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Usuhahia » Diario Prensa
Fecha: 09/05/2025 00:57
En Ushuaia. Personal policial de la Comisaría Cuarta logró recuperar una casa del barrio Río Pipo, destinada a personas en situación de vulnerabilidad, que se encontraba en refacción. En medio del operativo de desalojo, un Policía protegió con su cuerpo a un bebé de 4 meses, hijo de una de las usurpadoras. En horas de la tarde del día jueves 8 de mayo, efectivos de la Comisaría Cuarta de Ushuaia llevaron a cabo un operativo de desalojo en una vivienda social ubicada en la calle Bahía Ushuaia N° 2.919, en el barrio Río Pipo. La propiedad, destinada a albergar a personas en situación de vulnerabilidad, se encontraba desocupada debido a tareas de refacción. El intrusamiento se produjo en la noche del miércoles 7 de mayo, cuando Sofía Yarussi, de 20 años de edad con su hijo de 4 meses en brazos, su hermano Jeremías Yarussi, de 18 y su pareja, Camila Pérez, también de 18, ingresaron ilegalmente al inmueble, forzando una de las puertas con la colaboración de la madre de los hermanos, quien luego se retiró del lugar. Alertado sobre lo ocurrido, el subsecretario de Planificación y Gestión de Políticas Sociales, Octavio Correa, responsable del inmueble, radicó la correspondiente denuncia policial Ante la situación, el Juzgado de Instrucción N° 1 de Ushuaia, a cargo del juez Sergio Alberto Pepe, con la secretaría de Lucas Enrique Berber, emitió una orden de desalojo. Dado que se sabía que en el interior del domicilio había una criatura de pocos meses de vida, el personal policial ejecutó un operativo que comprendió tres horas de diálogo con la madre del menor y la pareja, hasta que los tres se avinieron a deponer su actitud. Finalmente, Jeremías Yarussi y Camila Pérez accedieron a retirarse voluntariamente y comenzaron a caminar hacia el exterior de la propiedad. Sin embargo, cuando Sofía Yarussi, con el bebé en brazos, se disponía a salir, su madre reapareció en la escena para instarla de manera imperativa y a los gritos a que reingresara a la vivienda de inmediato. La chica obedeció, dejando sin querer la puerta entreabierta, lo que fue aprovechado por los efectivos para ingresar y hacer cesar la ocupación ilegal. Es importante mencionar que en una primera línea, ingresó un oficial de Policía que se dirigió directamente hacia donde estaba el menor, protegiéndolo con su cuerpo para que no resultara afectado por el desplazamiento de los demás efectivos durante el procedimiento, en un gesto digno de elogiar. El niño resultó indemne, pero no pudo ser atendido por personal de protección a la infancia, dado que su madre lo aferró contra su cuerpo y se negó a entregárselo a los asistentes sociales para que, luego pudiera ser confiado a algún familiar. Los tres ocupantes fueron aprehendidos y puestos a disposición del Juzgado de Instrucción, siendo imputados por los delitos de usurpación y resistencia a la autoridad. Posteriormente, todos recuperaron la libertad tras ser notificados de derechos y garantías procesales.
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