.UU. adopta el papel de disruptiva fuerza proteccionista .Lula ha adoptado un tono más explícito en sus críticas y ambiciones. «La gobernanza global ya no refleja la diversidad que habita la Tierra», ha sentenciado, desatando los primeros y únicos aplausos espontáneos en el auditorio. Brasil aspira a ser, por tanto, «uno de los ejes de un nuevo orden multipolar en el que el Sur Global está adecuadamente representado». Su discurso ha concluido con una \'alerta\': «El futuro de nuestra región depende de nuestro comportamiento. Debemos entender el siglo XXI, ningún país encontrará salida de manera individual».
Ver noticia original