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» tn24
Fecha: 09/05/2025 10:07
La Policía de la Ciudad detuvo en las últimas horas a otro miembro de la banda autodenominada “los caza-violines”, un grupo criminal que se dedicaba a seducir a presuntos abusadores de menores para secuestrarlos, torturarlos y transmitir en vivo los ataques por internet. El arresto se produjo en el barrio porteño de Balvanera, tras una serie de allanamientos. El detenido está acusado de ser el facilitador de uno de los domicilios donde se cometían las torturas. Según la causa judicial, la organización alquilaba departamentos temporarios donde mantenía cautivas a sus víctimas durante horas, sometiéndolas a agresiones físicas y humillaciones públicas. Engaño, violencia y transmisiones en vivo La investigación comenzó en abril y ya tiene cinco detenidos, entre ellos una joven de 21 años que se hacía pasar por menor de edad en redes sociales para contactar a hombres adultos. Una vez acordado el encuentro, los presuntos abusadores eran citados en una dirección donde eran retenidos, golpeados y exhibidos en transmisiones por plataformas como Kick. En los últimos operativos, los efectivos secuestraron notebooks, una CPU, un celular, una consola de videojuegos, un pendrive y marihuana, elementos que serán peritados por la Justicia. Un líder con seguidores y transmisiones virales El presunto cabecilla de la banda es Brandon Joaquín Maldonado, de 29 años, conocido en redes sociales como “Brandom Lee”. Alcanzó notoriedad por subir videos en los que se hacía pasar por adolescente para «cazar» pedófilos, a los que luego agredía físicamente sin intervención policial. Su contenido se volvió viral y llegó a tener más de 80.000 seguidores en Instagram. Con el tiempo, el accionar de Maldonado y su grupo se volvió más violento: ya no se limitaban a confrontaciones en la vía pública, sino que pasaron a secuestros planificados y torturas, todo grabado y subido a internet. A pesar de su detención, muchos de esos videos aún siguen activos en redes sociales, y una parte de su audiencia incluso reclama por su liberación. Investigación judicial y operativo clave El expediente está en manos del Juzgado Nacional de Menores Nº1, a cargo del juez Alejandro Von Leers, con intervención del fiscal Mariano Camblong. El caso cobró notoriedad cuando, el 2 de abril pasado, la banda volvió a transmitir un ataque en vivo. A partir de ese hecho, la policía pudo rastrear una camioneta usada por el grupo y localizar el lugar del secuestro, logrando su irrupción y desarticulación. Fuentes de la investigación aseguraron que varias de las situaciones de abuso denunciadas por la banda eran falsas o montadas por ellos mismos, y que los ataques no tenían sustento judicial previo. Aun así, el grupo se presentaba como una especie de «justiciero» que combatía el grooming y la pedofilia.
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