Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • ¿Qué cultiva Argentina? Radiografía de seis campañas agrícolas

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 02/05/2025 16:41

    El INTA analizó más de 60.000 secuencias de cultivos entre 2018 y 2024. El trabajo permite ver patrones de rotación, intensidad de uso y decisiones productivas (inta) ¿Qué cultivos se repiten en los campos argentinos? ¿Cómo cambia lo que se siembra según la zona, el clima o la cercanía a un puerto? Mapas, satélites, datos y muchas hectáreas por interpretar. Así comenzó el trabajo que el Instituto de Clima y Agua del INTA llevó adelante para analizar las secuencias productivas entre las campañas 2018/2019 y 2023/2024. El punto de partida fue el Mapa Nacional de Cultivos, una herramienta pública y actualizable, que permite seguir con lupa lo que pasa en el campo. Pero no se trató solo de mirar fotos satelitales: la clave estuvo en cruzar imágenes, clasificaciones supervisadas y relevamientos a campo para reconstruir qué cultivos se sembraron, dónde y en qué orden. El resultado fue un análisis multitemporal con más de 60.000 combinaciones posibles de cultivos a lo largo de esas seis campañas. Para caracterizarlas, el equipo aplicó distintos indicadores, como la intensidad de siembra, el número de campañas con soja o maíz de primera y la presencia de cereales en cada secuencia. De acuerdo al estudio, las cinco secuencias más comunes incluyeron rotaciones maíz–soja y maíz–soja–trigo/soja, seguidas por otras con mayor proporción de soja de primera (inta) Rotaciones frecuentes, cereales presentes ¿Hay rotación? Sí. ¿Es frecuente? También. De acuerdo al estudio, las cinco secuencias más comunes incluyeron rotaciones maíz–soja y maíz–soja–trigo/soja, seguidas por otras con mayor proporción de soja de primera. Esto indica que, aunque el monocultivo existe, la inclusión de cereales en las secuencias es generalizada. “Se observa una concentración de casos con alta proporción de soja de primera en parte de la zona núcleo, en las cercanías de centros industriales, centros de acopio y puertos de exportación”, explicó Diego De Abelleyra, investigador del Instituto de Clima y Agua del INTA. Por el contrario, señaló que “el maíz se ubica con más frecuencia en sectores periféricos”. El indicador “intensidad de siembra” mostró que el 36 % del área agrícola tuvo un solo cultivo por año, sin dobles cultivos. Esto se observó especialmente en el oeste de la Región Pampeana, noreste de Santiago del Estero y Salta, zonas con menores niveles de precipitación. Entre la soja y el maíz, un juego de ubicación y decisiones ¿Por qué en algunas áreas predomina un solo cultivo y en otras se diversifica más? ¿Qué factores inciden en esas decisiones que definen el paisaje agrícola del país? El estudio del INTA sugiere que la distancia a los puertos y el tamaño de las parcelas pueden ser claves para entenderlo. Las zonas más cercanas a los centros industriales y de exportación –en especial dentro de la región núcleo– muestran una mayor proporción de soja de primera. En cambio, el maíz aparece con más frecuencia en áreas periféricas, donde la logística y los costos operativos imponen otros criterios. “En el caso de la soja, su destino exportador y su cercanía a los puertos bajan el costo del flete y eso impacta directamente en el margen bruto del productor”, explicó De Abelleyra. “Además, en tierras arrendadas, donde los márgenes son más ajustados y los contratos no siempre favorecen la planificación a largo plazo, la soja se convierte en una opción dominante”. Una herramienta para mirar el sistema de producción Otro dato llamativo: apenas el 25 % de las secuencias analizadas incluyó tres o más campañas con maíz. Aunque es el segundo cultivo más sembrado, su participación sigue siendo menor en comparación con la soja. Sin embargo, su presencia en zonas de menor intensidad de siembra puede ser un indicador de rotación más cuidada. Este análisis, que amplía trabajos anteriores de tres y cuatro campañas, permite observar patrones de manejo a lo largo del tiempo. Y no solo eso: ofrece una metodología objetiva, repetible y transparente para describir cómo se producen los alimentos en Argentina. “También puede ser una herramienta de diagnóstico de situaciones no deseadas como el monocultivo, e identificar qué variables las determinan”, concluyó De Abelleyra. En tiempos donde la sostenibilidad se vuelve una carta de presentación frente al mundo, entender las decisiones agronómicas del presente puede marcar el rumbo de lo que se siembra mañana. Fuente: Inta

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por