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Federal » El Federaense
Fecha: 06/05/2025 03:50
Tras el reciente desanimo que generó la derrota de Boca en el Superclásico, el arquero Agustín Marchesín ha decidido romper el silencio, defendiendo su actuación y respondiendo a las críticas que lo acusan de ser uno de los culpables del tropiezo. La jugada cuestionable que revivió el debate fue el gol de Franco Mastantuono desde un tiro libre, momento que marcó un antes y un después en el partido. En una entrevista concedida a Radio Continental, Marchesín habló directamente sobre la jugada en cuestión y se refirió a los comentarios del exarquero Pablo Migliore, quien había señalado su falta de reacción en la jugada decisiva. Agustín fue claro: “No comparto que me como el gol. Comerse un gol es lo de Pablo con Fluminense, que te pase por abajo o te rebota y se te mete. Después hay goles que son ‘sacables’ o en los que podría haber hecho algo más”. Su respuesta demuestra tanto confianza como un profundo respeto por sus colegas del fútbol argentino. La controversia detrás de la críticas La controversia generada por las palabras de Migliore ha sido tendencia en los últimos días. El exjugador, recordado por un error crítico en el pasado, no dudó en señalar a Marchesín: “Es toda de él. Preguntáselo al arquero. Tú te das cuenta cuándo podría haber hecho algo más. Aunque la pelota entre al ángulo, debes tirarte igual. No le daba el sol en la cara, no tiene esa excusa. Tranquilamente la podía sacar”, argumentó durante una reciente charla con ESPN. Agustín Marchesín, por su parte, mantuvo la elegancia y le reconoció a Migliore su trayectoria. Cerró su intervención diciendo: “Entre colegas, yo no haría eso. Le tengo un gran respeto a Pablo y lo estimo mucho, aunque dio su opinión y la respeto”. Esto refleja una mentalidad de camaradería que se intenta preservar en el ámbito del fútbol, incluso en momentos de tensión. Un recorrido por el pasado La referencia al error de Migliore y su impacto en la historia de Boca subraya la presión constante que enfrentan los arqueros. Recordemos que esa jugada, en la ida de las semifinales de la Copa Libertadores 2008, dejó al equipo en una situación complicada que culminó en su eliminación, lo que agrega un peso adicional a las declaraciones actuales. Mientras tanto, la hinchada de Boca se encuentra dividida. Algunos creen en la capacidad de Marchesín para seguir defendiendo los colores del club, mientras que otros ansían un cambio en el arco. Estos vaivenes emocionales son parte del apasionante mundo del fútbol, donde la lealtad y la crítica coexisten de forma inquebrantable.
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