Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Resistencia de miércoles

    Concordia » El Heraldo

    Fecha: 10/05/2025 09:01

    Eso que representa el Eternauta, la resistencia a una invasión. Esta invasión no necesita incursionar en el territorio, saquea las riquezas del país desde afuera, con la intromisión de los organismos de crédito y la manifestación expresa de que los bienes del país son suyos, el agua, el litio, todo les corresponde, les alcanza con eso, no necesitan ocuparlo. Estos” Ellos” solo requieren hombres-robots como el Presidente y la Ministra de Seguridad para teledirigirlos. Como los hombres dominados de la Historieta, están vacíos y fácilmente controlados por los “Ellos” del Imperio. Esta lectura es tal vez una razón de la repercusión masiva de la serie de Netflix, porque, el propio neologismo Eternauta lo refiere, la heroica resistencia de la humanidad a los poderosos, atraviesa el tiempo e insiste en la multiplicidad de sentidos en los que la rebeldía del hombre digno, lucha por liberarse. Desde que el Amo dominó al esclavo en esa dialéctica en la que uno temió morir, según Hegel, pero no dejar de resistir, los hombres se oponen a la dominación. Desde esos remotos tiempos y por eso, insisto, el Eternauta, da la cifra de todos esos acontecimientos en los que el ser humano reitera su oposición al sometimiento y sus deseos de libertad. Desde las invasiones inglesas resistida a los baldazos del pueblo, la de los indios o los quilombos, pasando por la conmovedora resistencia del pueblo paraguayo y su Mariscal Francisco Solano López, casi tío abuelo del dibujante de la historieta, vaya casualidades, el gueto de Varsovia al Nazismo, los militantes y trabajadores a la Dictadura, como el mismo Oesterheld, son acontecimientos que cuentan el Eternauta, su sentido de lucha, de experiencia humana grandiosa, cuando el hombre expresa sus valores trascendentes. Hasta las microresistencias, hasta las formas bellas del contrapoder, como la del martes en Concordia, donde la lista del poeta Juan Meneguin y otros héroes colectivos triunfa épicamente en la batalla cultural por la Biblioteca Olegario Víctor Andrade, contra oportunistas brutales, el Eternauta ilumina su sentido profundo, feliz, extasiado de haber librado un combate de libros, letras, es un hermoso hecho leído desde la evocación de la obra maestra de la historieta. Y claro que lo es esta reivindicación de la poesía como estilo de vida, frente a lo soez y la degradación de la cultura. Es la palabra resistencia lo que incomoda, bien dijo Martín Oesterheld, nieto del guionista. Y dijo también que en su lectura hay múltiples interpretaciones, casi que cada uno tiene su propio “Eternauta”, porque es una historieta abierta a la polisemia, a todos los sentidos posibles que insisten en sus significantes. Y esa multiplicidad inquieta a los biunívocos como Majul que pide que no se abusen con los significados del Eternauta, que no lo aprovechen políticamente, pobre! Tal vez tema el virus de la solidaridad. Un miedo parecido tenía Macri, cuando lo censuró en los Colegios de Buenos Aires en 2012, prohibió la historieta en nombre de la libertad, de veras dijo que no dejaría entrar la historieta en los colegios para que los chicos puedan leer lo que quieran, en serio, pobres pibes. La serie tiene una repercusión extraordinaria a nivel mundial, porque esa lucha que desarrolla representa la actualidad de un Mundo caótico, injusto, violento e inhabitable, a punto de estallar y destruir la humanidad con nieves tóxicas, inundaciones, asolaciones, tsunamis, guerras y bombas. Es además porque propone una salvación colectiva en un universo del “sálvese quien pueda”. Porque expresa el autor la idea del héroe colectivo, grupal, que organiza la solidaridad del pueblo, y no el líder individual, omnipotente, mesiánico, al estilo super-man, y esa idea también preocupa al Poder. Esa idea que late los miércoles. Esa idea que también elaboró otro extraordinario escritor, Rodolfo Walsh en el cuento “Un oscuro día de justicia”, en el que todos los internados en un Colegio Irlandés, de aquellos que habitó en su infancia, esperaban ser redimidos por el tío Malcom de un oscuro celador que los castigaba. Finalmente Malcom también fue objeto de la tirria del celador. Allí concluye Walsh: “el pueblo aprendió que estaba solo que debía pelear por sí mismo y que de su propia entraña sacaría los medios, el silencio, la astucia y la fuerza”. Como Oesterheld el destino de Walsh superó con creces el terror imaginado en la ficción, habitando historias que parecen una prolongación de su imaginación, aquella que anticipa el terror. Ambos fueron desaparecidos por la Dictadura Genocida. Ese es otro valor del Eternauta que dejaba oculta la historia del guionista, la terrible tragedia perpetrada por el Terror, la desaparición de sus hijas y yernos, el arrasamiento de su familia, de sus vidas. El eternauta vuelve a iluminar el Terror de la Dictadura Cívico Militar que el gobierno de Milei y sus cómplices, niegan a la par que reivindican, la represión que se llevó, no solo estas maravillosas vidas, sino, profundamente, la cultura de un pueblo.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por