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» La Capital
Fecha: 14/05/2025 11:40
Esta semana ingresó al Concejo Municipal un proyecto que busca incorporar estos equipos en construcciones habitadas y nuevos emprendimientos de propiedad horizontal La incorporación de grupos electrógenos en los edificios permitiría minimizar los inconvenientes que se generan en los edificios durante un corte de luz, sin embargo sumar estos equipos en las construcciones que no los incorporaron desde el proyecto de arquitectura "resulta muy difícil y costoso" , según estimaron desde la Cámara de la Propiedad Horizontal de Rosario. En la ciudad, sólo algunas construcciones de las zonas de barrio Martin y Puerto norte cuentan con estos dispositivos. El debate sobre la adopción de grupos electrógenos en edificios de departamentos se reeditó esta semana, después de que en el Concejo Municipal ingresara un proyecto para que los consorcios incorporen fuentes alternativas de electricidad que garanticen el funcionamiento de ascensores y bombeo de agua potable ante cortes prolongados en el servicio de energía eléctrica. De acuerdo a la propuesta de la concejala Fernanda Gigliani (Iniciativa Popular) esta obligatoriedad alcanzará a todos los edificios construidos y a construirse en el área delimitada por el río Paraná, bulevar 27 de Febrero y avenida Francia . Los equipos deberán garantizar, como mínimo, el funcionamiento de ascensores, bombas de agua y sistemas de iluminación de emergencia en espacios comunes. El titular de la cámara que agrupa a los administradores de edificios, Guillermo Saporito, indicó que actualmente "son muy pocos los edificios que tienen grupos electrógenos", apenas algunos nuevos emprendimientos de las zonas de barrio Martin. "Pero no representan ni siquiera el cien por ciento de las construcciones de la costa central". Por eso consideró, la obligatoriedad de implementarlos plantea un desafío. El principal problema, afirmó, se encuentra en los edificios que ya están construidos y habitados porque carecen de espacios físicos adecuados para la colocación de estos equipos. "Una cosa son aquellos edificios que incorporan estas fuentes alternativas de energía desde el proyecto, ya que se diseñan pensando en donde ubicarlos. Pero en los consorcios que están en actividad resulta muy difícil", apuntó. Los equipos, explicó, deben estar colocados en un lugar cercano o que cuente con accesibilidad a los tableros eléctricos de las construcciones, que generalmente se encuentran en el subsuelo, y también contar con ventilación a los cuatro vientos por una cuestión de seguridad. Por lo tanto, si no están pensados desde el proyecto arquitectónico, resulta dificultoso incorporarlos. La ecuación económica Para Saporito, estos equipos "son muy importantes para garantizar los servicios esenciales durante un corte de luz, pero instalarlos es dificultoso". Los inconvenientes no se relacionan sólo con la cuestión de espacio físico para incorporar los equipos. La inversión necesaria para instalar un grupo electrógeno automático demanda una inversión que parte de los 20 mil dólares, estimó el presidente de la cámara. Esto sin pensar en otros requisitos, como la insonorización de los aparatos para evitar molestar a los habitantes del edificio y a los vecinos. "Desde la cámara tratamos de inculcar a nuestros asociados la profesionalización, por eso impulsamos una ley de colegiación que está en la Legislatura de la provincia. Insistimos en el mantenimiento de los edificios y de las luces de emergencia, asegurarse que las bombas de agua estén bien, que es lo mejor que podemos hacer frente a un corte de luz", apuntó Saporito. >>Leer más: Quieren que los edificios estén obligados a contar con grupos electrógenos ¿Qué dice el proyecto? El proyecto de ordenanza presentado en el Concejo Municipal detalla que "los proyectos de construcción para edificios nuevos deberán incluir en sus planos las especificaciones técnicas para la instalación de un grupo electrógeno o una fuente alternativa de electricidad, siendo este requisito indispensable para la aprobación del permiso de obra. Mientras que, para los edificios ya construidos, habrá un plazo de 24 meses para adaptarse a la norma", explicó la concejala. En tanto, marcó que la incorporación de fuentes alternativas de energía, como paneles solares o baterías de respaldo, también puede contribuir a la eficiencia energética y la reducción del impacto ambiental. Para la autora de la iniciativa el nivel de exigencia del municipio a las empresas constructora "es escaso". Incluso señaló casos donde se habilitan proyectos electrodependientes, saturando el servicio de la Empresa Provincial de la Energía (EPE). >>Leer más: Energía en crisis: soluciones concretas para evitar nuevos cortes de luz El proyecto surge en un contexto donde el aumento en la construcción de edificios ha generado una demanda exponencial en todos los servicios esenciales, con serios inconvenientes ante cada corte de energía que afectan especialmente a los adultos mayores y personas con movilidad reducida, quienes dependen del suministro eléctrico para el uso de ascensores, sistemas de salud y climatización.
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