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» Diario Cordoba
Fecha: 01/05/2025 08:55
El Gobierno ha aprovechado este 1 de mayo, día internacional de los trabajadores, para reivindicar la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanas que aprobará el Consejo de Ministros el próximo martes, después de que el apagón del pasado lunes obligara a retrasar este medida una semana. Ha sido la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, quien ha confirmado este paso adelante por parte del Ejecutivo de coalición, que ha situado la presión en el PP para que respalde la medida a su paso por el Congreso. Aún así, la también ministra de Trabajo ha lanzado algún guiño a Junts, socio indispensable para aprobar la rebaja si los populares acaban votando en contra. En una carta a la militancia del PSOE, el propio Pedro Sánchez, ha reivindicado la aprobación de la reducción de la jornada el próximo martes, pese a que el Ejecutivo no tiene asegurados los apoyos del bloque de la investidura, con los posconvergentes avisando de que se opondrá a la norma si no se realizan los cambios que exigen. Sin embargo, el Gobierno ha preferido situar el foco en el PP. "Vamos a poder conocer, una vez más, para qué sirven los 137 diputados del PP: si sirven para mejorar la vida de 12 millones de españoles o van a volver a hacer lo que han hecho siempre, colocarse en contra de su país", ha sentenciado Díaz en una entrevista en TVE. "Lo están pasando mal", ha dicho sobre la situación de los populares ante esta norma antes de insistir en que "están sufriendo mucho porque es muy difícil colocarse en contra de tu país". La vicepresidenta ha señalado que "el problema que tiene [Alberto Núñez] Feijóo es que no manda en su partido" y que no puede hacer aquello por lo que abogó durante varios días sobre una semana laboral de cuatro días. "Si tumban, como hicieron en la reforma laboral, esta medida les va a salir muy caro", ha sentenciado. No ha sido la única. Desde Sevilla, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha reivindicado que la rebaja de la jornada laboral puede ser "histórica" y que esperan contar con el apoyo de todos los grupos. Sin embargo, ha adelantado que "la derecha nunca está a la altura de estos retos" y siempre vota a favor de los intereses de las "élites empresariales". Y, aún más contundente, se ha expresado el ministro para la Transformación Digital, Óscar López, antes del arranque de la manifestación en Madrid: "A todos los fachas y a todos los ultras de este país, los derechos de los trabajadores en España van a seguir avanzando. [...] Vamos a reducir la jornada laboral". Buscar los consensos Aunque el Gobierno ha centrado el tiro en los conservadores, lo cierto es que, por el momento, no cuenta con los apoyos necesarios para que el proyecto de ley por el que se reduce la jornada laboral sea aceptado a trámite en el Congreso. El principal problema está en Junts, que no respaldará la iniciativa si el Ejecutivo no se abre a introducir ciertas modificaciones en el texto. Preguntada sobre el apoyo de los de Carles Puigdemont, Díaz ha dicho en TVE que están trabajando con los posconvergentes y que cree que "hay margen para la negociación", Más tarde, ya en las calles de Madrid, la ministra de Trabajo ha lanzado un guiño a los posconvergentes, asegurando que está negociando con "discreción" y que el Gobierno va a "acompañar a las pequeñas empresas" en este proceso de reducir la jornada. Justo, los de Puigdemont reclaman que la norma se adapte a la situación de las pequeñas y medianas empresas. Además, Díaz ha dicho que el Ejecutivo se hará "eco" de la realidad catalana, donde el valor productivo por hora trabajada es el doble que el del resto del país. Montero también ha afirmado que el Gobierno "propiciará los consensos necesarios" y ha reivindicado que España está preparada para esta reducción de la jornada laboral porque en un momento de "incertidumbre" como el actual, la economía se está comportando "de una forma muy robusta en términos de crecimiento".
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