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» Elterritorio
Fecha: 13/05/2025 06:57
Con los resultados de luminol y las muestras genéticas, para la familia de la preceptora es inminente que el ex policía y actual detenido por su muerte, Gustavo Cardozo, pase a una cárcel del SPP. Mauro Machuca, hermano de Soledad, sospecha que terceros participaron en el encubrimiento del femicidio cometido en febrero de este año lunes 12 de mayo de 2025 | 17:59hs. El ex agente de la Policía fue detenido dos días despúes de conocido el femicidio. Familiares y cercanos a Soledad Machuca destacaron la celeridad con la que avanzó la investigación en estos casi tres meses desde el fallecimiento de la preceptora posadeña. Los informes genéticos y las muestras de luminol hechas en la vivienda de la mujer, en el barrio Acaraguá, aportaron resultados serios como alarmantes que refuerzan el escenario del femicidio. Para Mauro Machuca, hermano de Soledad, no hay dudas sobre lo que sucedió aquel 25 de febrero cuando se toparon con la trágica noticia. Su muerte no fue accidental, y las sospechas sobre el ex policía y pareja de la mujer, Gustavo Cardozo, se reafirman a medida que nuevas pruebas salen a la luz. “Mi hermana dio lucha, porque había material genético en sus uñas”, sostuvo el joven en comunicación con Radioactiva 100.7 al referirse a las recientes novedades en la pesquisa. Lo que se detalla en el expediente judicial inquieta, a la vez que aporta claridad, principalmente para la familia de Soledad, quienes reconocieron que con cada prueba les es posible reconstruir esa noche en la que fue encontrada sin vida por el -hasta ahora- único detenido como posible autor del femicidio. El hombre se encuentra en una comisaría jurisdiccional, mientras se aguarda que el juez a cargo, Fernando Verón, resuelva su situación procesal. Para la querella de la causa, los datos son concluyentes y suficientes para dictarle prisión preventiva. En ese escenario, recientemente surgió la posible participación de Teresa, madre del imputado y suegra de la víctima, quien, según recordó Mauro, comentó públicamente haber limpiado los rastros de sangre de la escena. “Ella misma lo dijo a un grupo de personas que estábamos afuera de la casa de Sole ese día (de la agresión), y es algo que lo mencioné en mi declaración judicial”, subrayó el hermano. Su complicidad en el homicidio, o en el encubrimiento del mismo, serán los interrogantes claves a los que se prevé sea sometida este jueves, en la cita indagatoria programada con el Juez de Instrucción 3 en la capital provincial. Si bien la tarea de la Justicia arrojó datos claves, Mauro reconoció que “todavía nos inquieta (la falta de) la preventiva para el detenido, y esperamos tener novedades de eso pronto”. La instrucción aportó más pistas que refuerzan las sospechas sobre el ex agente como autor del asesinato de la preceptora, porque “los datos de ADN, en su mayoría dieron positivos, algo que de algún modo termina de cerrar las incógnitas”. “Era como tener a tu propio enemigo cerca” Al referirse a la causa y la situación procesal de la pareja de Soledad, Mauro compartió que “todo siempre nos asombra”, aunque “el cuerpo de mi hermana habló por sí solo, y su casa también y las pruebas están a la vista de todos”. Esa postura, reconoció, cambió con el avance de la investigación. Es que, en un primer momento “sí teníamos dudas de quién fue el autor”. Pero las muestras de luminol e informes que reconocieron ADN de Cardozo en el cuerpo de la víctima “nos pusieron en un escenario más serio. El único sindicado es la persona que está detenida”, afirmó. “Él compartió más de 15 años con mi hermana, pero es como tener a tu propio enemigo cerca”. Mauro hoy es el portavoz del pedido de justicia por Soledad, bandera que sostiene gran parte de la comunidad posadeña que, en oportunidades de los aniversarios de su fallecimiento o en fechas alusivas, reclaman por una rápida resolución del caso y una condena para quien le quitó la vida. Al respecto, el hermano contradijo la versión del detenido de que se trató de “un accidente doméstico” y resaltó las pruebas que arrojó la instrucción, a cargo de la Saic, que revelaron que “en más de 30 puntos de la casa dio positivo de sangre, incluso en el baño”. “Es como si fuera que el cuerpo de mi hermana fue arrastrado”, describió con malestar. Vale recordar que en la noche del 25 de febrero, el mismo Cardozo fue quien dio aviso a sus pares policías sobre la muerte de su esposa. Dijo entonces que ésta sufrió un mareo y se cayó, golpeándose la cabeza. Si bien las pesquisas concluyeron que se trató de una muerte violenta -asfixia por compresión con un elemento blando, como una corbata o un cable-, hay datos que restan confirmarse, como el horario del deceso. Por otro lado, Mauro sospechó sobre la participación de la suegra de su hermana y sostuvo que “con las pruebas de luminol, me parece imposible que solo una persona haya hecho eso”. Los motivos de tal agresividad son preguntas todavía sin resolver y el móvil del crimen no está resuelto. Si bien el hermano reconoció que días previos al ataque se habló, en el círculo familiar, de dinero que tenía la pareja, esto todavía no cuadra en la escena. “Ella tenía plata ahorrada y contó que quería invertir, entonces a veces uno piensa por ese lado. Pero hay preguntas para las que todavía no tenemos respuestas”, lamentó.
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