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» Misionesopina
Fecha: 11/05/2025 15:40
Por Fernando Oz* Estoy a favor de la ley de Ficha limpia, pero debo confesarles que cuando los dos senadores de Misiones votaron en contra de la iniciativa que lleva años paseando por el Congreso, se me dibujó una sonrisa burlona y hasta cómplice. Carlos Rovira volvió a medir su timing al encontrar el momento justo para remarcar que el Frente Renovador de la Concordia, el partido provincial que él conduce, es independiente a las agendas políticas que no responden al interés de la provincia que gobiernan desde 2003, año en el que se creó el frente. Lo hizo desde el Senado, el único escenario democrático donde las voces de las provincias se encuentran en un plano de plena igualdad. El diputado provincial, que siempre procuró escapar del ruido mediático, recordó esta semana, a través de sus senadores, la importancia del rol las provincias en la Cámara alta. No es la primera vez, también lo hizo durante el gobierno de Néstor y Cristina Kirchner, con Mauricio Macri y con Alberto Fernández, pueden buscar los casos en Google o en las hermotecas de los diarios. El primero de mayo, el gobernador Hugo Passalacqua, durante su discurso de apertura de sesiones ordinarias de la Cámara de Representantes, también habló de la importancia del rol de las provincias en un sistema federal. Y el lunes pasado, durante un acto de presentación de un sublema de la renovación en la ciudad de Leandro N. Alem, el presidente de la legislatura provincial, Oscar Herrera Ahuad, hablaba sobre el avance de un Estado mínimo, pero eficaz y federal. El discurso de la renovación siempre fue el mismo, vivir con lo propio, no tomar deuda y generar más riqueza para la provincia. Entonces, más allá de lo que digan los “grandes medios” nacionales desde una mirada centralista y a veces sesgada, el electorado de Misiones debería aplaudir que la provincia haya sido la que más fondos recibió del gobierno nacional en lo que va del año. Hay discusiones al respecto, pero, así y todo, hay que decir que el Estado nacional nos sigue robando. En términos generales y a grandes rasgos, la provincia percibe unos 140 mil millones de pesos y le envía al gobierno nacional poco más de 300 mil millones. Por ejemplo, Misiones es la que más aporta y menos recibe del Nea. Las disparidades son mayores si se tiene en cuenta que buena parte de las firmas forestales y algunas de la industria yerbatera, tienen domicilio fiscal en CABA, al igual que Yacyretá. Ni qué decir de las asimetrías económicas con Brasil y Paraguay, que son con quienes compartimos más kilómetros de frontera que con la propia Argentina. Hace unos años, un exbanquero español que decidió invertir y establecerse en Mendoza confió a una consultora la tarea de hacer una encuesta en esa provincia, en Córdoba y en Santa Fe. A grandes rasgos el informe indica que dos quintas partes de los cordobeses y un tercio de los mendocinos apoyarían la idea de ser más autónomos del centralismo porteño. El estudio de opinión, encargado por el empresario José Manuel Ortega Fournier a la consultora Reale-Dallatorre en 2020 destaca la importancia del alto sentido de pertenencia: el 72,4% de los mendocinos está “muy orgulloso” de serlo, mientras que 22% está simplemente “orgulloso”. Esto quiere decir que el 94,4% de los consultados admite tener orgullo por Mendoza. Otro dato interesante: el 42% de los encuestados declaró que Mendoza “sí podría vivir separada” del resto del país con sus propios recursos y el 35% está de acuerdo con la separación. Pero el 50% dijo que “no podría vivir separada del país”, y el 58% opinó que no le gustaría separarse. Un año después el exgobernador Alfredo Cornejo, que se había hecho eco del estudio en su momento, aseguraba ante Juana Viale que seguía creyendo que “Mendoza, como Córdoba, Santa Fe y otros lugares, termina siendo perjudicada por la macroeconomía que maneja el Estado Nacional”. Ortega Fournier, el español que pagó la encuesta, reconoció durante una entrevista al diario Los Andes que se llevó una sorpresa al ver que hay tanto orgullo de los mendocinos por su provincia. Y el cronista tomó, con cierta brillantez, el siguiente textual del inversor: “Si este estudio daba esos resultados en zonas como Escocia o Cataluña hubieran tenido su lógica por años de historia. Pero en una provincia que no tiene partido provincial, como ocurre en Neuquén, fue una sorpresa”. Durante años, los partidos gobernantes en la Generalitat ejercieron influencia sobre los ejecutivos centrales, ya sean del PSOE o el PP, para beneficiar a su territorio. Los votos de los diputados catalanes eran clave en muchos casos para dar mayorías absolutas, y el Gobierno, a uno u otro partido mayoritario. En España, Cataluña fue el motor de las reformas aprobadas en democracia para mejorar la financiación de las autonomías. Lo que observó Ortega Fournier es un fenómeno que viene creciendo en diferentes partes del mundo y que se aceleró durante la pandemia. Después de años de postergaciones en el Congreso de una discusión real sobre una mejor distribución de la mal llamada coparticipación federal, lo que se tendrá que dar en algún momento es un debate en torno a otorgar mayor autonomía financiera a las provincias, para lo que se tendría que modificar la Constitución Nacional. La última reforma fue en 1994, se incorporaron derechos de tercera y cuarta generación, se modificó el Senado y se concedió la autonomía a la Ciudad de Buenos Aires, entre otras cuestiones. Ya pasaron 31 años. Visto desde esta óptica, el noble proyecto de Ficha limpia, que quedó envuelto y embarrado por el PRO en el marco de la campaña electoral para fortalecer el bastión del macrismo, quedó viciado de trasfondo político y con su espíritu pervertido. Todo es parte de la grieta, en la que también se sustenta el Gobierno de Javier Milei y el resistente kirchnerismo, que no deja salir al país adelante. Hay quienes creen que Carlos Rovira inoculó en el electorado del Cantón Verde el misionerismo, lo que trascenderá a la Renovación, la Neo, el Blend y al mismo rovirismo. Incluso están quienes afirman, con encuestas en las manos, que durante las dos últimas décadas el sentido de pertenencia territorial y política creció en Misiones. Tal vez, eso explique, al menos en parte, la fuga de dirigentes de partidos nacionales al oficialismo provincial y la dispersión de la oposición, diseccionada conforme a diferentes sectores de poder, que son percibidos por la sociedad como representantes de intereses foráneos. *Artículo publicado en openferoz.com
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