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» La Capital
Fecha: 02/05/2025 20:26
El single “33” es el último vistazo antes del estreno de su álbum “No vayas a atender cuando el demonio llama”. El análisis del hit en esta nota Lali y Dillom son dos de las figuras más importantes en la escena musical argentina. Es imposible no haber escuchado hablar de ellos, de música, sus personalidades. Cada tanto vuelven a ser centro de atención. Y más aún ahora, que Lali adelantó el último single antes del estreno de su álbum: una colaboración con Dillom que tiene su propio video musical. Lali elevó todas las expectativas sobre la llegada de su próximo disco “No vayas a atender cuando el demonio llama” , que verá la luz el 29 de abril. Algunos primeros vistazos fueron apareciendo durante los primeros meses del año con singles como el provocativo “Fanático” y luego un pop, también bailable y desinhibido, como “No me importa”. Lo más reciente que sus fans disfrutaron fue la icónica canción con Miranda “Mejor que vos” , que dio paso a la última colaboración del disco. Si Lali y Dillom saben cómo brillar por separado, cuando se juntan explotan su potencial al máximo. Su primer encuentro en “Carie”, canción perteneciente al último álbum de Dillom, les dio a sus seguidores algo sobre lo cual fantasear. Con “33”, ahora, ese universo Lali-Dillom sigue creciendo y conquistando sin comparación. “33”, la colaboración del momento entre Lali y Dillom La última canción que adelanta Lali de su disco termina de confirmar la impronta original y disruptiva que caracterizará a “No vayas a atender cuando el demonio llama”. Con mucha libertad para explorar nuevas narrativas, la cantante experimenta con letras y sonidos provocadores y desenvueltos. “33” es una canción que lo tiene todo: el lado pop de Lali y el lado rockero de Dillom, la luz de Lali y la oscuridad de Dillom, una letra introspectiva y reflexiva pero a la vez provocadora y espontánea. Es una perfecta combinación de ambos artistas que demuestran tener más en común de lo que parece, no solo por su amistad, sino también por la forma de volcar su vida en su música. El sonido es inquietante y apasionante, eléctrico y envolvente. Por su parte, la letra se desentiende de las presiones sociales: “No podés quedar bien con el diablo y Dios, y por eso prefiero quedar mal con los dos”. Además, su título “33” no puede ser pasado por alto. Ese número, aparentemente inocente, captura la premisa de todo el álbum y describe con fidelidad el último año de Lali. Pero 33 no representa únicamente la edad actual de la cantante: después de todo, “33” era la edad de Cristo cuando lo crucificaron. Y “33” era la edad de Cristo cuando resucitó. Embed Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida de LALI (@lali) Lali y Dillom: el grito de resistencia de la cultura Las letras de “33” tienen más sentido teniendo en cuenta el agitado último año que ambos artistas protagonizaron, convirtiéndose en blanco de críticas por su pensamiento, pero sobre todo en dos focos intensos de resistencia. Apoyados y apoyando a la comunidad musical, Lali y Dillom alzaron su voz contra los recortes a la cultura y las políticas de ajuste del gobierno actual. A raíz de dicho compromiso, fundamentalmente Lali, recibió mucho odio en redes sociales, aunque este fue neutralizado e incluso superado por la increíble popularidad que volvió a despertar la artista y por el cariño y respeto de muchos fans antiguos y nuevos. Lali se desentiende de las obligaciones, de la comodidad del silencio y de lo que se espera de ella. “Un poco menos de humor, un poco más de ansiedad. No me calienta gustarte” y una frase muy de Dillom “Si muero, muero en la mía”, moldean la canción. “Ahora soy yo la que le gana al tiempo: ya caí, me morí, renací, me quedan los recuerdos”, reflexiona la letra de “33”. >>Leer más: Superman llega a Argentina en su nuevo cómic: la referencia oculta a Dillom El video musical de “33” Con una estética oscura, enigmática y sombría, pero de complicidad y entendimiento, el video musical de “33” acompaña fielmente la premisa de la canción. La producción empieza con planos exteriores de día pero, conforme avanza el video y el espectador se sumerge en la canción, las sombras van tomando protagonismo. Los escenarios alternan entre el exterior de un edificio de ladrillos donde cuelga una bandera con el 33 y se llevan el foco de luz, un galpón con graffitis en la pared donde se fusionan de formas intensas y desesperadas, un espejo roto en el que ambos contemplan su reflejo. Quienes se animen a entrar en esta propuesta de Lali y Dillom serán arrastrados a esos lugares secretos, íntimos, oscuros, donde ocurre la introspección. “33” es eso que ocurre frente al propio reflejo, donde todo queda expuesto.
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