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» TN corrientes
Fecha: 12/05/2025 18:34
Conflicto La muerte de Halyna Hutchins en el set de Rust: las revelaciones de un documental emotivo y riguroso Domingo, 11 de mayo de 2025 La historia de Halyna Hutchins, la directora de fotografía que murió por un disparo accidental del arma manipulada por Alec Baldwin, en una muy lograda reconstrucción testimonial. Tragedia en el set: Rust y la historia de Halyna (Last Take: Rust and the History of Halyna, Estados Unidos/2025). Dirección: Rachel Mason. Música: Chanell Chrichlow. Edición: Krystalline Armendariz. Duración: 90 minutos. Disponible en Disney+. Nuestra opinión: muy bueno. “No sé cómo se hace justicia en un accidente”. El dilema expresado por la conmovida vestuarista Terese Davies resume el estado de ánimo de quienes estuvieron muy cerca de Halyna Hutchins en su último trabajo para el cine y todavía se preguntan cómo esa joven y promisoria directora de fotografía perdió la vida el 21 de octubre de 2021 por circunstancias que tal vez nunca lleguen a esclarecerse del todo. El testimonio de Davies se suma al de varios integrantes del equipo técnico y actoral de Rust, el western producido y protagonizado por Alec Baldwin que se sumó desde aquel momento a la historia de las tragedias ocurridas en los sets de filmación. Con la ayuda de estas voces, el documental recién llegado a Disney+ consigue un valioso y múltiple propósito. Ante todo, rinde tributo a la memoria de Hutchins, y también a su breve trayectoria profesional en el cine. Así lo cuenta Rachel Mason, su directora, que además fue amiga de la fallecida, tal como lo revela en el tramo inicial. Pero al mismo tiempo consigue resumir con certeza, precisión y rigor los aspectos principales de la tragedia, el impacto que tuvo el hecho entre sus principales protagonistas y los detalles más importantes del arduo entramado posterior: la investigación, las responsabilidades y un proceso judicial que se cerró de manera abrupta. Como sabemos, en julio de 2024 una corte de Nuevo México desestimó las acusaciones de homicidio involuntario contra Baldwin cuando sus abogados lograron con éxito demostrar que se habían manipulado deliberadamente algunas pruebas. El astro de Hollywood estuvo desde el primer momento en el centro de las investigaciones porque el proyectil que mató a Hutchins salió accidentalmente de una Colt .45 que manipulaba durante el ensayo de una toma dentro de una iglesia. Todos creían, incluyendo el actor, que las balas que estaban dentro del arma eran de fogueo, pero una de ellas resultó ser de plomo (real) y al dispararse mató a la directora de fotografía, que estaba a muy corta distancia, y siguió su curso hasta estrellarse en el hombro del director del film, Joel Souza. Hutchins murió camino al hospital y Souza pudo recuperarse después de algunos días de internación. El documental fue realizado a pedido de Matthew Hutchins, el viudo de Halyna, que discretamente eligió salir del cuadro y aparecer fugazmente sólo en imágenes de archivo durante el funeral. Esa misma mesura se extiende a la crónica del proceso, durante el cual se conoció más de una declaración muy fuerte y muy dura del viudo contra Baldwin y la producción del film. Baldwin, cuya carrera en el cine nunca fue la misma después del episodio, tampoco habla fuera de sus testimonios extraídos del archivo. Algunos de ellos, surgidos de las cámaras de seguridad que registraron sus primeras declaraciones después de la tragedia, dejan en claro el carácter accidental de lo ocurrido, pero no eluden algunas circunstancias negligentes que marcaron la conducta del actor en ese momento. La palabra (fundamental) de la fiscal Kari Morrissey deja a la vista ese comportamiento, pero lo refuerza todavía más en el caso de Hannah Gutiérrez-Reed, responsable del manejo de las armas usadas durante el rodaje del film, una responsabilidad que claramente le quedó muy grande. Así lo deja bien visible el exacto montaje de varias imágenes tomadas por teléfonos celulares cuando las primeras autoridades llegan al set y empiezan a buscar explicaciones de lo ocurrido. El documental no duda en dejar en primer plano la conducta de la armera, pero sin cargar las tintas. En todo caso, todo lo que vemos alrededor de ella equivale a lo que están observando los investigadores. Allí y en todo momento no vemos a nadie salir a la caza de un culpable, sino a entender cómo pudo ocurrir un hecho casi incomprensible. Mason busca explicaciones. Quiere saber lo que pasó. Para hacerlo elige un camino poco habitual en este tipo de documentales, pero muy lógico si tenemos en cuenta desde dónde se miran los hechos. Dijimos que el testimonio de la fiscal es muy importante, pero más valor todavía adquieren las voces de los actores de Rust (Frances Fisher es el nombre más conocido) y de parte del equipo técnico. Sobre todo la palabra de Dave Halls, primer asistente de dirección y, como tal, máximo responsable de la seguridad de todo el entorno del rodaje. Su admisión de responsabilidades (se declaró culpable y cumplió una pena de seis meses de libertad condicional) es impactante y reveladora. Esa mirada es la que explica un giro final cuya comprensión podría resultar incómoda. En un momento, después de una vuelta de tuerca que desconcertó a más de uno, la filmación de Rust se retomó en otro lugar y la película pudo terminarse. Mientras tanto, el juicio entraba en un limbo casi definitivo por deficiencias procesales. Aunque Gutierrez-Reed fue condenada a tres años de prisión efectiva por conducta negligente nunca quedó en claro (y tal vez nunca se sepa) quién y cuándo mezcló entre los proyectiles de utilería la bala de plomo que Baldwin disparó por accidente y mató a la directora de fotografía. “Es lo que Hutchins hubiese querido”, dijeron a coro actores y técnicos sobre la decisión de completar la película en medio del veredicto pendiente sobre lo que pasó. También lo hará, desde Kiev, la madre de la fallecida. Mientras tanto, al espectador le queda bien claro todo lo que ocurre en un tablero muy complejo expuesto con una rara mezcla de rigor y honestidad intelectual. El escenario artístico, el judicial y el humano quedan expuestos aquí sin prejuicios. También el recuerdo de Halyna, con las pinceladas justas de su historia de vida. Tal vez no se llegue nunca a una conclusión definitiva e inapelable en el caso policial. Pero a la vez no deja de ser curioso que en medio de tantos atenuantes accidentales el observador pueda llegar con bastante certeza a tener una idea muy aproximada de lo que ocurrió en Nuevo México en octubre de 2021. Domingo, 11 de mayo de 2025
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