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Concordia » Diario Junio
Fecha: 13/05/2025 07:42
Gabriel indicó que el viernes se acercaron por cuenta propia a las instalaciones del Hotel ya que sabían que iba a estar presente Mauricio Colello, secretario de la Gobernación de Entre Ríos. “Nos acercamos porque nos habían dicho que iba a estar el secretario Colello y nos acercamos más que nada para hablar con él”, indicó. No obstante, sostuvo que se vieron sorprendidos cuando vieron que también llegaba el presidente de CTM, Alejandro Daneri, el presidente de la Codesal (Corporación para el Desarrollo de Salto Grande), Eduardo Cristina, el intendente de Concordia, Francisco Azcué, el ministro de Trabajo, Manuel Troncoso, entre otras personas como los diputados Nancy Ballejos y Marcelo López, la senadora provincial Gloria Cozzi o algunos ediles de Concordia de Juntos por el Cambio. De hecho, mencionó que Troncoso fue quien expresó a los presentes la satisfacción por la recuperación de las instalaciones del Hotel. Los trabajadores escuchaban pero la preocupación de ellos pasa por otro lado: recuperar las fuentes de trabajo. Y, al mismo tiempo, saber quién se va a hacer cargo de la deuda que la empresa que estuvo a cargo del Hotel, Balace SRL, adquirió con ellos por la falta de pago de los sueldos desde hace un año a esta parte. “¿Quién se va a hacer cargo? ¿La CTM, la gobernación? ¿Quién?. Estamos hace un año sin cobrar ni sueldos, ni vacaciones ni nada. Y eso lleva un interés. No es lo mismo lo que cobrábamos en junio del año pasado con lo que deberíamos cobrar ahora”, expresó. Más adelante, Gabriel recordó que la situación se precipitó hace exactamente un año. En mayo de 2024 les pagaron el sueldo por última vez. Nunca más les abonaron ni tampoco les explicaron en qué situación estaban. “De repente nos quedamos sin trabajo”, remarcó. “Luego nos sacaron el transporte que es el único medio que nos llevaba hasta el hotel y después quedamos en el aire, abandonados. Tanto los que estábamos desde hace 15, 20 hasta 30 años hasta la gente que nos llevaba; el chofer que nos llevaba en el auto también”, expresó. Hasta la obra social del Sindicato de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra) perdieron. Gabriel sostuvo que el viernes estuvo presente el secretario general de la seccional de la costa del río Uruguay, Julio Roh, y algunos delegados y, además que los apoyaron todo el año. “Pero bueno, ahora nos quedamos sin obra social también”. Gabriel sostuvo que Balace les practicaba los descuentos pero no realizaba los aportes de la jubilación ni de la obra social. El empleado remarcó que las instalaciones están mucho peor que en el momento en que dejaron de ir a trabajar. «De hecho, en la cocina faltaban cosas, en el comedor también», enfatizó. En la cocina no quedaba nada de la vajilla. «Había mugre por todos lados, desorden», expresó. En tanto, en el comedor faltaban sillas. «Las piletas están destruidas», expresó. Así pasaron 15 años de la concesión, sin ninguna inversión. «Cuando se rompía algo, se arreglaba algo con alambre o se sacaba», dijo. Por ejemplo, aunque el sector menos deteriorado son las habitaciones, según el testimonio, indico que las persianas de madera antigua, cada vez que se rompían, no se reparaban. «Se sacaban directamente», indicó. «Lo que es la grifería lo mismo», expresó. «Es una decadencia total. Es increíble como está», dijo. Según sostuvo, no hay un inventario de los bienes que conforman parte de la concesión. Y cree que los elementos que no están casi seguridad que «no vuelven más». «¿A quien le van a ir a reclamar?», se preguntó. «Las piletas están destruidas», manifestó además. Gabriel remarcó que el motor de los toboganes de la piscina hace años que están rotos. «El agua caliente lo mismo. Siempre había problemas con el agua caliente pero los arreglaban así por arriba», describió. Gabriel indicó que se trata de un hotel que tiene una clientela fiel que acude año tras año. «Nos comentaban que lo veían caer cada vez más. Cada año que pasaba, cuando se alojaban, lo veían cada vez peor, con menos mantenimiento», remarcó. «Era gente que se sentía cómoda en el hotel. Está a 150 metros de las termas. Les gustaba por eso. Y porque les gustaba comer. La parte del comedor era importante», recordó. Gabriel indicó que la parquización estaba a cargo de una sola persona que debía encargarse de todo el predio. A lo último, ya no se podía ver el lago. El Ayuí cuenta con 40 habitaciones, 20 miran hacia las termas de Punta Viracho y la otra veintena -las del primer piso- al inmenso espejo de agua artificial. Pero para ello había que desmalezar. «Si bien hay que cuidar la naturaleza, se podía hacer un mantenimiento mínimo para que, por lo menos dejándolo a una altura mínima, se podía ver el lago pero de repente la vegetación tenia una altura que ya no se podía ver el lago tampoco», sostuvo. Así y todo, el empleado dijo que en la última Semana Santa hubo 80 personas alojadas. «Quiere decir que el Hotel, mínimamente como esté, funciona. Y si lo arreglan va a estar muchísimo mejor».
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