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Parana » Asdigitalnews
Fecha: 05/05/2025 03:50
Aunque ambos dicen que tienen una relación virtualmente "rota", Javier Milei y Victoria Villarruel mantienen algo en común. El presidente y su vice están de acuerdo en impulsar la instalación de una base militar de los Estados Unidos en Ushuaia. Aunque casi no se hablan y siguen explorando una tregua que no prospera, los dos han prodigado gestos directos al Pentágono de los Estados Unidos. Esta semana empezaron a rendir sus frutos con el bajo perfil que eligió el almirante Alvin Holsey para realizar su primera visita a la Argentina. Lo hizo en su rol de flamante jefe del Comando Sur de norteamericano, el brazo del Departamento de Defensa dedicado al control militar de América Latina. El almirante de la marina norteamericana llegó el lunes por la tarde a Buenos Aires y buscó acomodarse a la agenda argentina de una semana corta. El martes se reunió con el presidente, Javier Milei, y con el ministro de Defensa, Luis Petri. Después llegó el punto principal de su agenda. El miércoles viajó a Ushuaia y recorrió la base naval que la Armada tiene en el punto más austral del continente. A diferencia de la hiperexposición de su antecesora, Holsey fue más discreto. Quizás porque llegó en un momento donde deberá cerrar parte de las exploraciones que realizó Laura Richardson, la generala de cuatro estrellas del Ejército norteamericano que cerró el año pasado un cabildeo ecuménico en la Argentina. Se hizo conocida porque fue recibida el 25 de abril de 2022 por la entonces vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. El 5 de abril del año pasado volvió al centro de la relación bilateral entre Washigton y Buenos Aires porque viajó a Ushuaia y Milei decidió repentinamente volar para recibirla. Lo hizo porque el gobernador fueguino, Gustavo Melella, se había negado en forma tajante a recibirla. En su lugar lo hizo el presidente con un viaje relámpago. Con Richardson al lado, Milei anunció la posible construcción de una base militar integrada entre Argentina y los Estados Unidos. Entre la última gira de la generala y la primera visita del almirante sólo ha pasado un año. La diferencia entre una recorrida y la otra es notable. Esta vez Holsey sólo fue recibido por autoridades gubernamentales en Buenos Aires, pero cuando llegó a Ushuaia avanzó en silencio. El nuevo titular del Comando Sur hizo lo mismo que hicieron sus antecesores Richardson y, mucho antes, el almirante Craig Faller. Todos recorrieron la base naval de la Armada en Ushuaia, pero Holsey lo hizo en una clave totalmente distinta. Tres altas fuentes vinculadas a la visita confiaron que, en este caso, las conversaciones de los funcionarios argentinos apuntan a conseguir que el Pentágono financie y construya la base militar integrada en las instalaciones que tiene la Armada. Según las mismas fuentes se trata de la versión más ambiciosa de la instalación militar planificada en Ushuaia y el financiamiento de la construcción sería el anticipo del calibre que tendrá la presencia militar de los Estados Unidos en el puerto más importante que tiene Tierra del Fuego. El proyecto contaría con el financiamiento directo del Pentágono y no sería a través del Departamento del Tesoro, cuyo titular, Scott Bessent, visitó la Argentina hace tres semanas para respaldar la salida del cepo cambiario para los individuos. Después del paso por Argentina, Bessent se encargó de difundir que estaban dispuestos a ayudar al gobierno de Milei con un crédito directo de EE UU para preservarlo de una inestabilidad cambiaria o financiera. Hasta ahora es el único gesto que la administración de Donald Trump ha dedicado con semejante profundidad para un gobierno de América Latina. Una eventual base militar tutelada por Washington contaría con fondos directamente provistos por la cartera de Defensa norteamericana conducida por el expresentador de la cadena Fox, Pete Hegseth.
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