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Parana » Entremediosweb
Fecha: 08/05/2025 05:41
Una huelga de hambre fue la medida de protesta que llevaron adelante en los últimos días los internos la Unidad Penal N°9 de El Potrero, en Gualeguaychú. Según informó el director del penal, Lucas Dufuor, más de 300 iniciaron la medida de fuerza en reclamo por mejoras en el servicio de alimentación, aunque actualmente solo quedan 48 detenidos con reclamos activos, enfocados principalmente en cuestiones de higiene y logística familiar. El funcionario destacó que la situación se desarrolló sin incidentes y que el conflicto pudo ser encauzado mediante el diálogo entre las autoridades penitenciarias y los internos. “Fue la medida que ellos adoptaron para hacer el reclamo, siempre de forma pacífica, y en dos horas, con diálogo, pasamos de 350 internos, a 48. Queda este pabellón con cuestiones que no son en base al racionamiento, sino de logística”, explicó el funcionario en Radio Máxima. Los 48 internos que aún sostienen su posición pertenecen al Módulo A del establecimiento. Cuestiones alimentarias y logísticas en debate El detonante inicial de la medida fue la alimentación. Dufuor explicó que el reclamo estuvo vinculado a la frecuencia en la provisión de carne. No obstante, remarcó que el menú en la unidad incluye variedad de platos como pizzas, guisos, estofados, medallones de pollo, milanesas y, en algunos casos, dietas especiales por motivos de salud, como la hipertensión. Superado este punto, el nuevo reclamo de los 48 internos se centra en aspectos logísticos: higiene personal y traslados familiares. Vuelta a los talleres y normalización del penal Uno de los aspectos que facilitó el cese de la medida fue la voluntad de la mayoría de los internos de retomar sus labores en los talleres productivos. Se llegó a concretar un acuerdo con la mayoría, ante la necesidad que manifestaron a las autoridades de la institución, de volver a trabajar en sus respectivos talleres. La Unidad Penal N°9 ofrece a sus internos formación en distintos oficios, como mecánica, tapicería, carpintería, faena, lavaderos de autos y huertas, en un intento por impulsar la reinserción social a través del trabajo y la capacitación. Estos espacios forman parte del eje de resocialización que impulsa la institución. Actualmente, la unidad aloja a 530 personas privadas de la libertad, entre las que se incluyen 28 mujeres en un pabellón femenino. Si bien la situación general del penal se estabilizó tras el conflicto, las autoridades continúan en diálogo con el grupo reducido que mantiene sus reclamos, con la intención de alcanzar una resolución integral.
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