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Basavilbaso » Riel FM
Fecha: 02/05/2025 16:32
En una entrevista exclusiva brindada al periodista Daniel Enz en el programa Cuestión de Fondo (Canal 9, Litoral), el exsenador nacional Edgardo Kueider habló por primera vez en profundidad desde su prisión domiciliaria en Asunción, Paraguay. A cinco meses de su detención, aseguró que sufre una “condena social” anticipada y apuntó con dureza contra la Juez Federal Sandra Arroyo Salgado, quien investiga una causa por presunto lavado de activos que, según Kueider, está “armada con datos irrisorios y falsos”. “Estoy pagando por un error, sí, pero el daño que me han causado no tiene retorno”, sostuvo el exlegislador, visiblemente afectado por la situación judicial que enfrenta tanto en Paraguay como en Argentina. El exfuncionario detalló que lleva casi cinco meses con arresto domiciliario en Asunción, una situación que, según él, deteriora su salud mental. “La casa podrá tener comodidades, pero cuando uno está encerrado no la pasa bien”, dijo. Explicó que pasa sus días revisando documentación de las causas judiciales en su contra y viendo televisión. El episodio que derivó en su arresto en Paraguay, explicó, fue un intento de traslado de dinero que no era suyo: “Fue un error aceptar ese dinero. Me arrepiento cada minuto de lo que pasó aquella noche en Ciudad del Este. Nunca debí haber hecho ese viaje”, confesó. “Si hubiera llegado más temprano, quizás nada de esto habría ocurrido”, se lamentó. Kueider fue especialmente crítico con la Juez Sandra Arroyo Salgado, a cargo de la causa en San Isidro. Calificó el expediente como una “mega causa construida con falsedades” y sostuvo que su vinculación con el presunto delito precedente, la llamada Causa Securitas, es “un chiste de mal gusto”. Según afirmó, no tiene relación con los hermanos Tórtul, empresarios investigados por contratos irregulares con el Estado. “Nunca hablé con ellos. No soy el "Turco Cuider" que mencionan los mensajes”, sentenció. En la entrevista, el exsenador también negó haber formado parte de ninguna asociación ilícita ni de operaciones de lavado: “Lo que han hecho conmigo es un abuso de autoridad total. Me han usado de chivo expiatorio para tapar otras cosas”. También consideró que fue víctima de una persecución mediática y judicial, y que desde los primeros días la sociedad lo condenó sin juicio: “Hoy puedo hablar, pero ya fui juzgado por la sociedad. La imagen que se construyó de mí es condenatoria”. Kueider se refirió a los videos donde se lo ve contando dinero en su despacho cuando era Secretario General de la Gobernación de Entre Ríos. Confirmó que él mismo mandó instalar cámaras por seguridad y transparencia, y que el dinero pertenecía a gastos reservados. “Eran fondos destinados a emergencias o viajes del gobernador. Algunos estaban en dólares, algo habitual”, afirmó. Denunció que las imágenes fueron obtenidas mediante un hackeo y dijo haber entregado un pendrive editado a la Justicia para proteger partes sensibles, decisión que hoy lamenta: “Pensé que solo querían las imágenes. No fue un intento de ocultamiento”. Durante la charla, Kueider explicó la compra de departamentos en Paraná a través de Betail, una empresa fundada con su primo para un fallido proyecto avícola. Aseguró que la inversión inmobiliaria fue para “resguardar fondos del préstamo” cuando el proyecto original no prosperó por la pandemia. Los inmuebles, según él, están debidamente documentados y “no constituyen ningún acto ilícito”. También defendió a su empresa Decom SA, que compartía con su hijo y que se dedicaba a la comunicación y desarrollo de software: “No es ninguna empresa fantasma. Tiene facturación comprobable y clientes reales”. Además, desmintió rotundamente que Yara Ginsel, su asistente, sea testaferro suyo y aseguró tener la trazabilidad de las acciones de Betail como prueba. Acusó al periodista Cristian Sanz de promover “una falsa denuncia”. Sobre su rol político, Kueider fue contundente: “No voy a ocupar ningún cargo ni ser candidato mientras dure esta investigación. Mi regreso a la política dependerá de que se aclare todo esto”. También aclaró que no ha tenido contacto con el exgobernador Gustavo Bordet desde que comenzó su calvario judicial. Se mostró especialmente afectado por las detenciones de personas de su entorno, a quienes considera “presas de una causa inflada para generar impacto”. Denunció un sistema judicial que, según él, “necesita culpables visibles, aunque no haya pruebas”. “Quiero volver, pero sé que me espera Ezeiza”, dijo. “Yo no me estoy fugando de nada. Quiero volver a ver a mis hijos. Pero sé que si regreso a Argentina, mi destino es la cárcel de Ezeiza”, concluyó Kueider, quien continúa esperando que la Justicia, tanto en Paraguay como en Argentina, determine su responsabilidad o lo desvincule definitivamente.
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