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Concordia » Diario el Sol
Fecha: 12/05/2025 09:42
Guillermo Michel y Adán Bahl. Esos son los nombres en los que coinciden dirigentes y referentes del peronismo entrerriano como las mejores opciones para encabezar las listas de candidatos a diputados nacionales y senadores nacionales en octubre. Es el mínimo alcanzado. Todavía no hay coincidencia en quién debería ir en cada cuerpo de la boleta. Las realidades de ambos dirigentes son completamente distintas. El ex titular de Aduanas se ha posicionado como el peronista más crítico de la gestión provincial y nacional. Sus diatribas permanentes contra decisiones de la administración de Rogelio Frigerio y de Javier Milei resaltan sobre la media del PJ que ocupa cargos electivos, principalmente en la Legislatura, a la que se ve demasiada cómoda saboreando las mieles de ser oposición y no tener responsabilidades de gobierno. El ex candidato a Gobernador, en tanto, ha bajado el perfil luego de 2023. Será la pieza más difícil de encajar en el rompecabezas del PJ. Bahl jura y perjura que no quiere estar en la lista de este año. Sin embargo, sigue teniendo una intensa actividad política. Hasta montó una oficina donde desfilan referentes para charlar sobre la realidad e intentar convencerlo de que se suba al barco de las legislativas. Tanto Michel como Bahl tienen un común una característica diferencial en el peronismo local. No están salpicados por los casos de corruptela que opacaron más de una carrera política. No enfrentan acusaciones en la Justicia y ni el escándalo de Edgardo Kueider o el proceso abierto por los contratos truchos en la Legislatura los roza siquiera. Dentro de las razones que da la mayoría de la dirigencia peronista para apostar por estos nombres hay una que sobresale. Es la plata. Tras la eliminación de las primarias obligatorias, el Partido no tiene fondos para afrontar una interna. Hay dos elementos disonantes, de distinta intensidad, en esta proyección mayoritaria en el PJ. El primero es el tándem Héctor Maya – José Allende. La actividad que han mostrado estos veteranos referentes en los últimos tiempos podría llevar al peronismo a una elección interna. Este es el peor escenario para el PJ de Entre Ríos. Además de impagable, el proceso podría mostrar una movilización escuálida de afiliados e independientes a las urnas, lo que debilitaría aún mal al partido. Por eso, gran parte de la dirigencia justicialista sospecha que detrás del dúo hay intereses del Gobierno provincial alentando a este espacio. El segundo es la nominación del intendente de Feliciano, Damián Arévalo. Lo postuló su colega de San José, Gustavo Bastián. Ambos integran el espacio de dirigentes sub – 40 que amaga pero no termina de romper el status quo del peronismo entrerriano. Una alta fuente del PJ indicó ante la consulta de esta Agencia que la nominación de Arévalo no es una buena opción. Apeló a dos argumentos. El más importante, que lo reeligieron para ser intendente hasta 2027 y a la gente no le gusta la imagen de los políticos saltando de cargo en cargo. Recordó el antecedente del radical Pedro Galimberti, que pasó de la intendencia de Chajarí al Congreso, desde allí pretendió ser gobernador y ahora recaló en un puesto bien remunerado pero oscuro en la grilla de cargos. Por otro lado, marcó que Arévalo no tiene cerrado su territorio, un requisito fundamental para salir a buscar votos en otros lados. Si bien está en buenas relaciones con la diputada Silvia “Nené” Moreno, la interna con la senadora Gladys Domínguez es a cielo abierto. Con un poco más de prudencia, otro referente entendió que se trata de la táctica de pedir mucho para lograr algo. La meta del espacio de los intendentes sub – 40 sería, en todo caso, colar un nombre o dos en las listas. Este año, Entre Ríos elige cinco diputados nacionales y tres senadores. El peronismo pone en riesgo dos bancas: la de Carolina Gaillard y la de Tomás Ledesma. Y también el lugar en el Senado en el que recaló Stefanía Cora tras la expulsión de Kueider. suma tu opinión
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